Sucesión 2024: la oposición cacareó un huevo y puso una piedra

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Tanta expectación intentó levantar, tanto criticó a su adversaria Morena, tanto se la pasó 5 años con su discurso de odio, su negativa a toda iniciativa del gobierno morenista y a infundir miedo en la gente conque Morena nos volvería Cuba y es una comeniños, para que después de tanto cacarear un huevo para el 26 de junio, saliera la oposición rancia y de cartuchos quemados, a refrendarnos que es rancia y de cartuchos quemados. O sea, Carece de candidatos para 2024. Ya lo sabíamos.

El 26 de junio se demostró otra vez al pueblo de México que tenemos, que es una oposición mangoneada y a las órdenes del dedo elector, dedazo, pues, del impresentable Claudio X. González, incapacitada para renovarse, imposibilitada de ofrecer algo mejor que Morena, porque eso significaría renunciar a sus prerrogativas y a sus abusos de siempre; y que está anquilosada, porque ofrecer por opciones al transfóbico Quadri, al muy cuestionable De la Madrid, a Paredes y a Guajardo o Gurría presentes en el evento de presentación de un frente que se va de frente, solo denota de la oposición su vetusta oferta y su corrupción desmedida, imparable e incorregible. En los medios, cacareaba Zambrano que le dicen a Morena que no es la dueña de México. Vamos, es que está opción de la que Zambrano es parte, ya lo fue y no se resigna a lo perdido. Tampoco son los dueños, pese a que se ostentan como tales. Y que Zambrano no lo olvide.

Y es que aceptemos y corroboramos que 5 años se le fueron a la oposición (sí, llamada por ciertos grupos como #poposición) en abrazar causas perdidas como Chalecos amarillos defenestrada o suponer que puede asaltar y secuestrar para su beneficio el 26 de junio a la expresión “sociedad civil”, que le viene guanga, que le viene grande de toda la vida y con la que jamás se ha aliado ni lo hará, porque a esa clase política del PRI y el PAN les viene siendo de siempre, bastante indiferente. La grotesca presencia de grupúsculos en el acto de lanzamiento de ese frente amplio opositor que no la representan ni la cobijan, resulto eso: grotesca. Una burla en toda regla a la amplísima sociedad civil allí no representada ni de broma.

No mencionamos al PRD, porque el PRD y Zambrano, exactamente como Alito, son un pésimo chiste mal contado. El rictus de Zambrano es elocuente con su incapacidad recurrente para esbozar ideas coherentes.

Total, que la oposición se vio incapacitada de mostrarse mejor que Morena. Apuesta a un fracaso, que sería. Rezongan sus corifeos conque hay visos de triunfo. Mal harían en llamarse a fracaso, que a eso suena en realidad el acto del 26 de junio, pues llamarse a fracaso queda para quienes no tengan ningún interés en ser parte de su vetusto proyecto y no tengan la necesidad de aplaudírselos por ser tan antidemocrático tales opositores, como lo demostraron ser en el acto del 26 de junio. Y de ahí la objetividad de toda valoración a su intentona. Así, pues, la oposición a Morena salió con la innegable batea de babas de un proceso solo de filtros y de notables, como la junta que fue a buscar a Maximiliano y repleta de impresentables de cabo a rabo; con un proceso cerrado en realidad a los ciudadanos que dice convocar, si se mira con lupa, pues los filtros sutiles demuestran claramente que no cualquiera se apuntará a votar, que cerrarán filas contra quienes a su leal saber y entender no sean apoyo real a su causa de élites y que filtrarán a la gente, lo que es inaceptable si fuera un verdadero proceso libre, para luego entregar el resultado tan parcial como amañado de toda consulta, a los partidos mangoneados en definitiva por Claudio X. González, para que después solo él elija al candidato y lo venda como su voz cristalina mencionando su excelso nombre y sentenciando a quien no esté de acuerdo. Ya amenazó el año pasado con cursar listas de opositores en una verdadera y elocuente emulación de la Alemania nazi. ¿México necesita de todo eso? desde luego que no.

El cuestionable y rebuscadillo proceso selectivo de candidato mostrado el 26 de junio, es tan malo que resulta incalificable para la democracia moderna mexicana que no merece esta oposición tan rastrera y extraviada. Por cierto, pinta la primera etapa del proceso a callejón sin salida. Reunir 150 mil firmas. Claro, Guajardo, tan ajeno a las masas, a ver si las consigue y a ver si el brazo del PRI no retaca de votos a sus muchos priistas apuntados. La lógica es que avancen los que sean populares, dicen. ¡Ja! Vaya reto en esa caterva de impresentables. Será divertido ver quién dice que es popular. ¿Santiago Creel, que jamás ha ganado una elección directa o Paredes, derrotada en las más recientes directas? ¿Gurría, que no sabe cómo se come eso de elección directa? ¡anda ya! La oposición pretende tomar por tonto al pueblo de México, no cabe duda. Y si todos reunieran las firmas, menudo embrollo.

