Quien quiera seguirle el pulso a la Nación, no debe despegarse de lo que hoy se hace y dice en el Senado de la República.
Localizada su sede en el vértice de la capital del país, en la esquina sin duda más importante del Paseo de la Reforma y la Avenida de los Insurgentes, en la Cámara Alta se tramitó ayer por la mayoría de Morena, PT, Verde casi en fast-track, o como va, o en caliente, sin tocarle una coma, el proyecto para la muy controvertida desaparición de los 13 fideicomisos del Poder Judicial de la Federación y así darle al presidente Andrés Manuel López Obrador 15 mil millones de pesos para que los queme en lo que quiera.
De nada valieron los argumentos y pruebas de la oposición PAN, PRI, PRD, MC y Grupo Plural, ni de los cinco o seis inconformes internos encabezados por el monrealista Alejandro Rojas Días Durán para siquiera sembrar la menor duda respecto de las consecuencias que tendría entre los 50 o 60 mil sindicalizados del Poder Judicial esta extinción de sus fideicomisos pensionarios.
El trámite de desaparición, que para muchos fue cumplir un capricho legislativo inconstitucional más para satisfacer al presidente Andrés Manuel López Obrador, corrió al parejo de otros hechos entre ellos el de la incorporación del doctor Carlos Urzúa, primer secretario de Hacienda de AMLO, al equipo de Xóchitl Gálvez, virtual candidata presidencial del Frente Amplio Va por México.
URZUA VA CON XÓCHITL
Al dar a conocer esta incorporación, la senadora hidalguense relató que ella y Urzúa se conocen desde hace años, y que él la ha ayudado a atender problemas en comunidades indígenas.
De entrada, Urzúa le entregó, dijo la candidata, un documento importante sobre economía que les va a servir mucho para el diseño del Plan de Gobierno que realiza José Ángel Gurría, dijo.
Ni que decir que el exprimer secretario de Hacienda de AMLO llega con una experiencia e información privilegiada que apoyará a ganar para Xóchitl y la oposición la Presidencia en 2024.
Urzúa es la primera gran adquisición del Frente Amplio Va por México de entre los arrepentidos del círculo más íntimo y cercano del tabasqueño convertidos ya en duros críticos de su exjefe.
La senadora Gálvez se reunió ayer con él en un restaurante de la colonia Roma, no lejano del Senado, donde conversaron y acordaron la incorporación del exlópezobradorista a su equipo sin definir posición o función en el Frente Amplio.
Luego, en una conferencia de prensa en el Senado, ella diría:
“… para mí es un gusto que haya aceptado ser parte de este equipo, es un ciudadano sin partido político, con mucho talento y mucha capacidad, desencantado como miles de mexicanos que creyeron en AMLO y que se alejaron porque su proyecto no cumplió las expectativas que tenían…”, subrayó.
Ahora falta saber qué opinan de esta adquisición los dirigentes del Frente Opositor, los dirigentes del PAN, PRI, PRD –Marko Cortes, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano– y de las organizaciones de la Sociedad Civil, como Claudio X González.
¡AGARRÓN!
Como si fuese un circo de cinco pistas, el recinto legislativo vivió ayer también lo que se conoce como “una encerrona candente” en la que los cerca de 60 senadores de Morena analizaron, debatieron y se confrontaron sobre el tema de la invitación y desinvitación a la presidenta de la Corte, la ministra Norma Piña a presentarse a la cámara alta a exponer y defender sobre la extinción de los 13 fideicomisos del Poder Judicial de la Federación.
Se escucharon posicionamientos diversos, en pro y en contra, pero luego como ocurre en estos encuentros toda la atención se la llevó la casi confrontación física de los senadores César Cravioto, suplente de Martí Batres hoy jefe de Gobierno de la CDMX sustituto de Claudia Sheinbaum y Alejandro Rojas Díaz Durán, suplente de Ricardo Monreal.
Los dos sustitutos sorprendieron hace unos días no sólo a sus compañeros de bancada y a Eduardo Ramírez, presidente de la Junta de Coordinación Política y a Ana Lilia Rivera, presidenta del Senado al salir a los medios a “invitar” a la Presidenta de la Corte a presentarse en el Senado a exponer su defensa de los 13 fideicomisos en proceso de desaparición.
La obviedad indica que la invitación lanzada a la ministra por Cravioto era de absoluta e inocultable mala leche, a fin de tenerla enfrente y poder lanzarle encima a la temible y rudísima jauría morenista entre la cual destacan por ejemplo la sudcaliforniana Jesús Lucía Transviña -quien una vez se apareció por ahí pistola al cinto-, quien no tiene empacho en lanzar mentadas de madre a diestra y siniestra, o ese ejemplar de alcances insospechados de nombre Félix Salgado Macedonio, para decirle a doña Norma en su cara todo lo que Andrés Manuel López Obrador ha vertido sobre los ministros desde su mañanera.
Rojas Díaz Durán a su vez pretendía dar una clase de civismo y mostrar que en Morena igual hay quienes respetan a la Constitución y sus instituciones.
La ministra Piña aceptó el reto y abrió la posibilidad de presentarse en el Senado, y solo pidió fuese un encuentro entre poderes cosa que se vino abajo porque tanto Ramírez, presidente de la Jucopo como Ana Lilia Rivera, presidenta del Senado, echaron atrás las invitaciones personales de Cravioto y de Rojas y quizá por considerar que no había las condiciones de un encuentro civilizado desecharon la invitación.
LA DESAPARICIPÓN DE LOS FIDEICOMISOS OTRO HECHO
En este contexto de dichos y hechos senatoriales y electorales, la tarde noche de ayer se tramitó en el Pleno del Senado el dictamen para desaparecer los 13 fideicomisos aprobado días antes en la Cámara de Diputados y así cerrar el trámite para que una vez publicado en el Diario de la Federación, la oposición presente los recursos ante la Suprema Corte para que sus ministros invaliden la disolución por inconstitucional ya que afecta a los trabadores del Poder Judicial de la Federación.
Lo que se dijo una y otra vez sin que nadie, ni AMLO ni Morena escucharan.
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