Innovaciones eléctricas y autónomas

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En Málaga, España está siendo probado por la ciudadanía el primer autobús autónomo, de toda Europa, de la marca Avanza by Mobility ADO, con interacción real que no necesita de un chófer para ser llevado.

Se trata de un proyecto que lleva más de siete años de maduración por parte de la empresa Irizar que ha echado mano de la tecnología  para fabricar este vehículo de transporte urbano que además es eléctrico y cuya movilidad no depende de una persona en los mandos de conducción.

Ayer precisamente tuve la oportunidad de hacer el recorrido que realiza desde la Terminal de Cruceros hasta Paseo del Parque; sin duda vehículos de este calibre serán más pronto que tarde nuestra nueva realidad.

En esta Cuarta Revolución Industrial dependeremos de lo digital, para bien y para mal, ese universo oscuro e incomprensible para muchos de nosotros terminará moviendo totalmente nuestras vidas.

Justo tuvo la oportunidad de conversar con los técnicos que van supervisando el recorrido y me explicaron que, desde el año pasado, la empresa decidió que había llegado la hora de sacarlo a la luz tras haber realizado una inversión de 9 millones de euros en el proyecto.

“Es muy seguro a pesar de que no lleve un chófer, si cuenta con un operador; ante todo es  eficiente y evita accidentes dado que está dotado de dos ordenadores, un GPS, varios radares, cámaras y un rúter para facilitar su movilidad y anticiparse a cualquier movimiento externo”, me explicó Antonio Padilla, conductor de la Empresa Malagueña de Transportes.

La compañía vasca Irizar ha fabricado el primer autobús autónomo no contaminante con  capacidad para 60 personas y lo ha hecho con la empresa de  capital mexicano Avanza, bajo la iniciativa AutoMost.

En 2013, el grupo azteca ADO, anunció la adquisición de la importante red vehicular de Avanza, una de las principales empresas españolas de autobuses y de conexión a otras ciudades.

Se espera contar con el apoyo financiero para producir más vehículos como éste a fin de contribuir a crear un medioambiente más limpio con energías menos contaminantes. Para el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, el desafío pasa por  posicionar a la ciudad andaluza como eje de las energías limpias.

 

A COLACIÓN

Parafraseando al poeta granadino Federico García Lorca, verde que te quiero verde: “Verde viento verdes ramas, el barco sobre la mar, el caballo en la montaña”. Y para el tema que nos trae hoy, limpio que te quiero limpio. Creo que  finalmente quedaremos unidos por el mismo paradigma de reconciliarnos con la naturaleza.

En la pandemia, millones de personas han procesado que se puede llevar una vida activa sin un coche de por medio, en tanto, la vuelta al uso de las bicicletas, monopatines eléctricos y motos se ha disparado; la pandemia ha tenido un efecto catalizador en la gente resistente a cambiar sus hábitos de vida para reducir su huella ecológica.

Ahora ha sido posible: las imágenes de ciudades acostumbradas a cielos grisáceos densos de una nata de contaminación han dado paso a verdaderas acuarelas de cielos cristalinos y aire respirable. La gente lo ha valorado, la pandemia ha mostrado que se puede desaprender.

Que no se contamine tanto, el respeto a la naturaleza, la nueva convivencia del ser humano con lo verde como un refugio de desconexión y paz espiritual llegó para quedarse.

No solo España (reportó una caída del  32% en la venta de coches tradicionales en 2020) contrajo su industria automotriz, sino que sucedió a nivel global, con un impresionante desplome en las nuevas matriculaciones sobre todo en las generaciones más jóvenes.

En cambio, diversas marcas automotrices han experimentado un creciente interés por los vehículos ecológicos y eléctricos. Hace unos días, Hyundai afirmaba que la pandemia había hecho avanzar, unos cinco años,  la producción del coche eléctrico.

@claudialunapale