El anuncio del mentado frente va cargado, para variar, de soberbia y odio y adoleció de los mismos defectos y errores que posee la oposición de cara a las elecciones de 2024. Enlistemos de nuevo estos errores cometidos por ella otra vez, otra vez, por enésima vez. Cometidos porque la oposición del 26 de junio no termina de aprender del 2018 y no puede hacerlo, porque se terminaría de desdibujar. Presenta otra vez los mismos rostros, mismo discurso. Repitió la carencia de propuesta (qué sí, qué primero la propuesta y luego, el candidato) y uso el mismo lenguaje: sacar a Morena del “poder” rechistaba a José Cárdenas, Marko Cortés sin poder balbucear porqué hay que votar a su fórmula o porqué su fórmula sería mejor que la de Morena. Se vuelve a equivocar pensando que si no construye una agenda diferente y propia sin mangoneos de Claudio X. González, no ganará. Se equivoca de nuevo creyendo que la gente votará sin importar el adefesio que muestren. Vamos, Guajardo y Creel ponían cara de mendigos yendo a buscar una oportunidad con el gran elector que es Claudio X. González. En sus rostros no apreciamos oferta alguna al pueblo de México, porque carecen de ella. Alguien dijo que el proceso evitaría que se cuelen de Morena a votar por tal o cual aspirante. ¿Cómo van a saber si es de Morena si el voto es secreto y ciudadano? ¿es que los dados ya están cargados?

El error del PAN de seguir con el PRI pensando qué si no, no ganaría. Podría ganar con una agenda propia, inteligente y retadora, aportadora y sensata. Pero el panismo más rancio mejor se queda con Marko Cortés y a las órdenes de Claudio X. González. Se gana no recibir ni un voto.

Los errores los repiten: Claudio X. González negando ser el factótum y atendiendo a los medios, mientras es señalado por el mismo presidente de México de ser el factótum que es y que dirá el nombre del elegido solo por él. El Señor X lo niega, pero no se despega de su sitio prominente mangoneando el proceso. Otro error opositor es decir que PRI, PAN y PRD van de aliados de la “sociedad civil”, y salen a dar la cara por algo tan extenso e inatrapable en tal expresión, con 4 extraviados que, desde luego, son de muy dudosa representatividad. Sí, una tal Paulina Amozorrutia dijo que ya esa sociedad civil está “hasta la madre” (provecho)  de los cálculos políticos de los partidos políticos, pero eso no la convierte en la representante de la sociedad civil. Amozorrutia como si hablara con las paredes. La verdad es que la alianza de Vamos México pretende secuestrar también el concepto. No acaban de entender 2018. Y se insiste en crear un frente amplio, dicen. ¿De amplios intereses? No, eso es solo un discurso. Intereses, pocos, bien atrincherados.

Total, que la oposición cacareó un método de selección de candidato que se quedó en humo. Que debatirán, dicen. Pues a dar vueltas sobre lo mismo, entonces. Que la convocatoria está abierta, dicen, y salen los mismos nombres impresentables de siempre. Han generado escarnio público y al autor de esta columna, verdaderos bostezos. Mal proceder, mala opción es la oposición en México en el verano de 2023.

Esto le pasa por comer la sopa boba por 5 años. En las réplicas y las reacciones generadas por la presentación de su “proyecto de selección”, Zambrano, el que representa a nada y nadie, al que la Patria no le recuerda un solo aporte y podemos preguntarnos porqué seguimos manteniendo a esa rémora llamada PRD que hoy va solo de cachavotos, sale con la gracejada de que Ebrard no tiene ideas. ¡Bendito sea Dios! pontificó ese manantial de ideas luminosas, esa fuente inagotable de ideas que es Jesús Zambrano. Como para ir corriendo a darle el voto pensando en su cara, rostro de futuro y modernidad. Seguro…

Por lo demás, si bien a López Obrador no le falta razón en todas sus descalificaciones, no es su papel cuestionar el actuar opositor. Por sus obras los conoceréis y los ciudadanos conocen bien las cartas ajadas opositoras. Basta y sobra con eso.