El presidente Andrés Manuel López Obrador, recordó durante “la mañanera” >del 30 de octubre< que algunos expertos dijeron que la caída económica sería en forma de “L”, que la actividad se íbamos a caer y se quedaría así por bastante tiempo; pero afirmó enfáticamente que:
- “Afortunadamente lo que está sucediendo tiene que ver con nuestro pronóstico. Caímos en el segundo trimestre, fue el peor, abril, mayo y junio, pero ayer en la noche ya se registra una recuperación del 12%, que tiene que ver con el trimestre de julio, agosto y septiembre”. Y abundó sobre el tema, “afirmando que la actividad económica se está reactivando tal y como él lo pronosticó. Estamos ya creciendo, nuestra economía se está recuperando, se está cumpliendo nuestro pronóstico de que íbamos a caer por la pandemia, pero que íbamos a recuperarnos pronto, que iba a ser una V”
Es frecuente que el Ejecutivo Federal interprete erróneamente la información económica o la desdeñe, diciendo “que tiene otros datos”, en este caso, está equivocado y minimizando la profundidad de la crisis, lo real es que la economía mexicana mantiene un débil desempeño, como lo muestra con claridad, el Sistema de Indicadores Cíclicos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), e incluso volvió a registrar un retroceso en agosto, para mantenerse muy por debajo de su tendencia de largo plazo.
Sobre la recuperación de 12% que menciona el presidente López Obrador, se trata del indicador del III trimestre, que, si lo vemos anualmente, significa que estamos en una fuerte contracción económica, de -8.6% del Producto Interno Bruto (PIB) y volvió a registrar un retroceso en agosto, de 0.05 puntos, con lo que sumó 15 meses consecutivos de disminuciones, y se ubicó en 99.23 puntos, su menor nivel desde septiembre del 2010.
Esta tendencia negativa del indicador citado, desde meses atrás, confirma la pérdida de dinamismo de la economía mexicana, lo cual parecería contagiarse para el segundo semestre del año, por lo que no hay “una recuperación de la actividad económica” ni menos “ya estamos creciendo”, como lo afirma el presidente López Obrador y mucho menos, se está cumpliendo su pronóstico de “recuperarnos pronto y en forma de V”; todo eso es falso, ni crecemos, ni nos estamos recuperando y tampoco será en el corto plazo.
El Índice Global de la Actividad Económica de México (IGAE) aumentó 1.1% en agosto, respecto al mes previo, según cifras ajustadas por estacionalidad del Inegi, después de la caída histórica en abril, de 17.5%, por los efectos del coronavirus, este índice registró una recuperación de 8.9% en junio, pero se fue aminorando su impulso, pues en julio fue de 5.7% a tasa mensual. Por lo que el IGAE aún se ubica en niveles similares a los observados en marzo del 2014, mientras que las cifras oportunas de septiembre apuntan a un menor dinamismo para ese mes.
En lo referente por sectores o grupos de actividades, tenemos lo siguiente:
- Las secundarias se incrementaron 3.3%, su menor avance desde junio, cuando escaló 18.1%.
- Las terciarias ascendieron 0.4%
- Las primarias disminuyeron 5.9%.
Desplome del sector servicios
Para el sector servicios, se presentaron cifras negativas desde agosto, como:
- El comercio al por menor, que se contrajo -1.4% mensual
- Servicios financieros e inmobiliarios -0.6%
- Servicios profesionales y de apoyo a los negocios -2.9%
- Servicios de esparcimiento y deportivos -0.3%
- Servicios gubernamentales -1.1%).
Un aspecto que vale la pena destacar y que es muy preocupante, es que el crecimiento de la actividad económica de agosto fue el muy lento avance de tan solo 0.4% en las actividades terciarias, es el grupo de actividades de mayor ponderación dentro de nuestra economía, por los empleos indirectos y la derrama de recursos a escala local o regional.
En este sentido, observamos que el sector servicios aún presenta presiones significativas y tiene que ver que muchos negocios también están en un proceso de reapertura paulatina, además de que la demanda no ha tenido una recuperación importante.
