Ulises Ruiz Ortiz, Eduardo Verástegui Córdoba, César Enrique Asiaian del Castillo, María Ofelia Edgar Mares, Manuel Antonio Romo Aguirre, Ignacio Benavente Torres, Rocío Gabriela González y Fernando Mauricio Chávez, se quedaron en el intento de obtener una candidatura independiente a la Presidencia de la República.
Porque no consiguieron reunir 961 mil 405 firmas de apoyo ciudadano, equivalente al 1% de la Lista Nominal de Electores que pertenezcan al menos 17 entidades federativas, exigido por la ley como umbral mínimo para el otorgamiento de la candidatura por parte del Instituto Nacional Electoral (INE), que seguramente no tarda en hacerlo oficial.
Así que no habrá ni una sola candidatura independiente presidencial.
Y es que en nuestro país aspirar a un cargo de elección popular por la vía independiente es como querer ganar la rifa del avión presidencial: Dificilísimo, empezando por la obtención de la candidatura por el largo, tortuoso y caro camino legal.
La ley está confeccionada con todas las desventajas para quienes aspiran a una candidatura independiente. Lo mismo para quienes llegan a obtenerla. Es una total inequidad respecto a las personas aspirantes en la vía de los partidos políticos.
Tras la convocatoria ex profeso, las personas aspirantes deben manifestar su intención al INE de postularse a una candidatura independiente, manifestación que es condición sine qua non para continuar el procedimiento, debiendo presentar además:
El registro de una asociación civil, una cuenta bancaria y entre otros requisitos un responsable de las finanzas. Todo para efectos de fiscalización como si se tratara de un partido político, pero sin las prerrogativas y demás ventajas de éstos.
Cumpliendo los requisitos, incluyendo los de elegibilidad, la autoridad electoral otorga la calidad de “aspirantes” a candidaturas independientes, quienes entonces proceden a recolectar firmas para reunir el porcentaje de respaldo ciudadano, pero sin financiamiento público, sin acceso a tiempos de radio y televisión y sin realizar actos que parezcan de precampaña.
Nada. Así casi mudos y mancos. Qué sería de tales aspirantes sin las redes sociales, el único medio prácticamente para darse a conocer.
Cumplido el plazo para recabar las firmas, la autoridad electoral otorga el registro a la o las candidaturas independientes que hayan reunido el porcentaje de apoyo ciudadano, entonces entran a la campaña electoral, en la cual ya tienen derecho a financiamiento público y a acceso a los tiempos de radio y televisión pero en una proporción como si fuese un partido político para todas.
Representa una verdadera hazaña obtener la candidatura independiente y contender por esta vía. Porque los partidos políticos, mediante sus legisladores, confeccionaron una ley repleta de obstáculos para los independientes, quizá temerosos a ser desplazados por éstos.
Los aspirantes presidenciales son quienes encuentran más dificultad en reunir la cédula de respaldo ciudadano porque es mayor el porcentaje de firmas equivalente al 1% de la Lista Nominal de Electores nacional, que aunque es relativamente pequeño implica un trabajo titánico para recolectarlas en 17 entidades federativas sólo en cuatro meses, sin recursos y sin propaganda.
Necesitan empezar a darse a conocer mínimo con un año de anticipación. Algo así como realizar una pre-pre-precampaña, tal como lo hacen los aspirantes partidistas. Pero necesitarían una gran cantidad de recursos.
Para las elecciones presidenciales del 2018, de 48 solo dos aspirantes consiguieron la candidatura independiente: La entonces ex panista Margarita Zavala y Jaime Rodríguez Calderón (El Bronco), gobernador de Nuevo León con licencia. Dos personajes conocidos, con recursos y con cierto respaldo político por sus antecedentes partidistas.
Incluso, “El Bronco” fue acusado de presunto desvío de recursos precisamente para recabar las firmas para la obtención de la candidatura independiente presidencial.
Ahora para las elecciones de junio próximo no habrá candidatos independientes a la Presidencia de la República, las ocho personas aspirantes (de 32 que manifestaron su intención de postularse por esta vía) no lograron recabar el 1% de firmas con la dispersión exigida por la ley.
LA ELECCIÓN SE CIERRA A TRES
Y sin candidaturas independientes, la elección se cierra a tres candidaturas por la vía de partidos políticos: Claudia Sheinbaum Pardo, de la coalición “Sigamos Haciendo Historia” (Morena-PT-PVEM); Xóchitl Gálvez Ruiz, de la coalición “Fuerza y Corazón por México” (PAN-PRI-PRD); y la que en su momento registre Movimiento Ciudadano (MC).
Tres, salvo que MC no registre candidatura presidencial, entonces se cerraría a dos.
ULISES Y VERÁSTEGUI
Dos de los más importantes aspirantes a candidatos presidenciales independientes, fijaron postura en redes sociales.
Ulises Ruiz Ortiz dijo: “Vamos a apoyar a los candidatos que se comprometan a defender nuestra democracia, detener la destrucción del país iniciada en 2018 y a luchar por un México en paz…”
Son dos las opciones presidenciales: Xóchitl Gálvez, o la candidatura que postule MC.
¿O se referirá a candidatos a los otros cargos de elección popular?
Eduardo Verástegui escribió: “¡GRACIAS, señores funcionarios del @INEMexico! Con todos sus obstáculos, lograron fortalecer el espíritu de todos los que formamos este movimiento que nació en la adversidad y que sigue ahora con más fuerza que nunca. Vamos adelante, sin parar, ¡firmes! ¡Por México! La libertad de elección, de conciencia y de toma de decisiones es un derecho que no nos pueden robar.”
Y seguidores ya promueven en redes escribir el nombre de él en el espacio para candidatos no registrados en la boleta electoral.
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