Pifia en un medio extranjero. Será verdad…dicen 

0
42
Total, que Trump acusó al gobierno mexicano de alianzas con el narco. Cuidado con los términos y con lo que a cada quien convenga interpretar. Gobierno, no Estado y lo hizo por el panista García Luna. Ni lo llamó narcoestado –que tampoco lo sería y hay categorizaciones puntuales– ni aportó pruebas a su dicho. Lo que hay no se parece a sus agencias antinarcóticos infiltradas y solapadoras de narcos, situación que a su gobierno lo colocaría en la misma posición que acusa, solo que Trump acusa desde la prepotencia y la fuerza militar con nula estatura moral para recriminar a nadie de lo mismo en que incurre.
El gobierno yanqui solapa a sus narcos y dealers. Solapa armerías de millonario negocio, se niega a poner orden en la venta de armas y no toca su sistema financiero receptor de las millonadas de la droga. No al grado necesario o pondría en riesgo a todo el sistema, porque la corrupción también habla inglés– y siempre se ha dicho y es correcto, que los narcos externos se juegan más el pellejo que los de adentro y eso sucede con la complacencia –contubernio, concupiscencia, complicidad y pacto– del Estado estadounidense. Por eso, las palabras de Trump son burdas y tramposas y no son serias. Va de engañapastores y encandilando mexicanos. Las usa de piedra arrojadiza. Y punto.
Luego, viene un nuevo artículo deshilachado, para variar, pero escrito en el extranjero, diseminado por los opositores mexicanos apenas sin pestañear, por así pagarles tanto a su ego y frustración desmedida y acomplejados que son. El texto de un tal Joshua Treviño, un yanqui que escribe en un medio británico (The Spectator), no da pruebas, pero sí exhibe desinformación, manipulación, tontería y mucho antiizquierdismo vergonzante y burdo que lo incapacita para elaborar un texto coherente y ecuánime. Su perorata quedó en eso. La traducción lo exhibe muy carente de tablas analíticas. Es otro baturrillo de poca seriedad y nula credibilidad. Afirma que sí hay nexos del gobierno mexicano con el narco, porque… existe una foto de López Obrador con la madre de El Chapo. Vaya prueba más tonta. ¿La foto de Trump con Netanyahu vuelve a Trump un criminal de guerra? Sin el contar el contexto.
Que se sepa, ella nunca fue parte del cartel. Uno esperaría pruebas interesantes, inéditas e irrefutables: rutas, textos, pactos confesos y sus términos. No la foto de la progenitora finada que fue a buscar a López y no al revés. Ojo también con eso. Si por defender a los yanquis responde alguien o ellos mismos que no por estar sus agencias antinarcóticos infiltradas hasta las cejas y solapen al narco, ello ligare a su gobierno con aquello, igual tal foto no coloca al Estado mexicano y gobierno en plan de narcoestado como lo sugiere Trump. Y sí, otra cosa es que haya altos funcionarios ligados como el panista García Luna.
Sí, sí, Treviño dice que si López si soltó a Ovidio, que si López es antiestadounidense, que si es importante en la política, que si dejó a su protegida “de toda la vida” y así, pero las pruebas del nexo no asoman. Dice que el gobierno yanqui las tiene y no las aporta. Ni el mexicano y mezcla a López Obrador con gobierno y pues, no son lo mismo. Sus aseveraciones apuntan a la nada. Palabras que merecen respuesta y otra lectura a la dada atropelladamente por opositores mexicanos. Veamos. El autor de artículo habla por sus compatriotas y es lo único que mira. Los miles que mueren por consumo de drogas. Ceguera que da bostezo. Claro, sin criticar que llegan a ellos, a cada uno, por la erosión de sus valores sociales, morales, culturales, familiares, que mucho explicarían porque su país, el más poderoso y que siéndolo no necesitaría drogarse, recurre a las drogas desde hace ya tantas décadas que perdimos la cuenta. Su “fantástico” artículo nada dice de criticar a sus narcos y sus autoridades solapadoras dentro de EE.UU.. Eso revienta su burdo artículo, porque podría buscar causas internas existentes y no evadir, como tantos en su país empezando por su presidente, los nexos de su país y su gobierno con el narco; también, se brinca la dinámica de la ley de la oferta y la demanda en espiral, optando por culpar a terceros de sus propias broncas e irresponsabilidades. Una de ellas: no combatir las drogas y evitarlas desde su casa. Ya no digamos la venta de armas. Recurre mejor el articulista que deja boquiabierto a opositores mexicanos un pelín lerdos y muy encandilados, al viejo truco de “me drogan” y suena muy estúpido. Suena similar a opositores mexicanos balbuceando: “anlo nos divide”. Respuesta: ya estás grandecito para no tomar las riendas de tu vida y que te dividan (o droguen) o te dejes dividir.”