Las cifras de consumo y servicios sugieren que las condiciones para el crecimiento interno aún son frágiles a pesar de la reapertura económica y la paulatina reactivación del empleo, más aun, que no se descartan riesgos a la baja para el crecimiento ante la posibilidad de observar nuevos paros en actividades focalizadas a partir de noviembre ante una aceleración en los casos de coronavirus.
La economía mexicana continúa con un débil desempeño, de acuerdo con el Sistema de Indicadores Cíclicos del Inegi, mostró que el indicador coincidente, el cual muestra el estado general de la economía mexicana, volvió a registrar un retroceso en agosto, para colocarse por debajo de su tendencia de largo plazo >gráfica El Economista<; el retroceso del mes fue de 0.05 puntos, con lo que sumó 15 meses consecutivos de disminuciones, y se ubicó en 99.23 puntos, su menor nivel desde septiembre del 2010.
Lo que nos está mostrando realmente el IGAE es un arrastre económico que proviene de Estados Unidos, por la estructura en la que nosotros estamos ligados en términos de cadena de valor de remesas y la recesión económica que se ha profundizado, así como la segunda ola de contagios del Covid-19, que también ha impactado a las bolsas de valores a escala global.
otros elementos”, señaló.
Comparación de la variación trimestral versus la anual
El IGAE es un indicador que permite conocer y dar seguimiento a la evolución del sector real de la economía en el corto plazo y a tasa anual, el índice registró en agosto una caída de -8.6%, acumulando 16 meses en terreno negativo; es decir, el indicador sigue desacelerando su contracción desde su caída histórica en mayo, cuando bajó 21%.
El Indicador de Confianza Empresarial también cayó -0.17 puntos, así como el Índice Standard & Poor’s, con una disminución de -0.02 puntos.
Para el próximo año, BBVA México estima que la economía crecería 3.7%, asumiendo disponibilidad de la vacuna en la segunda mitad de 2021, pero la lenta recuperación del ingreso disponible de los hogares, la prolongación de la pandemia y la debilidad de la inversión seguirán obstaculizando el crecimiento en el futuro; más aún cuando los pronósticos de contracción económica del PIB, se ubican entre -10% y -12%.
Como podemos apreciar en esta gráfica, como a partir del primer trimestre del 2019, con el arranque de la administración del presidente López Obrador, la economía mexicana se empezó a contraer y dejamos de crecer, por malas decisiones de políticas públicas y cambio de reglas para las inversiones, generando incertidumbre jurídica, así como dilapidando el patrimonio de los mexicanos.
Finalmente, el presidente proclamó que el reciente rebote del PIB, de 12% en el tercer trimestre del año respecto al segundo trimestre, indicaba que ya estábamos saliendo de la crisis por la pandemia, que ya se había iniciado la recuperación económica y como él lo había pronosticado, esta sería en forma de V; todo ello, nada más lejos de la verdad y una fuga mítica de la realidad.
Antes de la pandemia, las malas decisiones en política económica durante 2019, por parte de la administración del presidente López Obrador, causaron que se perdieran más de 2.5% del PIB que dejo Peña Nieto y que, a final de año, se ubicara en –0.03%; es decir, la economía ya estaba contrayéndose antes del Covid-19.
El mandatario, paso por alto la caída del segundo trimestre respecto al primero fue -17.1%, si el gobierno hubiera querido una cifra un tanto más cercana a la realidad, y sin temor a equivocarse, bien pudo haber elegido un segundo porcentaje que también dio el Inegi: -8.6%, que fue la contracción que tuvo el PIB del tercer trimestre de 2020 comparado con el PIB obtenido en el tercer trimestre de 2019; lo que da una idea mejor de la magnitud del problema en el que estamos metidos, una contracción de dos dígitos y una muy lenta recuperación hacia el 2025.
El autor es coordinador de Análisis Político de la Revista La Crisis e Indicador Político.
@rafabascal