Xóchitl Gálvez: entre su chicle en la silla y descubrir el agua tibia

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Usted lo sabe y lo constata a diario: Xóchitl Gálvez es una pésima candidata en la peor opción posible. Y diario nos alerta de que lo es y no se ayuda. Lo de menos es que lo sepamos, lo importante es que lo es y no se ayuda.

 

La forma tan infantil en que recibió su constancia como candidata inscrita, ese brincoteo impropio de la seriedad del cargo al que aspira, adelanta formas y carácter inapropiados. Provocó arquear las cejas y sonreír mirando hacia otro lado.

 

Exhibida dejando su chile pegado en la silla, denuncia eso sus malos hábitos y ordinariez innecesaria para el cargo. ¿Será que su coalición prescinde de alguien tonto (Fox) o uno guapo y con cabeza hueca (el de 2012) para apostar por lo soez y lo ordinario? No, pues gracias. Ni un voto a ella.

 

¿Cómo es posible que sus flamantes asesores no cuiden los detalles que la exponen tan gratuitamente? Eso pasa por no estar a la altura. Los memes sobre su conducta tan vulgar y reprobable dejando el chicle pegado en la silla se les van de las manos. Ya lo vimos con el cerril Fox. Por más que le decían el cómo, hacía lo que quería, porque como dice Luis Miguel: eres como un potro sin domar. Y alégale al Sol de México a quien ellas le aplauden a rabiar la frasecilla.  ¡Ahhhh!! Entonces que se sepa: a la futura presidenta le gusta ir pegando chicles en las sillas. Chido. A falta de propuestas…

 

Pues bien, por si faltara, la flamante candidata dice en su desparpajado discurso ante el INE que López Obrador no estará en la boleta electoral. ¡¡Bravo!! Hasta que ¡por fin! lo entendió. Lo malo es que ahora debe buscar otras vías para granjearse el voto y no solo ir a lo fácil, solo atacándolo.

 

Uy, pues avisarle que López no estará a opinólogos priistas, abiertos o encubiertos y a seguidores que no quieren o no pueden, enterarse de que, en efecto, López no estará en ella. Es que es sencillo de entender. Expliquémoslo con palitos y bolitas para que nadie se quede fuera del entendimiento, aunque no tuvieran entendederas: la elección presidencial de 2024 es entre Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y un desaprensivo Álvarez Máynez. Nada más.

 

La estrategia fallida y torpe de Gálvez atacando a diario a López como si el buscara el cargo, es de una ridiculez total que la descalifica para el cargo. Si no identifica por sí misma al contrincante real, no puede identificar los problemas del país y eso se le nota. Lo dicho, eso pasa por ser una pésima candidata y existe porque sus promotores y su padrino el Señor X se la pasaron insultando a López en vez de construir una alianza sólida, responsable y coherente. El baturrillo que nos presentan nos recuerda que los opositores a Morena tienen lo que tienen, muy merecido.

 

Gálvez descubre el agua tibia: López Obrador no estará en la boleta ¿de verdad, Xóchitl? Qué bueno que por fin lo entendiste. Dabas preocupantes muestras de que no y de que te estabas peleando con molinos de viento. Y que lo sepa: le presidente termina con un casi 60 % de aprobación. No es ahí donde debe enfilar baterías. Ella, que apenas si puede esbozar una idea coherente. Pero eso pasa por la paupérrima calidad de sus asesores. Es lo que hay y es lo que merecen.

 

Es normal que su campaña no levante. Como siga descubriendo el agua tibia, fracasará. Por lo pronto, invita a negarle el voto. Y Gálvez carece de estatura moral diciendo que el presidente saque las manos de la elección presidencial. Que lo haga Claudio X. González, su padrino y su factótum, o estará partiendo de un punto muerto y clamando en el desierto. ¡Basta de hacerse la víctima y pobretona! que no lo es. A Gálvez la respaldan el dinero e intereses nada claros de grupos de poder y lo sabe.