Para aseverar que sí hay nexos cita un informe 2025 de una oscura oficina llamada “ Fundación de Políticas Públicas de Texas” y advierte que sin ello, de todas formas hay nexos. Acabáramos. Vengan, pues, las pruebas. Dice que López Obrador estuvo a sueldo del cartel de Sinaloa. Bueno, no da pruebas. López no es el Estado mexicano ni el gobierno al completo. ¿Qué más? dice que eso se sabía. Claro, porque se decía. ¿Y las pruebas? Y que fue mucho a Sinaloa y que ayudó a que no se enjuiciara a Cienfuegos, soltado por EE.UU., no por López. En cada episodio que alude su deshilado artículo no explica ni qué paso ni cómo todo lo que alude relaciona a López y al gobierno mexicano con el narco.
Apunta: “(López) prohibió efectivamente (sic) a las fuerzas de seguridad estadounidenses trabajar en México; e incluso prometió utilizar a las fuerzas armadas mexicanas para defender a los cárteles contra la acción estadounidense”. Como si defender soberanía fuera criminal. Veamos: El “efectivamente” se lee como ‘actuó de manera tal’. No aporta instrucciones o testigos, solo lo que él afirma. Nada. Sí amigo lector, es que eso de probar si está muy cañón. Este afirma porque tiene boca, no porque tenga pruebas. Que una investigacion más otra reveló esos nexos con el narco, que él nunca enumera y que hubo una investigación del Departamento de Justicia yanqui que Obama eliminó. No cuadran los años. Se queja de que EE.UU. no ha doblegado a esos izquierdistas. Y eso ¿qué?
Acabáramos. Como esos izquierdistas nunca han podido obligar a EE.UU. a no ser metomentodo en la región. A espadazos parejos. Afirma que López amenazó a periodistas y medios yanquis. Quién sabe cuándo pasó eso. Sí exhibió sus mentiras, que es otra cosa bien diferente. Y apunta una fruslería: “Como todos los jefes de los cárteles mexicanos, Andrés Manuel no teme a lo que se considera justicia en su propio país. Sin embargo, sí teme a la justicia de los Estados Unidos.”. ¿Really, Treviño? ¿te consta? alucina el sujeto.
El articulista se avienta al vacío cuando no puede aportar pruebas serias. Apunta sin más: “Todo eso sería suficiente, y esa es la evidencia pública y empírica. Las narrativas ampliamente comprendidas pero no verificables —no verificables porque la verificación puede ser letal— son aún más extraordinarias”. Vaya tipo tan poco serio, irrresponsable y oportunista. Por cierto, dice que Morena está coludida afirmándolo, pues no le gustan los izquierdistas latinoamericanos. Mas incrimina a Cienfuegos sin mencionar entonces a Peña y al PRI, a cuyo gobierno sirvió. Al PRI no lo cita. Qué mezquino y tramposo el articulista. Manipulador. Con el PRI, el gobierno yanqui siempre estuvo tan de acuerdo, mientras crecía la droga. Sorprende que ahora se hagan los ofendidos.
Dos cosas más: dice que celulas de Morena en EE.UU. quieren imponer al gobierno yanqui. Su desvarío es total. Para células en ese país, la de sus propios narcos. De esas no habla. Apunta que la administración Trump merece todo el crédito por hablar con la verdad, llamando así a las metiras, no probanzas, medias verdades, a las amenazas y los traspiés de Trump. Uno solo puedo responder: imposible tomar en serio al articulista y a Trump con tantas evasivas y vaguedades. Hasta aquí podíamos llegar. ¡Vaya pifia de artículo propio de la charlatanería yanqui! Y de la peorcita. El tal Treviño es una vergüenza en toda regla, que solo deja boquiabiertos a los despistados y a los ardidos antimorenistas.