El 8 de febrero pasado, Morena dio a conocer las candidaturas para encabezar las dos fórmulas oaxaqueñas al Senado de la República: Antonino Morales Toledo y Luisa Cortés García; ambas fórmulas por acción afirmativa indígena
Y para concretar el Plan “C” dio a conocer la postulación de Benjamín Robles Montoya por la primera fórmula del PT. Este petista insistía en obtener la candidatura pero por Morena. Finalmente Morena decidió postular a dos de sus cuadros: Antonino, proyecto del primer morenista de Oaxaca, el gobernador Salomón Jara Cruz; y Luisa, propuesta del presidente AMLO.
Pero surgió otra opción de Plan “C”: Laura Estrada Mauro, morenista postulada por el PVEM por la primera fórmula. Aunque no precisamente porque en verdad represente una opción per se, sino más bien el Verde se convirtió en la opción para que ella pudiera competir por el escaño.
Porque Laura no pudo conseguir la postulación por Morena por la segunda fórmula a pesar de ser el proyecto del gobernador Jara como jefe político del partido guinda en Oaxaca. La senadora Susana Harp le peleó sin tregua la candidatura que se generó la tercería de Luisa Cortés, la cual, además, entra para cuidarle la espalda a AMLO cuando concluya el sexenio.
Hasta ahí una síntesis del contexto.
Ahora cabe preguntar: ¿Cuál de las dos opciones es el verdadero Plan “C” en Oaxaca? Plan que consiste en que la candidatura de uno de los partidos aliados de Morena se quede con la senaduría de primera minoría y así las tres senadurías de la entidad oaxaqueña serían de la “Cuarta Transformación”, por decirlo de algún modo.
El propósito del Plan “C” (puesto en marcha a nivel nacional) es que Morena junto con sus aliados, el PT y el PVEM, tengan el mayor número de senadurías para alcanzar la mayoría absoluta que les permita reformar la Constitución conforme los últimos proyectos de AMLO y los planes de Claudia Sheinbaum Pardo en caso de ganar esta la elección presidencial.
O al menos ganar la mayoría absoluta del Senado de la República, para hacer refomas legales. Pero no menos.
En fin, en Oaxaca ¿cuál es el verdadero Plan “C”? ¿O es un Plan “C” con dos opciones?
Pues podría decir que el Plan “C” oficial es la candidatura de Benjamín Robles del PT, puesto que fue anunciada por Morena. Pero el Pan “C” de la militancia morenista de Oaxaca es la candidatura de Laura Estrada vía PVEM, o al menos del grupo del gobernador Salomón Jara; grupo que no va a respaldar al petista porque sería tanto como impulsar un rival para una próxima sucesión gubernamental (la siguiente o la otra).
LA SENADURÍA DE PRIMERA MINORÍA, ¿PARA QUIÉN?
Para este escaño hay que tomar en cuenta al PRI, partido que, por cierto, se encuentra bastante desfondado en Oaxaca, aunque estadísticamente es la segunda fuerza electoral en esta entidad. Pero todavía puede dar la batalla.
Sin embargo, para efectos del Plan “C” entre dos opciones de la “4-T” local, solamente consideraremos al PT y al PVEM, partido políticos que en Oaxaca no han sido competitivos per se; sus espacios los han obtenido gracias a la fuerza de las coaliciones de las cuales han formado parte.
Las candidaturas de ambos partidos al Senado, tampoco son competitivas. (Ahí sí que están casi a la par con el PRI, PAN y PRD, cuyas candidaturas distan de ser competitivas).
Veámos números respecto del PT y del PVEM:
En las elecciones al Senado del 2018, el PT obtuvo 122,476 votos; el PVEM 59,167 (en ese año este partido se coaligó con el PRI).
En las elecciones de diputaciones federales del mismo año, el PT obtuvo 124,037 votos en el estado de Oaxaca; el PVEM 61,638.
En las elecciones de diputaciones locales del 2018, el PT alcanzó 110,083 votos; el PVEM 56,827.
En las elecciones federales intermedias del 2021, el PT llegó a los 116,858 votos; el PVEM a los 64,746.
En las elecciones locales intermedias del 2021 a las diputaciones locales, el PT obtuvo en total 115,739 votos; el PVEM 65,247.
En las elecciones de gobernador del 2022, el PT aportó 54,931votos; el PVEM 21,033.
En números, parecería que el PT lleva las de ganar frente al PVEM. Pero eso en condiciones de unidad interna y participando en coalición. Pero para las elecciones 2024 ahora, el PT presenta una profunda división interna y no va en coalición con Morena.
Dos liderazgos del PT chocaron con la cúpula petista (léase Benjamín Robles): Lenin López Nelio y la diputada Miriam de los Ángeles Vázquez Ruiz, quien, incluso, renunció a la militancia petista. Ambos coinciden con el grupo de Morena en el poder local, lo cual supone que respaldarán la candidatura al Senado del Verde (que más bien es de este grupo morenista).
Ya se verá en los resultados electorales si tales liderazgos sumaron votos para Laura Estrada o promovieron la votación para la candidatura de Morena.
El Verde, a impulso de la cúpula morenista local, postuló a una diputación federal plurinominal a Alejandro Avilés Álvarez, ex candidato del PRI a la gubernatura de Oaxaca, para aportarle votos a Laura Estrada.
Ya se verá en los resultados electorales.
O sea, parece haber una estrategia local para concretar el Plan “C” con el PVEM mediante Laura Estrada.
Tal vez la ventaja de Benjamín sea que la ciudadanía lo conoce mucho, sale alto en estas mediciones. Pero una cosa es el grado de conocimiento, y otra la preferencia electoral.
En fin, a ver qué resulta. Hagan sus apuestas, señores.
***
