El presidente Andrés Manuel López Obrador celebró ayer su cumple 70 con el mejor de los regalos: la pública y absoluta rendición de Marcelo Ebrard a su poder, y el rápido arreglo interno que garantiza candidatos con paridad a gobernador de la 4T, sin conflictos, en 8 estados y la capital del país.
En los hechos AMLO llega así a la parte final de su mandato con todo a su favor. Todo se le alinea para ser quien finalmente logre hacer realidad el tan ansiado Maximato de Plutarco Elías Calles.
Extender su mandato otros 6 años.
Y es que, a empujones y tropezones, a pesar de estadios, salones o auditorios a medio llenar; de mítines que terminan a sillazos entre sus propios simpatizantes, o que otros le ganan las porras de sus bases; no obstante su absoluta falta de carisma y empatía con los posibles votantes, sin poder proponer nada y sólo hablar de que ella va a buscar la continuidad de los programas de AMLO, su candidata Claudia Sheinbaum ahí la lleva.
Hasta hoy, más cerca del fracaso y del reemplazo que del éxito, la exjefa de Gobierno de la CDMX, no ha incurrido tampoco en algún error o desliz de tal magnitud que amerite su sustitución.
Aunque no pocos abogan por eso. Como Jesús Ramírez, por ejemplo.
Cuenta en su permanencia que AMLO confió tanto en sí mismo, de poder sacarla adelante a como diera lugar, que el tabasqueño no se preocupó por construir la opción de un recambio.
Quienes pudieron ser esa opción –Adán Augusto López, Marcelo Ebrard y o Ricardo Monreal– terminaron defraudándolo.
Le habría encantado poder tener en su hijo Andy López Beltrán esa posibilidad. Pero…
En fin, ayer junto con sus festejos cumpleañeros, y el canto de las Mañanitas por parte de sus colaboradores, luego de repartir besos y abrazos por aquí y por allá, el mandatario escuchó decir a su excanciller Marcelo Ebrard que él finalmente se quedaba en Morena, y que aunque aspirará siempre ser presidente de México, por ahora buscará cuando menos ser incluido junto a su grupo en las tareas de Morena, y poder alcanzar algunas posiciones políticas para sus cercanos.
Algo que pudo haber hecho desde el 6 de junio en que se declaró en rebeldía ante el resultado del proceso interno en que se reconoció a Claudia Sheinbaum como la candidata diferida a la Presidencia por parte de Morena, PT y Verde.
Seis meses de amagos con que saldría de Morena y de que presentaría un recurso legal de anulación ante el Tribunal Electoral en contra de esa designación.
Ebrard, acompañado por su esposa, por senadores y diputados afines, y otros colaboradores, finalmente se rindió y anuncio su decisión de quedarse dentro de Morena y en la 4T.
Dijo haber tenido dos conversaciones en lo oscurito durante los días anteriores con Claudia Sheinbaum, para finalmente hincarse y someterse ante ella, a cambio de que la Comisión de Honor y Justicia de Morena reconociera que hubo violaciones en la interna del 6 de junio y la promesa de sanciones y castigo para quienes lo hicieron.
Todo lo demás es rollo: de que Morena se reestructurara para que nunca más se vuelvan a cometer esa violaciones, y de que habrá en el futuro procesos de selección de candidatos limpios. Y más cosas por el estilo.
La amenaza de una ruptura en Morena, de que Ebrard fuese lanzado por MC y de que iría como tercer candidato presidencial para hacerle sombra a Sheinbaum, quedó en el olvido. Todo quedó en un globo desinflado.
UN SENADO EN EBULLICIÓN ELECTORAL
La presidenta del Senado, la morenista tlaxcalteca Ana Lilia Rivera adelantó que al momento unos de 60 senadoras y senadores, de los 128 de todos los Grupos Parlamentarios, han presentado cartas de intención para participar en los procesos internos de sus partidos en busca de la reelección.
Esta es la primera vez que en la cámara alta se da esta circunstancia para ingresar al grupo de parlamentos en el mundo donde políticos reconocidos llegan a transitar hasta 15 o 20 años o más.
En México sólo es posible la reelección de senadores por dos períodos consecutivos. Si se busca una tercera senaduría, se deberá dejar pasar un período para volver a intentarlo.
La senadora Rivera indicó que la reelección, para lo cual ella misma se ha apuntado, se trata de un proceso nuevo en la historia reciente de México, por lo que “serán muy pocos los que no busquen” la oportunidad de reelegirse.
CIBERSEGURIDAD
Un tema de preocupación creciente entre las empresas de todos los niveles y sectores es el de la ciberseguridad.
Especialmente si tomamos en cuenta que México fue el blanco del 66 por ciento de los ciberataques en América Latina entre 2021 y 2022.
Su complejidad y el hecho de que estos ciberataques pueden generarse en cualquier momento y desde cualquier parte del mundo, hacen de la ciberseguridad un riesgo permanente, en especial para las empresas internacionales y sus proveedores, que participan cada vez más dentro del esquema del nearshoring.
Pablo Gutiérrez Salazar, presidente de la Comisión de Ciberseguridad de la Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada, abordó este tema durante el Foro Internacional Ciberseguridad e Inteligencia organizado por la AMESP en coordinación con la Facultad de Derecho y Criminología de la Universidad Autónoma de Nuevo León, donde advirtió que la falta de conciencia en el empresariado incrementa los riesgos en forma importante.
Ser objetivo de ciberdelincuentes ya no es algo fortuito sino un hecho creciente y cotidiano como grave, ya que un ciberataque puede generar la pérdida o el secuestro de información y datos esenciales para la operación y vida de las empresas.
La única solución contra esta amenaza, indicó Gutiérrez Salazar, es empezar de inmediato con el desarrollo de una estrategia de ciberseguridad integral que tome en cuenta prioridades, capacidades, riesgos a corto, mediano y largo plazo en cada empresa.
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