94 años de Priato se acabaron con la derrota del PRI el 4 de junio. 94 años equivalen a 3 Porfiriatos, 2 Franquismos y un cacho; y un reinado de Isabel II más 24 años sobrados de tal. Una eternidad de pésimos gobiernos priistas que dejaron exhausto al Edomex. Habría sido una soberana burla que el PRI llegara a 100 años continuos, desgobernando.
El PRI finalmente, fue derrotado en el Estado de México. Es un golpe a su ego, es decirle a sus élites que no pudieron esta vez; no de forma estruendosa si al número de votos nos atenemos dado el abstencionismo, mas fue una elección cristalina en sus efectos, pues solo se elegía gobernador y se echó al PRI de la gubernatura. Mezcla de indignación, hartazgo de tropelías priistas, ineficacia y torpeza del ejercicio del poder. Abusos y privilegios de priistas que no se hartaron de rotarse puestos, empobrecer a la entidad y tenerla en todos los peores índices nacionales. Promesa de cambiar sin hacerlo, 94 años del más putrefacto priismo y anquilosado dominando sus estructuras con sus dineros en paraísos fiscales. Usó todas las artimañas esta vez, a la desesperada y perdió. Enhorabuena. Lo de Edomex es una derrota al PRI más cerril y dinosáurico. Merecido.
Sí, la derrota del PRI abre tres escenarios. De entrada, perderá el acceso al erario, que es lo que duele. Acompañado de perder prebendas y tal. En segundo lugar, los distintos grupos políticos, empresariales, tendrán que caminar con el gobierno morenista o, un tercer escenario es que el PRI y tales sectores boicoteen a la gobernadora. Ella tiene un trabajo descomunal para fumigar el Estado de México y tiene a su favor solo un año y fracción nada más del gobierno lopezobradorista. Hay que ir a marchas forzadas.
La derrota priista quebrará su estructura como sucedió al PRI nacional mientras no tuvo la presidencia de la República, porque eso de perder el erario, duele. La ideología no importa, el PRI la perdió hace mucho, si es que alguna vez la tuvo. Y sí, el PRI de momento se queda con dos estados, nada más y ambos en alianzas. Debe repartir. Eso lo desdibuja, enormemente. Y era impostergable la derrota si se partía de una mala candidata y un pésimo partido, promesas al por mayor incumplidas sexenio tras sexenio y un priismo corrupto apadrinado en Toluca, antes echado de todas partes y solo cobijado ahí. Y 94 años que no son poco y que pretender no dejar de mamar de la ubre era no solo grosero, sino desfachatado y desvergonzado. Del Moral, señalada de severa corrupción, pagó, sí, los platos rotos y, encima, acusada de ser parte de una trama de desvíos que ahora tendrá que enfrentar. Su insoportable socarrona expresión, quién sabe si resista. Y cuando el PRI pierde, México gana y otra vez es el caso.
El gran perdedor es, aún más que el PRI, el PAN. Apostó su escaso capital político en Edomex y lo perdió todo. Por venderse a una candidatura fracasada de origen y corrupta, por alejarse de la ciudadanía, por dedicarse 6 años a quemarle copal a Del Mazo, rezar mucho, literal, para que no ganara Morena y a insultar a López en vez de crear una agenda interesante, incluyente, propia y, desde luego, ganadora. Con Marko Cortés eso será imposible. Los panistas pueden seguir igual de necios. Han perdido en Edomex no solo el acceso a esa gubernatura, sino el control en gran medida de un presupuesto interesante, un padrón electoral necesario y que su campaña de difundir odio fracasó otra vez. No supo ni quiso leer la realidad, no se solidarizó con la gente harta del PRI, prefirió el PAN servir de aval, alcahuete y tapadera de las corruptelas del PRI, y de Del Moral, que no son menores, y el 4 de junio lo perdió todo. Eso que lo sepa el PAN antes de hacer cuentas alegres en Coahuila. Lleva un rato pensando en que es amado y cada elección le demuestran que no lo es. Y Cortés se seguirá contando el cuento de que es un magnífico dirigente, sin serlo, por lo de Coahuila. El PAN se pudrió y está en el hoyo. Bien ganado.
Lo ocurrido compromete alianzas fracasadas, demuestra que la estrategia de Claudio X. González es fracasada; que difundir mentiras, odio y miedo como lo hizo el PAN y como en 1994, 1997, como en 2000 y 2006 lo hizo el PRI, fracasó otra vez. Que lo peorcito sigue en el PRI y que solo hay un PRI, el de Insurgentes Norte, el de siempre. Déjense de zarandajas de que Morena es PRI. Tan no lo es que el PRI ni usaba el logo del PRI, marca detestada y rechazada por tantos al grado de mejor ocultarlo. Ya usurparon la bandera, ya usurpaba Del Moral al color rosa. No les funcionó. Cometieron error tras error. Y si fueran lo mismo ¿por qué tanto enojo siempre del priismo al triunfo de Morena, balbuceando críticas? Será que solo lo del PRI vale, cosa que los vuelve perdedores. No está para imponer nada.
