La ministra Norma Lucía Piña Hernández con una acción afirmativa y democrática con 6 votos a favor de su nombramiento empodera la paridad al asumir como la primera mujer la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal cargo que desempeñará de 2022 a 2026. Esto sin duda es un hecho histórico ya que reafirma la incorporación de políticas de igualdad de género en el Poder Judicial y legitima la Reforma Constitucional de Paridad y la Reforma Judicial del 2021 que garantizan la paridad judicial y una carrera judicial con perspectiva de género.
Para hacer efectiva la paridad en el Poder Judicial pasaron más de 200 años, como un recuento solo hemos tenido 14 ministras en la SCJN, la primera en 1961, la Dra. María Cristina Salmorán, después llegaron Livier Ayala Manzo, Gloria León Orantes, Fausta Moreno Flores, Martha Chávez Padrón, Victoria Adato Green, Irma Cué Sarquis y Clementina Gil Guillén, y con la Reforma Constitucional, Olga Sánchez Cordero y Margarita Luna Ramos y al final Norma Lucía Piña Hernández, Yasmín Esquivel Mossa, Margarita Ríos-Farjat y Loretta Ortíz Ahlf, quienes han revolucionado el patriarcado judicial, ya que el Poder Judicial es una de las instituciones más patriarcales y con misoginia estructural.
La desigualdad de género y el patriarcado es una marca que imprime al Poder Judicial, en números del Censo Nacional de Impartición de Justicia señala del 25.8% al 30% de los cargos de los plenos son representados por ministras, magistradas y consejeras, en contraste el 49.5% del personal de base del poder judicial son mujeres, esto revela que solo la tercera parte de puestos de poder son femeninos. En América Latina la proporción de mujeres ministras es de un 30.4% y a nivel mundial un 38% de juezas y ministras, por lo que hay una brecha de género, en el que se tiene que impulsar la participación de las mujeres en la justicia, y que decir a nivel local, en el que también hay un margen de 1 a 3.
El nombramiento de la ministra Norma Lucia Piña como presidenta de la SCJN, representa un logro del movimiento feminista, ya que empodera la paridad y la impartición de justicia con perspectiva de género, en el que la sociedad civil, colectivos y las mujeres exigimos justicia ante la ola de inseguridad y violencia que vivimos con 11 feminicidios y más de 7 mujeres desaparecidas todos los días en México. Con la designación de la nueva presidenta del máximo tribunal constitucional se rompe el techo de cristal para lograr la igualdad sustantiva y el anhelado acceso a la justicia de las mujeres.
Las mujeres en México necesitamos una aliada en la Corte, confiamos en el trabajo que ha estado realizando la ministra Norma Piña dentro del poder judicial, quien se ha pronunciado y votado en favor de la despenalización del aborto, la eliminación de la prisión preventiva oficiosa, el fortalecimiento de los derechos humanos, la eliminación de la violencia de género y la discriminación, combate a la corrupción y en políticas actuales para proteger los derechos de las personas, impartiendo un sistema de justicia comprometida con las mujeres y con las personas más vulnerables jurídicamente.
Dentro de su discurso de toma de protesta la nueva presidenta de la SCJN, prometió trabajar para las mujeres en la aplicación de la perspectiva de género en el PJF, combatir el acoso sexual y la violencia de género, promover la paridad en los puestos de alta responsabilidad, impulsar un presupuesto con perspectiva de género, proyectos sobre pericia en la materia de género y respaldo administrativo para gestionar las políticas necesarias para empoderar a las mujeres, también planteo consolidar la cero tolerancia a la violencia sexual y promover los mecanismos para prevenir, atender y erradicar el acoso sexual y cualquier otra forma de violencia sexual y de género en la SCJN, como en la Unidad de Prevención y Combate al Acoso Sexual en el CJF.
En su discurso de toma de protesta también destaco dos puntos dignos de retomar “romper lo que parecía un inaccesible techo de cristal” en referencia a cerrar esa brecha persistente de desigualdad y patriarcado que existe en la SCJN y “Me siento muy fuerte porque sé que estamos todas aquí” visibilizando al movimiento feminista que ha venido impulsado con acciones legislativas y propuestas ciudadanas la paridad en el sistema judicial, lo cual es un logro de causa feminista ya que se ha empoderado la agenda de género con políticas y mecanismos para eliminar la desigualdad y discriminación en los espacios laborales del poder judicial, promoviendo siempre la paridad judicial.
Otro punto más detallado de su discurso feminista de Norma Lucia Piña fue “Al ser la primera mujer que preside este máximo tribunal, represento también a las mujeres. Me siento acompañada, respaldada por todas ellas y nosotras. Me siento muy fuerte, porque sé que estamos todas aquí demostrando que sí podemos. Agradezco a las que siempre han creído, a las que no se han cansado de luchar para arrinconar a nuestra cultura patriarcal, honro a las que ya no están”.
Con este gran logro de todas, de que por primera vez una mujer llegue a presidir la SCJN, confiamos en que la ministra presidenta Norma Lucia Piña, constituirá un compromiso feminista, ético y social con las mujeres para impartir una justicia pronta y expedita con perspectiva de género, combatiendo la impunidad y la corrupción en la Corte, para garantizar procesos jurídicos más justos, equitativos e igualitarios para vivir libres de inseguridad y violencia.