Circulan 4 mentiras opositoras 

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La oposición a Morena inicia el año justo como terminó el anterior: mintiendo. No tiene remedio, ya se ve.  Grave. Lo que desconocemos es si difunde tales mentiras por supina ignorancia o por calculada torpeza –que implicaría ser conscientes y eso es muy grave– o simplemente, lo hace de mala fe. La mezquindad manifiesta en ellos, apunta a esto último. Acaso, y solo por autoengañarse. Después de todo, los opositores a Morena hace años que ya no distinguen la realidad de la ficción por las muchas mentiras que se han contado a ellos mismos antes que a la sociedad informada que, así, los rechaza y los clasifica, catalogándolos acertadamente como lo que son en su comportamiento falaz y, entonces, una y otra vez vuelven a las andadas. Y llegaron a 2024 y no enmendaron.

Así, terminaron e iniciaron el año, esparciendo mentiras y pseudoanálisis y merecen abordarse para situarlas en lo que son: mentiras y de las gordas. Pero ¡ojo! en realidad, sus protestas, sus alharacas no son otra cosa que farsas, porque no gobiernan hoy. Por eso, no nos dejan boquiabiertos. Estamos como siempre ante la simuladora postura priista: si lo hacemos, vale, si lo hacen quienes no son priistas, no vale. Así que mal, mal, mal, van con tanta impostura de su “democracia” los opositores.

Y vamos a las mentiras que ahora esparcen cual engañabobos:

  1. A) Se ha repetido en columnas y espacios informativos que López Obrador –y cuando no él, Morena– destruye instituciones. Por favor. Que se sepa, todas las que enuncian, ahí siguen y en cuanto a las supuestas intenciones de destruirlas no aportan ni una sola prueba. Nadie puede negar que el INE, su cúpula lorencista, despilfarra y despilfarró lo que quiso. Una cosa era que Córdova se defendiera inventándose la ridícula frase “el INE nos une” para distraer la discusión de sus estratosféricos emolumentos y otra bien diferente es que el INE se pusiera o estuviese en riesgo y, mucho menos, que desapareciera. Ahí sigue. Es que no lo permitieron, balbucean. ¡Por favor! menos cinismo. Es que nadie ha intentado destruirlo. Quien sí destruyó su prestigio fue Córdova Vianello, como esta columna lo ha dejado en claro en más de una ocasión y las razones de ello. Mentira opositora similar a la de “López quiere reelegirse” y luego decir: no lo hizo, pues lo impedimos. ¡Ja! Jamás mostraron pruebas de su afirmación ridícula. Y López se irá.

Por cierto, a quienes no les gusta cómo se conduce López con la ley en la mano, recordarles que tal ley la aprobaron PAN y PRI, como la reforma electoral de 2014 o el nombramiento de ministros de la Corte. Sirva apuntarlo por si su ignorancia o su desinformación crecientes los obnubila, repelando. ¿Qué quieren? Se apega a la ley, les molesta. No hay manera de entenderles ni secundarles.  Van con una ignorancia ofensiva de la inteligencia de los ciudadanos libres, repelan de que nombró a Batres. Pues, caray, lo permite la Constitución. ¿Qué problema tienen? El Senado pudo elegir y no lo hizo. Reventaron los acuerdos parlamentarios. ¿Ergo? a tragar con lo ocurrido con la ley en la mano como lo fue.

  1. B) Otra mentira: la opción de Gálvez representa institucionalidad, respeto a las instituciones, estado de Derecho. Decirlo es una contradicción de origen apoyándola el PRI que es todo, menos estado de Derecho. Como la presentan los opositores eso es tanto como decir que Gálvez es luz. Pues no, no es nada de eso. La apadrinada e impuesta por Claudio X. González nos recuerda que jugar a blanco y negro es un error. La verdad es que insistir en ese cuento de institucionalidad, es tanto como regresar a las amenazas opositoras de 2006 y 2018 diciendo que si ganaba la izquierda seríamos Cuba. 5 años y medio después lo sabemos: ni somos Cuba ni se destruyeron las instituciones. Y sí, la Corte es onerosa en las prestaciones groseras que se embolsa. Y, de paso, en conductas poco claras de ciertos ministros que se conducen zopilotescamente en algunos casos contra el interés general y lo saben perfectamente bien. Resultan decepcionantes y patéticos aquellos que llegaron a sus poltronas en sexenios pasados. Por López, dicen, no es que la economía va bien. Respuesta:pero por López tampoco fuimos Cuba. Punto.

  1. C) “El INE peligra por los morenistas” o que buscan destruirlo. Vamos a ver. Tamaña tontería. De entrada, es mucho más fácil identificar a Córdova y su gente manipulando el INE que a Taddei como morenista. Es cosa de ver cómo se expresaba Murayama de ciertos ejercicios constitucionales usando la página del INE contra quienes sí estaban con el INE. Vaya desfachatez e ilegalidad. Hoy pretenden seguir mangoneando al instituto y acorralan a su titular. No quieren un INE independiente y no quieren gente dentro que no sea de su agrado ni de su ralea, como para no saber que tanto él como Córdova o Ugalde descalificándolo a diario, no se resignan a soltar el hueso y que otros lo detenten y lo peor, lo quieren sirviendo a sus particulares intereses. Qué elocuente resulta su proceder. Grave. Eso es lo que enrarece el ambiente y no quienes sí buscan defender al INE de rapaces como estos.

