Hay quienes piensen que es muy temprano para hablar de la elección a la gubernatura de Oaxaca 2022. Pero no lo es, considerando que el proceso electoral correspondiente iniciará precisamente en septiembre del año en curso; o sea, dentro de siete meses.
Ahora se habla poco de la renovación del Poder Ejecutivo oaxaqueño debido al tamaño de las elecciones concurrentes 2021, pero no es menos importante que las 15 gubernaturas a elegirse este año; Oaxaca es una entidad clave para el proyecto interoceánico y otros.
Además, se trata de uno de los estados favoritos del presidente Andrés Manuel López Obrador; lo ha visitado más en lo que va de su sexenio que sus tres últimos antecesores juntos, quienes no podían pisar suelo oaxaqueño sin salir corridos por el magisterio.
Magisterio, por cierto, hoy domado. ¿Por AMLO? ¿Por el gobernador Alejandro Murat Hinojosa? ¿Por la pandemia Covid-19? Como sea, pero ya no ha realizado las asfixiantes movilizaciones (marchas, plantones, bloqueos carreteros). Y qué bueno, por el bien de la precaria economía de la entidad, ahora terriblemente castigada por los efectos del virus.
Eso sí, el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) se da vuelo boletinando todo tipo de pago puntual al magisterio, el cual seguramente volverá a jugar un papel determinante en las elecciones concurrentes de este año y en los comicios 2022 a la gubernatura de la entidad.
Una entidad gobernada por un priista: Alejandro Murat, quien mantiene una buena relación con el presidente López Obrador, tanto que en repetidas ocasiones se ha pronunciado a favor de las políticas del mandatario nacional ante la embestida de otros gobernadores.
Ni sus homólogos morenistas han salido a la defensa de AMLO como el priista sin que se vea aún el cariño constante y sonante del Presidente de la República hacia Oaxaca, ni siquiera en la vacunación anti-Covid-19; ha mandado vacunas a cuenta gotas.
En fin, el caso es que en la carrera hacia la sucesión gubernamental oaxaqueña Morena avanza, pues independientemente del trabajo político que realiza el mandatario nacional a base de su presencia, el partido viene haciendo su propio trabajo sin tregua alguna.
Aunque presenta uno de los peores males: División interna profunda.
Aún así tiene prospectos a la gubernatura: El senador Salomón Jara Cruz y la senadora Susana Harp.
Y como la política es de señales, quizá la señal se enfoque hacia Susana.
¿Por qué?
Por dos nombramientos en su persona: Coordinadora para temas de Covid-19 y recientemente como coordinadora de una comisión tripartita para la tarea de revisar los perfiles de las candidaturas a las diputaciones locales y presidencias municipales, que de algún modo ya distribuyó el grupo de Salomón Jara para las elecciones de este año.
Distribución que ahondó la división interna con el riesgo de la derrota de Morena en las próximas elecciones concurrentes, porque los morenistas inconformes pueden saltar a otros partidos políticos como el Verde Ecologista de México, el del Trabajo y Fuerza México, donde esperan los desprendimientos del partido liderado por Mario Delgado.
Una señal más es el nombramiento en la persona de Salomón Jara como Delegado del Comité Nacional de Morena en Guerrero para los comicios 2021; encomienda que lo aleja del trabajo sin descanso que venía realizando en Oaxaca construyendo su propia estructura electoral para la sucesión en su estado natal.
Entonces si Morena aleja a Salomón y acerca a Susana, ¿para quién planea el partido la candidatura a la gubernatura oaxaqueña?
Para Susana. Incluso, en la entidad hasta priistas propalan tal posibilidad. Porque si fuese Jara Cruz, éste llegaría con la espada desenvainada en contra de quienes han integrado el gabinete legal y ampliado del gobernador Alejandro Murat, de quien no iría en contra de manera directa porque es un secreto a voces cierta relación de compadrazgo.
Aunque como en política nada está escrito, el jefe político del morenismo nacional puede tomar otra decisión en cualquier momento; incluso, arropar a Salomón contra viento y marea como lo hace con Félix Salgado Macedonio.
Pero hasta el momento, Jara Cruz ni siquiera aparece en las giras de AMLO en Oaxaca.
¿Y LOS DEMÁS PARTIDOS?
Carecen de cuadros; ni el PRI, ni el PAN y mucho menos el PRD, tienen un solo cuadro natural para la sucesión oaxaqueña a estas alturas.
Tal vez esperen el resultado de las elecciones concurrentes de este año, pero para entonces ya sería demasiado tarde para posicionar una candidatura, pues justo en ese momento prácticamente estaría empezando el proceso electoral local.
El PRI tiene cuadros, si no totalmente arrolladores, sí con cierta presencia, pero no suficiente como para ganar contundentemente la elección a la gubernatura.
El jefe político del priismo oaxaqueño no ha dejado en libertad a los cuadros del PRI para “caminar” –como dicen en el argot político— hacia la candidatura a la gubernatura.
Ah, y puede que dicha candidatura sea para mujer. Por eso Morena impulsa a Susana. ¿Y en el PRI a quién?
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