Sobre él, hablo de Carlos Romero Deschamps, recaen todas las sospechas y señalamientos que AMLO ha hecho de sus adversarios.
Encaja bien en la mafia en el poder, en los abusos de poder, enriquecimiento, ejercicio de irregularidades, deterioro sindical. Bajo sus coordenadas hay cientos, si cientos, de trabajadores que exprimen la nómina de PEMEX y que se dedican a hacer nada. Hay “conquistas laborales” fuera de todo orden, privilegios por sobre otros obreros de otras empresas, pseudolideres extorsionadores, control de insumos y recursos federales, en fin una pesada lista de manejos que bien podrían ser auditables para valorar sus desviaciones.
Carlos Romero ha sido uno de los personajes que por décadas se ha mantenido en el terreno de los intocables pero con un absoluto poder para dominar incluso procesos electorales. Su gama de determinaciones ha detenido el desarrollo de PEMEX hasta convertirla en lo que es: un ente costosísimo para los mexicanos. Ha repartido su festín de lujos con presidentes, empresarios, políticos. Su abundancia es notoria, más allá de lo cuerdo.
Pero aquí AMLO “exhorta”, lo invita a dejar de ser empleado activo petrolero para limpiar la vida sindical. Las relaciones cercanas con los hijos del mandatario le otorgan un salvoconducto para mantenerse sólido.
Esa es la diferencia de acusar a una institución electoral como el INE, de vulnerar a la Auditoría Superior de la Federación, a condenar al Poder Judicial, de enfrentar a expresidentes, de descalificar a comunicadores, de señalar a los médicos como indecentes por “cobrar caras las consultas”, de devaluar a las mujeres en sus movimientos sociales. A Romero Deschamps se le invita a dialogar, a engrandecer a la Patria. No hay expedientes, no hay carpetas de investigación, ni hay dudas, el petrolero es digno del indulto y comprensión presidencial.
Romero ha sido incluso Senador, diputado y el tamaulipeco se condecoró como líder sindical de los petroleros desde el 22 de enero de 1993. AMLO sabe que sobre Romero pesan señalamientos de fraude, extorsión, incluso delincuencia organizada y tráfico de influencias, todo esto enmarcado en eso que desborda verbalmente el presidente todos los días: corrupción. Esto se ha logrado con la abierta complicidad de la elite política, incluyendo a varios miembros actuales del gabinete.
Quizá AMLO tenga otros datos, pero lo escrito en estas líneas es del dominio público vamos hasta en redes sociales quedan testimonios de su forma y estilo de vida.
¿Entonces AMLO dónde coloca a tocayo, del lado de los neoliberales, mafiosos o políticos a negociar y a líderes a proteger? Y que conste que es pregunta.
Y para documentar la actividad de sus incondicionales (titiriteros) con fecha 16 de marzo del 2021, el diputado federal Manuel Limón Hernández, secretario del interior, actas y acuerdos y el ingeniero Daniel Aguado Rojas, secretario del exterior y propaganda demandan al Lic. Franco Octavio Veites Palavicini Pesquera, subdirector de capital humano de Petróleos Mexicanos que a Carlos Romero “se le conceda el beneficio de la jubilación en términos de la regla I de la Cláusula 134 del Contrato Colectivo de Trabajo. atentamente Unidos Venceremos”.
Así el poder, así la impunidad y así los perdones por complicidad.
Conductor del programa Va En Serio mexiquensetv canal 34.2