MORENA Y LA NOCHE DE LOS CUCHILLOS LARGOS

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Uno de los más importantes eventos criminales de Adolfo Hitler fue llamado así: La Noche de los Cuchillos Largos.  Organizado por la Gestapo, tuvo lugar en una sola noche, la del 30 de junio de 1934.  Murieron por lo menos 85 políticos de primer orden, en la que fue la purga definitiva para afianzar el régimen totalitario.

La noche del 10 de noviembre del 2023 en México tuvo lugar un huracán que barrió con la mitad de la clase política de 9 entidades federativas. No querrían llamaría “de los cuchillos largos”, en cambio, sería un evento democrático y armonioso para repartir las candidaturas. El nieto de Marcelino García Barragán, aquel “héroe” del gobierno que asesinó a cientos de estudiantes, desde luego por orden presidencial, Omar García Harfuch después de una batería de encuestas (acomodadas o no, lo que ya es irrelevante) había quedado como el líder de la numerología, contando además con el apoyo de Claudia -la dueña del bastón de mando, que parece servir de cayado, pero no para tomar decisiones- Su elegido fue derribado -se sospecha que por órdenes puntuales del “preciso- para que ascendiera a los cielos la alcaldesa de Iztapalapa.  Se había dicho que el que ganara las encuestas ganaría la candidatura, pero como en la lucha libre, no siempre se muestran las llaves al principio de la contienda. Una mujer ascenderá al trono (por lo menos como candidata) por ser mujer y con el objetivo de acomodar las calabazas, por si las cochinas moscas llegaran a fallar.

Otro milagro sucedió en la CDMX: el hombre más detestado de México, responsable de las muertes ¿asesinatos? de la era Covid, alcanzó una relevante puntuación, quizá para darle oxígeno, a fin de que reemplace al secretario médico familiar del tabasqueño en el poder. La otra no sorpresa es que el hijo del secretario de Turismo, nieto de María Elena Marqués y del guapo Miguel Torruco, quedó al final: pero dicen que la cola también es punta.

La super secretaria de Energía, Rocío Nahle, adelantó por una milésima al líder de Morena en Veracruz, sin embargo, el dedo de Dios determinó que automáticamente pasara a la candidatura.

En Puebla el asunto está entre Caín y Abel: dos primos hermanos se disputaban la candidatura: uno líder de la Cámara de Diputados, y otro ex líder de la Cámara de Senadores. Aquí no fue un debate de mujeres -o quién sabe- pero el senador, por una nariz, encabezará la contienda por la gubernatura, en tanto que el líder de la Cámara de Diputados definirá su posición este domingo.

Otro cadáver político será “Cuautemotzin White” de Morelos, que se va al basurero, o a lo mejor a una embajada, que bien pudiera ser la de Tepito.

En Guanajuato, el hijo putativo del Señor de los Cielos, quedó en primer lugar, pero como es un caballero, cederá su espacio a una dama de no malos bigotes.

El proceso de Morena: un desastre. Si informan a la nación que los resultados estarán en las primeras horas de la mañana, y a las 12 de la noche aún no terminan las piruetas, no sólo se enfrentan a un fracaso de organización, sino un proceso de “hacer tru-tru” para acomodar los resultados.

Finalmente, el bastón de mando lo tiene quien lo entregó y no deja bien parada a la potencial candidata, doña Claudia, porque hasta las huestes de Iztapalapa se le sublevaron el día de ayer.

En la transmisión televisiva, donde participó al final el triunfador de las encuestas, pero derrotado en el resultado, García Harfuch mostraba un rostro de militar vencido, sin parpadear ni un segundo…la agonía va a ser larga.

Pero el Frente Amplio por México no canta mal las rancheras: Xóchitl Gálvez descalifico al descalificado Alito, y ahora debemos recordarle que fue el impulsor de su candidatura, y de alguna manera será su jefe político de aquí a la elección. Está claro que a Doña Xóchitl se le va el avión, o como ella misma dice, “se apendeja” le pasó con el trabajo -que no tesis- de la UNAM. De pronto sale bailando cha cha cha o mambo en algún evento, dice las malas palabras que no le gustan a los fifís, pero que tampoco le gustan a los proletarios, que tienen una imagen presidencial muy excepcional.  No hay campaña del PRI, del PAN ni el PRD. La vigorosa actividad de la hoy senadora Xóchitl se ha esfumado: ya guardó la bicicleta, ya no toca la puerta del palacio ni se viste de dinosaurio o se encadena a cualquier poste. Tampoco se le ve jugar a las pataditas con el descendiente de Francisco Madero en las noches del Senado.

Este proceso electoral inicia mal. Se nota que son muchos los políticos chicharroneros como candidatos, y pocos los hombres de talento como Cuauhtémoc Cárdenas o hasta como el payasito de Fox que tenía más creatividad en la contienda. Dios nos agarre persignados: estamos terminando un gobierno con el desastre de Acapulco, con una confrontación entre poderes, con un presupuesto autoritario y sobre endeudado y con la ratificación de lo que es este sexenio que se extingue: “El Estado soy Yo”.