Polémico ha sido el nombramiento de la periodista Rosa Isela Rodríguez al frente de la Secretaría de Seguridad en sustitución de Durazo, se ha dicho que cómo una mujer y periodista, al frente de esa dependencia, que su más destacado mérito es su cercanía con el Presidente Obrador, acaso no ha sido así siempre en todos los sexenios anteriores, porqué habría de ser de otro modo en este sexenio, también se ha dicho que cómo va a lidiar con militares y resolver el primer problema más grave y delicado del país, durante sexenios, la seguridad Nacional. Que es un error nombrarla, porque para ello, como dice la bamba, se necesita, además de “una poca de gracia y otra cosita” ella no es capitán, pero por el presidente será, por él será y arriba irá – no fue – y así, ya es la Secretaría.
Pues ni ser mujer, ni periodista, ni su cercanía con el presidente resulta de ninguna manera un impedimento, antes, por el contrario, son medallas que le tocan y le prenden. Una mujer que aprende rápido y hace el trabajo que le encomienden. Como periodista, recuerdo la frase de un viejo amigo mío periodista también, Don Francisco Santa María, experimentado reportero, que alguna vez, reconociéndole sus conocimientos y capacidad, yo le preguntaba, que cómo sabía tanto de tantos temas, me contestaba acertadamente y con orgullo “Soy periodista” y sí, tenía razón los periodistas a fuerza de investigar tienen que saber de todo. Rosa Isela Ramírez además de saber tiene más arrestos que muchos hombres, es una mujer talentosa, dedicada, y sobre todo, sensible a los problemas sociales, pero además de gozar de la amistad y confianza del presidente, es de los pocos colaboradores de Obrador – si no es que es la única – a la que no le tiembla la mano ni la quijada, para decir lo que piensa, pero además, tiene formas para hacerlo, no es de esos periodistas que dicen verdadazos, más bien sabe decir verdades y, sostenerlas, defiende con argumentos irrebatibles las cosas en las que cree y está convencida, pero además, sabe escuchar y corregir, sabe señalar y distinguir los errores propios y de sus jefes, lo que significa un plus para su desempeño, el de sus jefes y de las instituciones a las que ha servido.
Trabajar con militares no es fácil, más cuando se es intolerante, ignorante, torpe y arrogante, ah pero cuando las virtudes y cualidades son lo contrario, tolerante, sensible, modesto, sencillo, capaz y competente, entonces los militares reconocen y hasta aceptan el liderazgo de sus jefes, en esa ruta, Rosa Isela se va a ganar el puesto, porque tiene claro que los cargos no vienen con el nombramiento, se consolidan con la capacidad de los nombrados, además está acostumbra marcar distancia de las intrigas palaciegas.
La cantidad de muertos por violencia, en su mayoría son a consecuencia de los enfrentamientos entre grupos delincuenciales y en menor medida por daños colaterales, pero aun así, se atribuyen al gobernante en turno, así lo señaló Obrador en campaña y no tiene porqué ser distinto ahora que es quien gobierna. Pero con una buena estrategia, con el respaldo militar, la capacidad de escuchar a los que saben y conocen, la titular de Seguridad puede revertir los indicadores de violencia, explicarlos, identificarlos y distinguirlos de los daños colaterales, que sería el primer paso para avanzar en la seguridad de los mexicanos.