Con el triunfo de Morena, una respuesta al dirigente panista

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Marko Cortés un es dirigente mediocre y se puede convertir en el sepulturero del PAN.  Amén de entregar el partido a una alianza antinatura con el PRI sometiendo la independencia del PAN a los caprichos de Claudio X. González y aceptando impulsar a una candidatura improvisada y mediocre como la de Xóchitl Gálvez, todo suma, de manera tal que es el menos indicado para hablar de democracia y transparencia. Él, que cuando llegó a la dirigencia de su partido fue candidato único y que parecía más impuesto que electo y se agandalló la plurinominal sin cancha pareja ni legitimidad frente a sus correligionarios.
Pasada la vorágine de resultados, aplacado el polvo de la estampida electoral, el martes 4 de junio lanzó una perorata con duración de 2:29 con esa voz impostada, en ese tono soso de casi estar al punto del llanto y moviendo las manos con una vetusta manía de oratoria rancia que apestada a retro, como el PAN mismo. Gracejadas dichas porque puede hacerlo y ya. Tardío su mensaje, se lanzó al vacío para aparentar, para simular que ha sido un gran dirigente y que, fiel a su extraviada y tonta idea de que está del lado correcto de la Historia sin estarlo, pareciera que una vez más “defiende” los votos. Farsante.
Merece respondérselo por falaz, por faceto, por impreciso y por tramposo. Cuando te dan una votación 2 a 1, corroborada en conteos, ya no digamos en encuestas, lo mejor sería ser demócrata y aceptar una derrota legal y política elocuente. Necear, impostar posturas y mentirle a la ciudadanía es inaceptable y si quiere jugar con el sentir panista, allá el panismo que sigue permitiéndoselo y no ha pedido con fuerza y garbo su cabeza, su renuncia por elemental vergüenza, dando pena ajena el silencio del panismo y resultando patética la postura e impostura de Cortés. La derrota del PAN y al perder su candidata arrastrando a todos, como lo adelantó esta columna, se dijo porque eso ha pasado en otras elecciones. Y sucedió de nuevo.
Pues bien, desde el Comité Ejecutivo Nacional de su partido, ni más ni menos, que para eso es muy nacional y muy ejecutivo faltaba más, Cortés lanzó las siguientes zarandajas:
1.- Reclamó que el proceso de constitución del PREP “pudo” ser manipulado. Pudo, dijo. Vamos a ver, como pue´ que sí, pues pue’ que no, pero debe aportar pruebas y Cortés ya estaba sentenciando sin pruebas fundadas y avaladas por jueces.
2.- No explica a sus correligionarios cómo se nutre el PREP, mejor siembra dudas entre ignorantes que, cegados de odio y prestados al rumor, se dejan engatusar por su mesías azul. Si les explicara la dinámica del PREP perdería sentido su s alharacas.
3.- Dice que en zonas controladas por el crimen organizado ni un voto al PAN. Si eso fuera cierto, que se pregunte el PAN por la mala calidad de candidaturas panistas. Por recordarle:  en el mal llamado “corredor azul” de Edomex eran vergonzantes y por eso perdieron otra vez, por maletas… no extraña que en amplias zonas les negara en voto. Tantita autocrítica, Cortés. No todo es crimen organizado. El PAN es un partido maleta hace ya mucho tiempo y nadie está obligado a darle el voto al PAN y el PAN ni es el mejor partido ni demostró ser mejor que Morena ni es dueño de cómo debe ser el ejercicio de la democracia ni está exento del carteles inmobiliarios y García Lunas. Déjense de adornar tanto, admitan su estruendosa derrota y no se crean, panistas, que todo mundo tiene que tragar con Marko Cortés como ustedes lo admiten tan gustosos como que lo soportan.