Tal y como están las cosas, hoy es evidente que son los opositores quienes quieren agandallarse el INE. Y eso es grave de cara a 2024. Sume usted el cuento chino de que ya se produjo una elección de Estado, afirman, cuando en realidad su candidata Gálvez es pésima candidata en una pésima opción. Si no se roban la elección, la tienen cruda ganarla. Y ello conduce a la siguiente mentira repetida por los opositores:

  1. D) “Morena quiere aniquilar a la oposición”. ¡Uff! Esta clase de expresiones ya rayan en preocupante carencia de sensatez de quienes las enarbolan. Es una aseveración opositora cual patraña y de una irresponsabilidad total; es, sencillamente, una mentira. ¿Cuáles son las pruebas de su aseveración? Esa aseveración no se pregunta cómo han desgobernado PRI o PAN como para que los electores los echen y les den la espalda en las urnas, como lo hacen y Morena les coma el mandado. Edomex es un buen ejemplo. Mentirían si dijeran que el PRI allí era fantástico. Y se la ganaron. Y los echan con las reglas electorales que aprobaron PRI y PAN y ahora ambos son reticentes a esos triunfos y a la alternancia, porque nunca apoyan la democracia. Y el PRI quiere el poder a toda costa y no se resigna, viéndolo siempre de manera patrimonialista, como un enfermo de tal con 77 años de robarse elecciones presidenciales y como si les perteneciera y solo los priistas tuvieran derecho a gobernar. Sí, dígase de nuevo: ni son los mejores y México ha sido más a pesar del PRI que con el PRI. Y aquello de que el PRI robó más, es indiscutible por montos y años de desgobierno que no hay quién los alcance. Lo saben bien. Así que ni pataleen.

Al final, la verdadera democracia es un péndulo, la democracia real. Hoy, Morena es mayoría en buena medida por los malos gobiernos priistas y panistas  –esa es la causa real de que no sigan– y Morena deberá asumir errores. Es ampliamente probable que pierda puestos con el paso del tiempo, lo que no hará más honrado al PRI, solo será un traspaso de mandos, no se ilusionen. Y es preferible que repita Morena al vacío que pide Xóchitl.

Como priistas y panistas no conocen ni vergüenza ni la autocrítica, les resulta mucho más sencillo decir que Morena quiere acabar con la oposición. No, la oposición se acaba solita, sin ayuda de nadie. Así de lerdos van los opositores. ¿A que suena distinto y más verdadero? Desde luego que sí. Lo demás es contar y contarse mentiras al gusto y al grado de que ya no distinguen realidad de ficción. Es normal y así les va. Merecido, sin dudas.

Por cierto, que los opositores a Morena no olviden que las leyes electorales actuales son obra de PRI y PAN. Si no les agradan esas o la de las prepreprecampañas y demás zarandajas de tiempos electorales, pregúntenle a los partidos que les gusta votar y defienden ¿qué diablos hicieron en 2014? En la misma, que sepan que Gálvez miente (¡vaya novedad!) diciendo que no puede proponer nada. ¡Mentira! sí puede esbozar qué país quiere, lo que no puede es llamarse candidata ni presidenta. Es importante repetirlo porque va fatal, pésimo, sin propuestas y solo rezongando a cada obra del actual gobierno, en vez de mostrarse solidaria y decirnos qué hará con lo que se va haciendo, en lugar de descalificarlo. Pegarle al presidente popular es un error garrafal y ella no entiende que no entiende. Por ejemplo, sale con la gracejada de que frente a EE.UU. no hay que hacer política exterior sumisa. Alude a ¿la del PRI autorizando dispararle balas de goma a los migrantes, con Zedillo? o ¿a la enchilada completa como planteaba Fox por boca de Castañeda? ¡No! señora, los que la apoyan, PRI y PAN, hicieron eso sin sensatez, legalidad y eficacia, lo que, los partidos que la apoyan, nunca mostraron y usted va por las mismas carencias.

En conclusión, porque a falta de propuesta e ideas, los opositores lavan la cara a Gálvez apoyando a la que hizo gelatinas, quiere un México Xingón y no sabe ni cómo se llama el libro que escribió y con eso suponen que ganarán. Qué equivocados. La verdad es que para ocurrencias ya tuvimos a Fox, para ignorantes al priista Peña. Francamente, saquen de la chistera algo más interesante y, sobre todo, que de entrada dé confianza a que puede conducir este país. La incorregible y desbordada frivolidad de Gálvez la descalifica para ello. La oposición deja mucho qué desear con Gálvez, una pésima candidata en una pésima opción que supone solo regresar al pasado, a 2018. ¿Qué pasó? ¿No que era Morena la que quiere el pasado? Ya se ve que no, lo quieren los opositores que no han entendido la más elemental capacidad de configurar una propuesta interesante que mejore la oferta morenista. Sencillamente, no han podido. Es lo normal. Tendrían que renegar de su modelo fracasado y eso ¡jamás! Así les ha ido todo el sexenio y seguirán.