Europa vive una tormenta de incertidumbre

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En Europa, todas las autoridades monetarias y reguladoras, así como los presidentes y primeros ministros, respectivamente, insisten en que no habrá un efecto contagio por la situación particular de un grupo de bancos norteamericanos.

Lo que sí es un hecho es que la situación del otro lado del Atlántico levanta un tsunami de intranquilidad nada bueno para las operaciones bursátiles tan sensibles a cualquier rumor o número negativo.  Nada más en cuatro días (15, 16, 17 y 20 de marzo) seis bancos españoles cotizantes en el IBEX-35 entre los que figuran BBVA, Banco Sabadell, Banco Santander, Caixabank, Bankinter y Unicaja han perdido, en conjunto, 25 mil 300 millones de euros en bolsa.

Ha golpeado fuerte también la situación del Credit Suisse considerado un banco sistémico que desde hace años enfrenta una serie de problemas desde reputacionales, hasta del balance contable, y el año pasado presentó pérdidas por 7 mil 400 millones de euros.

El pasado 15 de marzo, el Banco Central Suizo y el regulador suizo FINMA, anunciaron un respaldo de 50 mil millones de francos para el Credit Suisse que cuatro días después terminó vendido a la entidad UBS por 3 mil millones de francos; adicionalmente, el gobierno suizo decidió respaldar a Credit Suisse con garantías por 100 mil millones de francos.

También ha movido ficha el Banco Central Europeo (BCE) que intenta, de una vez por todas apagar la hoguera, dando a conocer que inyectará toda la liquidez a los bancos que la requieran. Tampoco ha dudado en seguir subiendo las tasas de interés, esta vez, pasando del 3% al 3.50 por ciento.

No ha sido el único movimiento.  La intención es  extinguir la llamarada de intranquilidad y mediante un comunicado de prensa, el domingo 19 de marzo, el BCE liderado por Christine Lagarde emitió un comunicado que delata la tesitura del momento:  seis bancos centrales se han coordinado para dotar de mayor liquidez a sus respectivas instituciones de crédito, vía SWAPS en dólares americanos, cuyos vencimientos cambian ya no semanalmente, sino diariamente, a fin de que dispongan de toda la liquidez necesaria para sus operaciones.

Dicha acción habla de la delicada situación porque una quiebra bancaria con efecto de contagio es algo indeseable. Para aplacar los nervios se han coordinado la Reserva Federal, el Banco Central de Canadá, el BCE; el Banco Central de Japón, el Banco Central Suizo y el Banco Central de Reino Unido.

 

A COLACIÓN

La situación del Deustche Bank, otro de los bancos sistémicos demasiado grandes para dejarlo caer, también ha provocado una tormenta de incertidumbre, no solo en la Bolsa de Fráncfort, sino en otras partes de Europa.

A los bancos sistémicos que son verdaderas moles que manejan enormes cantidades de dinero, de depósitos, inversiones y además tienen múltiples tentáculos en diversas partes del mundo… a este tamaño de instituciones, las regulaciones internacionales les exigen parámetros más fuertes; sobre todo, para mantener niveles más altos de reservas de capital.

En los últimos días, el Deustche Bank ha vivido diversas jornadas de fuerte castigo en la Bolsa de Fráncfort, entre rumores de que la entidad financiera, podría tener pendientes en sus estados financieros no subsanados desde la crisis de 2008 y que arrastrarían hasta el presente.

La entidad anunció hace unos días la intención de vencer anticipadamente una serie de bonos cuya fecha de vencimiento está entre 2026 y 2028 y ahora pretende vencerlos anticipadamente el próximo mes de mayo.

Este movimiento inesperado no ha caído nada bien dentro de los accionistas, inversores y sobre todo clientes que, en medio de un ambiente de nerviosismo, volatilidad e incertidumbre, han empezado a vender sus posiciones.

La institución ha asegurado a sus clientes que los bonos serán pagados en su totalidad y con los intereses prometidos. Sin embargo, los swaps de incumplimiento crediticio han tenido cierto impacto.

Hasta el momento, nadie sabe bien a bien, cuántos bancos están sufriendo internamente cierto estrés en sus cuentas, derivado del impacto de las tasas de interés que siguen subiendo y seguirán haciéndolo.

Puede haber muchísimos bancos no solo en Europa, en Estados Unidos y en cualquier parte del mundo, que estén en la situación del Silicon Valley Bank con posiciones en bonos invertidos hace años cuando las tasas eran bajísimas y que ahora han dinamitado porque los bancos centrales están llevando las tasas a una nueva cima. La pregunta a día de hoy, ¿acaso ningún banco central vio venir la que iban a liar con las posiciones de los bancos de inversión y la banca comercial? Tomemos en cuenta que hemos pasado de una política monetaria laxa con tasas cercanísimas a cero a un viraje brusco y eso tiene consecuencias.