Una elección dispareja que implicaba que el PRI y sus aliados impresentables pudieron accionar palancas y compra de votos, agresiones y amedrentaron población. Un abstencionismo del 50 % advierte que todavía hay que trabajar mucho para que la ciudadanía tan erosionada con 94 años del PRI, sea más proactiva. Quien ganó ojalá que termine con el aberrante centralismo de Toluca y el PAN que deje de regodearse en que gana un corredor azul que no es el Edomex al completo –del que desconoce todo, por lo visto– y la elección demostró que las siglas PRI están acabadas, repudiadas, como que ni las usaban. Perdieron los que se sintieron dueños del Edomex, los que han creído siempre que tenían todo para detentar eternamente el poder. Eso si hace estrepitosa la derrota del PRI. Y ya era hora. Y el PAN entregó Edomex al PRI en 2017 contra los mexiquenses.
¿Escenarios? todos, mas por favor dejemos el sobado comparativo y el cliché asaz inexacto de que quien gana Edomex, gana la Presidencia. No es así. Hagamos un repaso:
93 ganó la estatal el PRI, en 94 también la presidencial
99 ganó la estatal el PRI, en 2000 la presidencial el PAN
2005 ganó la estatal el PRI, en 2006 la presidencial el PAN
2011 ganó la presidencial el PRI, y en 2012 la presidencial
2017 ganó la estatal el PRI, en 2018 perdió la presidencial
Así que es muy variopinto el parámetro y cada elección tiene sus peculiaridades. Jugar con la guapura de Peña, su única gracia, o la aplanadora en 2011 o 17, esta vez no alcanzaron. No leyeron bien, la gente estaba harta del PRI mexiquense. Qué lástima que los panistas fueron igual de ciegos. Y al PRI se le acabaron las tretas y la clase política. Quedaba Del Moral. Ya de perdis. Y no, quien gane Edomex no tiene garantizado nada hacia adelante. Ni siquiera es proclive a ganar la Presidencia. Sí implica contar con redes de apoyo. Eso sí.
Morena iba contra todo el apartado. Que no se hagan las víctimas los aliancistas. De últimas, las palabras de Paredes hablando de democracia o como las de Enrique de la Madrid, huecas como siempre en plan verborrea priista, o la mentira de Madrazo queriendo desvirtuar en el día de la elección, acerca de que Morena no encabezaba encuestas o de periodistas elogiando a Del Moral en la jornada electoral, no pudieron afianzarla. Dejar sola a Del Moral a reconocer su derrota, ha sido de una cobardía total de los 3 dirigentes de su frankeinsteniana alianza, esa donde el PAN quiso tapar las corruptelas priistas purificando a Del Moral y, encima, dando respiración artificial al PRI. Se colocó en el lado equivocado de la Historia. Demostró que no es mejor que Morena. Las truculencias de los medios opositores, los exhibió otra vez.
Sí, merece analizarse las cuentas. No salió a votar el 50 %. Ellos sabrán la causa. Si alguien ofreció mover gente, no lo consiguió. Si la gente no estaba identificada con ninguna candidata, ergo, la clase política debe trabajar el tema. Sí, hay hartazgo en Edomex y en el país. Ni opositores ni Morena la tienen, pues, ganada –esencia de la democracia– y todos tendrán que leer bien y en ganarse al electorado. Eso sí, a la Alianza seguir con campañas del miedo no le está funcionando. A Morena, el capital político de López Obrador se le está terminando. Y sí, movilización de electores sí fue igual a derrotar al disciplinado PRI. Y la derrota priista en Edomex es un golpe certero a su estructura nacional y psicológico.
Y sí, para ofenderse como Viggiano conque el gobierno federal ayudó a Morena, o lo hizo Del Mazo, no cabe si antes no le ofende las tarjetas rosa de Del Mazo, que eran clientelares o los empleados municipales de Tlalnepantla y Naucalpan bajo Alianza, involucrados ilegalmente en dar apoyos en plan campaña. Que su indignación sea pareja o mejor guardar silencio. La estafa en que está implicada Del Moral la desacredita para siempre. Y sobre todo, que reconozca que el PRI es pésimo gobernante y merecía ya perder. Y en efecto, el priismo neció en 2017 prolongando su agonía con Del Mazo, lo que es una vergüenza: nado de a muertito. Perdió su estado para su partido. De haber aceptado perder el PRI en 2017, acaso hoy hablaríamos de alternancia y su regreso. Quién sabe, igual y Del Moral aporta algo interesante estos 6 años, no como la grisura panista de Vázquez Mota, y si Delfina no funciona, pueda ganar en 2029 sin la soberbia priista que la vistió. Y que Morena tome nota. ¿El Estado de México no se toca? ¡ja! Ya vieron que sí.
Manuel Clouthier –que nada aporta a la Patria y vive del apellido de su padre– ha soltado el disparate diciendo que el PRI más corrupto deja el lugar a uno más. Pues… que se muerda la lengua, que el PAN era aliado de ese PRI corrupto. Tampoco era loable y habría sido alcahuete de ganar Del Moral. Se disparó en el pie y a la memoria de su padre, que no lo merece. El PAN traicionó a Maquío aliándose al PRI. Y a la gente también la traicionó con esa alianza. Quienes auguraron la derrota de Morena y de ahí a la Presidencia, hoy parten de cero. ¡Ah! y sí, a Delfina le falta pulirse. Oratoria, capacidad de negociación y gestión. Sí, hay que trabajar eso, que también cuenta. Agradezco su atención a esta serie.