4.- Sí, las inconsistencias deben impugnarse y aclararse y que se revisen, pero que advierta Cortés que solo procederán las que la ley permite. Eso es importante decirlo por dos razones: Hay causales perfectamente definidas en materia electoral y, así como se calló mañosamente el PAN el decirle a la gente que Gálvez también era candidata del PRI y un voto para Gálvez sí lo era para el PRI, así se calla que no es impugnar por impugnar. Pero como algunos dicen que hasta el 69 % de casillas serán impugnadas, recordemos que López Obrador impugnó el 75 % según se apunta. Así que ni es menos ni tiene mérito el PAN, para que nadie se quede boquiabierto con la intentona panista que terminará en ridículo absoluto. Y no, México no está de luto, están de luto sus huestes. Aclaremos.
5.- Dice que habla con “responsabilidad y seriedad”. ¡Ja! estará de broma, pero si así fuera, tal vez será la primera vez que lo haga en su cuestionable trayectoria política, pero la verdad es que se oyó irresponsable y poco serio clamando fraude porque no ganó. Normal. Los que no son panistas no tienen necesidad alguna de quemarle copal a sus extravíos ni elogiarlo hasta la ignominia como hacen los panistas con su mesías azul.
6.- Con esa voz cancina y su inagotable actitud perdonavidas a punto del llanto, el impresentable Cortés se avienta una genial: publicará todas las actas que tiene para que juntos “hagamos una auditoria social”. Rimbombante y ocioso. Uy, pues qué bien. Defenderán los votos obtenidos, qué bien, eso es lo procedente, no tiene mayor mérito.
7.- Por si no fuera suficiente, llama elección de Estado a esta, porque “no fue limpia, legítima y nunca hubo cancha pareja” gimotea el panista. Ya fue el colmo del tono agresivo y la actitud timorata del dirigente panista. Deplorable. Con los resultados que entregó ya debería de haber renunciado.
¿Elección de estado? ¿sabrá con qué se come eso? y a su infinita impostura sometidos Cortés y el PAN al factótum Señor X ¿cómo se llama a esa claudicación? ¿a esa aberración política?  El capricho de Claudio X. González es doble: avasallando a tres partidos políticos y neceando con imponer a Gálvez, derrotada claramente en las urnas. El PAN es el primero en traicionar a la democracia. Cortés si que es cuestionable en su legitimidad. No está para dar lecciones a nadie.
¿Qué estas elecciones no son legítimas? ¿dicho por? ¿Por Cortés? ¡Ahhh! menos mal. Pensábamos que dicho por alguien con legitimidad y no es su caso. Sin estatura moral, el que reparte cargos públicos en lo oscurito debería de callarse. Pretende atentar contra la inteligencia de los ciudadanos. La elección es legítima, legal y en ella se derrotó al PAN. Se entiende que eso no lo trague y eso es problema de Cortés y del panismo. Allá ellos si no lo atienden y resuelven, mas que no fastidien ni vengan con monsergas.
Puesto a escupir al cielo, desfachatado, Cortés dice que la elección no fue limpia. Bueno, es más limpia que su gestión al frente del PAN. Tomémosle la palabra. Impusieron a una candidata, trascendiendo luego que no la apoyaron sus partidos, se filtró, tuvo el apoyo desproporcionando de los medios antilopezobradoristas y, desde luego, se la evidencia varias veces en sus inconsistencias y en ilegalidades en el manejo de recursos. ¡Claro que no fue limpia! y la candidata prianista no sale bien librada de esa valoración de limpieza. No cabe victimizarla ni hacerle al tonto con lo que todos pudimos ver.
¿No hubo cancha pareja? esa narrativa panista y de medios antiplopezobradoristas se estampa con la realidad. Es tramposa. Mete ruido y pretende manchar la llegada de la primera mujer a la presidencia y no es la de su partido. Qué mal perdedor. Sin autocrítica.
8.- Y minimizando la revisión necesaria de actas y cómputos, no importándole, de todas maneras amagó con calificar la elección como una elección de Estado. Irresponsable. Ignorante. Su idea de fraude resulta infundada. 35 millones se lo recuerdan. Tipo marrullero que no se cansa de traicionar la democracia. El PAN merece llevarse un palmo narices como ya le paso en las urnas.  35 millones le estallan en la cara y el INE confirma que Sheinbaum ganó con el 59.35 % de los votos. 35 millones que lo exhiben y le recuerdan porqué el PAN no es opción y sigue perdiendo adeptos. Y no entiende que no entiende.