Las conversaciones de fondo entre los 3 mandatarios del TLC no rebasarán las 2 horas.
Y una ya la cumplieron Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden en el trayecto del domingo en “la bestia” del AIFA al hotel de Polanco donde se hospeda la pareja presidencial nortamericana.
La otra hora se cumplirá hoy entre los 3 –incluido Trudeau-, cuando se realice la sesión formal de la décima Cumbre de Líderes de America del Norte que se realiza en México.
Lo que se tenían que decir y reclamar lo hicieron uno y otros a través de sus cancilleres, medios y comisiones que los visitaron antes.
Todo lo demás son supuestos en notas de medios y editoriales periodísticas con retazos de trascendidos levantados en pasillos y oficinas de prensa de cada país.
Así se sabe que Biden planteó a AMLO su preocupaciòn por el tema migratorio y el dell fentanilo que va de México a Estados Unidos y que lleva ya millones de muertos en aquel país.
Quienes esperaban debates fuertes y reclamos casi a golpes entre AMLO, Biden y Trudeau pues tendrán que esperar otro foro.
Este sirvió para llevar el mensaje a sus respectivos sectores de influencia de que entre ellos todo va bien, y de que la política lo arregla casi todo.
El único que se salió de este contexto fue Biden, quien ya en suelo mexicano y abrazado y sonriente de AMLO, instruyó a Jake Sullivan, su vocero en la Casa Blanca, a salir a aclarar que la disputa comercial presentada por Estados Unidos y Canadá en torno a la política energética del presidente Andrés Manuel López Obrador “aún no está resuelta, confirmó el Consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca”,
En el contexto de la visita, y ante reporteros de aquel país que acompañan a Biden, Sullivan dijo que Estados Unidos decidirá los pasos a seguir tras las conversaciones bilaterales de esta semana en México.
“Creemos que las consultas ayudaron a aclarar tanto la naturaleza de nuestras preocupaciones como identificar algunos posibles caminos a seguir…
“Pero aún no hemos llegado allí. Y tomaremos determinaciones sobre los próximos pasos en función de cómo se desarrollen las cosas aquí en los próximos días”, agregó.
En julio pasado los Gobiernos de Biden y Trudeau pidieron conjuntamente consultas bajo la normativa del T-MEC y denunciaron las políticas energéticas y comerciales restrictivas de López Obrador para favorecer a PEMEX y a la CFE.
La primera fase de conversaciones trilaterales sobre energía para resolver la consulta concluyó en octubre, pero los tres países acordaron extenderlas para encontrar un acuerdo antes de iniciar un panel de arbitraje contra México.
O sea, el conflicto sigue más allá de las sonrisas, los abrazos y las miles de fotos que se han tomado a los 3 mandatarios en este encuentro.
HAY QUE SEGUIR OTRAS ACCIONES
Parte constitucional de la política exterior mexicana, el Senado de México propone que, para disminuir el desplazamiento forzado de cientos de miles de personas cada año, ordenar los flujos migratorios y poner fin a la violencia que se vive en el norte del continente a causa del tráfico de drogas, “es necesario que estos temas no se politicen y se encuentren soluciones conjuntas de ataque a la raíz de las causas que orillan a cientos de miles de personas a dejar sus hogares y paí”.
Ricardo Monreal dijo que en la agenda de la décima cumbre entre los presidentes de México, Estados Unidos y el primer ministro de Canadá deberían incluir los temas de salud, seguridad, equidad e inclusión, diversidad, medio ambiente y cambio climático, y competitividad con el resto del mundo.
“Todos ellos son importantes, pero el relativo a la migración irregular ha sido el más mediático debido a sus implicaciones y, desgraciadamente, al uso electoral que se le imprime”.
El zacatecano recordó que se han realizado esfuerzos para atender la migración como el Programa Bracero, firmado entre Estados Unidos y México e implementado entre 1942 y principios de la década de 1970, o el de Trabajadores Agrícolas Temporales, que sigue vigente y fue diseñado para cubrir la necesidad de mano de obra en el campo canadiense.
“Estos ejemplos demuestran el papel preponderante que las y los migrantes tienen en la agenda de la región”.
Son, agregó, un signo inequívoco de que, a pesar de los cambios en las dinámicas del comercio internacional, la cooperación entre los tres países de América del Norte se debe centrar en generar un desarrollo compartido, enfocado a brindar condiciones dignas y de seguridad a quienes migran al norte para cubrir la demanda de mano de obra.
Consideró que la importancia de ocuparse de la migración irregular incluye los efectos que produce sobre el combate a la inseguridad y al crimen organizado, sobre todo en lo relacionado con el tráfico de personas, armas y drogas.
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