Que “Alito” honre su palabra de privilegiar la militancia en candidaturas

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En el otrora ‘partidazo’, el Revolucionario Institucional (PRI), militantes hombres y mujeres quieren que el dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas (“Alito”), cumpla su palabra sobre privilegiar a la militancia en la postulación de candidaturas a los cargos populares para las elecciones del 2024, cuyo proceso electoral está en plena marcha.

Porque las adquisiciones provenientes de otros partidos políticos no garantizan lealtad, ni compromiso con las causas priistas. Así como llegan, se pueden ir en cualquier momento a otra fuerza política o declararse legisladores de bancada independiente.

Y eso no conviene al PRI en la próxima Legislatura, en la cual requiere conformar mayoría junto con los partidos aliados en el Frente Amplio por México. Y si quizá si a duras penas lo podría conseguir en las urnas electorales, las curules se le pueden esfumar cuando quienes lleguen decidan escindirse de la bancada priista por falta de convicción ideológica sólida, convicción que sí tiene la militancia orgánica, dicen.

Bueno, es relativo. Porque ha habido cuadros con toda una vida de militar en el PRI que se han ido a Movimiento Ciudadano o a algún partido de la “Cuarta Transformación”: Morena, PVEM, PT. Ahí están los más recientes casos de senadores a los que luego sin materia expulsó la cúpula priista (ya para qué, si ya no estaban).

Bueno, esas renuncias fueron provocadas por ese difícil carácter (casi de tirano) de Alito que maniobró para prolongarse el periodo en el cargo de dirigente, que no hizo caso a un grupo de senadores inconformes con la forma y el fondo en la toma de decisiones en el PRI, etc. Quizá los dimitentes abandonaron las filas priistas con el dolor de su corazón.

En fin. Que militantes priistas, hombres y mujeres, quieren que Alito honre su palabra respetando la militancia probada en la postulación de candidaturas a senadurías, diputaciones federales, diputaciones locales, presidencias municipales, alcaldías, gobiernos locales, para las elecciones 2024.

Y en ese sentido tampoco ven con buenos ojos las herencias, familiares consanguíneos o políticos que son promovidos a cargos populares como si la militancia de los padres valiera igual para los descendientes, que ni una hora han volanteado o no han sido por lo menos representantes de casilla, sino que salen de los colegios directo a candidaturas seguras.

El PRI debe privilegiar, dicen, a las y los militantes que han estado en y con el PRI en las buenas y en las malas haciendo trabajo político. Que ya les toca cosechar aunque no sean los mejores tiempos del Revolucionario Institucional…cosechar al menos la postulación, con suerte y ganan o entran por número de votos.

Tampoco se trata de relegar a nuevos ingresos o a simpatizantes cuando se ha dicho que el PRI debe de abrirse a la ciudadanía. El PRI atraviesa momentos en que necesita candidaturas de militancia probada y también de ciudadanía, lo cual depende de las circunstancias, de los perfiles, de la trayectoria y hasta de la historia política de los prospectos. En fin.

 

CASO OAXACA

Hasta hace unos días sonaban tres nombres de mujeres para la candidatura propietaria a una de las dos fórmulas oaxaqueñas al Senado de la República, por el PRI: Liz Concha Ojeda (diputada local), Carmelita Ricárdez Vela (dirigente cenopista), y Eufrosina Cruz Mendoza (diputada federal, ícono en la lucha del reconocimiento a los derechos político electorales de las mujeres indígenas y ex panista).

Pero de pronto se ha escuchado el nombre de Sofía Castro Ríos, ex diputada federal, ex diputada local y ex funcionaria local y federal. Y quizá suene de aquí p’al real, porque en política es de armas tomar, arma debate y se pone al tú por tú. Por cierto, su forma de hablar es bastante similar al de la virtual candidata presidencial del PRI-PAN-PRD, Xóchitl Gálvez, aunque más bronca.

Sonará si acaso va en serio su participación en el proceso interno para seleccionar candidatura.

Sin embargo, el que en el rejuego político haya salido el nombre de Sofía Castro encuadra en la lógica de la palabra de “Alito”: Privilegiar la militancia en la postulación de candidaturas para los cargos populares a disputarse en el 2023.

Ninguna de las cuatro mujeres oaxaqueñas tiene peros en su trayectoria política.

El ‘pero’ que ven cuadros priistas (hombres y mujeres) es que si el PRI postula a Eufrosina corre el riesgo de quedarse sin senadora en caso de ganar o de entrar por primera minoría como ocurrió en el 2018 cuando sigló al cuadro priista como candidatura del PVEM en la coalición de ese entonces.

En el argot Xóchitl, el Revolucionario Institucional la ‘pendejeó’ en ese proceso electoral. No así el cuadro político, Raúl Bolaños Cacho, que lo único que hizo fue respetar los términos del convenio de coalición firmado por el PRI y el PVEM en el 2018. Incluso, la misma dirigencia priista de entonces pudo haberle dicho: ‘Quédate en la bancada Verde, porque así aparece en el convenio.’

Por cierto, en esa elección Sofía Castro encabezó la segunda fórmula de candidaturas al Senado, pero ante la derrota de la coalición priista no entró; solamente entró la primera fórmula como primera minoría.

Visto al tiempo, entonces para la elección del 2024 ¿iría Sofía Castro porque se la deben? ¿Por qué creó un mejor derecho que las demás mujeres priistas oaxaqueñas?

En el caso de Eufrosina Cruz en los círculos políticos locales se desconoce sí se afilió al PRI luego de que el PAN la expulsó por haber respaldando a José Antonio Meade Kuribreña, candidato a la Presidencia de la República en el 2018. Después el entonces gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, la incorporó a su gabinete como Secretaria de Pueblos Indígenas, y en el 2021 el Revolucionario Institucional la postuló como candidata plurinominal a la diputación federal.

Claro, para obtener la postulación del PRI no se necesita ser militante, pues este partido a veces abre sus procesos internos a simpatizantes.

No obstante, el priismo orgánico local teme que si Eufrosina Cruz es postulada al Senado por el principio de mayoría relativa por la coalición PRI-PAN-PRD como candidatura priista se quede en la bancada de Acción Nacional. Y fundan más su temor por su cercanía de ella con Xóchitl Gálvez y Margarita Zavala, sobre todo porque últimamente ha subido a redes sociales fotografías con ambas en distintos actos políticos, aunque también aparece con Carolina Viggiano.

En fin. A Ver qué deciden en el otrora ‘partidazo’, cuyas candidaturas dependen en parte de los términos de la coalición con el PAN y el PRD.

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