La reunión de Primavera, entre el FMI y el Banco Mundial, que se realiza estos días da cuenta de los temas que ocupan y preocupan a los organismos internacionales en medio de una pandemia inusitada.
El tema pasa por aliviar la enorme presión en las cuentas públicas de todos los países que han debido hacer gastos no contemplados para cubrir el impacto sanitario y socioeconómico de la emergencia desatada por el coronavirus.
La clave, dice el FMI, pasa por obtener mayores ingresos fiscales. Históricamente se ha recurrido a ciertos impuestos o gravámenes especiales temporales para darle dinero a las finanzas públicas, sucedió cuando aconteció la unificación de las dos Alemanias; en Australia en el año 2011 y en Japón en 2013.
Con la pandemia en ciernes y la vacunación a cuentagotas, hay que sacar a la economía a flote a como dé lugar, el FMI lo tiene igualmente claro: que aporten más los ricos mediante un impuesto temporal.
Hay que generar empleo, recobrar la confianza, evitar una explosión de la pobreza, favorecer el cambio hacia una economía verde y cumplir con los Objetivos del Desarrollo Sostenible en el marco de la agenda 2030.
En la posición del organismo, los países industrializados podrían aplicar de manera temporal un tributo a empresas y personas morales con los mayores ingresos para destinar ese ingreso extra hacia la creación de empleos y la atención de necesidades sociales.
Sobre todo iría a aquellas empresas que han salido muy beneficiadas por la pandemia a pesar del socavón económico experimentado en casi todos los países a excepción de China.
Aquí entrarían empresas farmacéuticas y cualquier otra que haya prosperado durante la crisis, así lo explicó, Paulo Mauro, subdirector del Departamento de Asuntos Fiscales del FMI.
“En las economías emergentes y de bajos ingresos, la prioridad será mejorar la administración fiscal y recaudar más impuestos al consumo, mientras que en las economías avanzadas observamos una erosión de los ingresos del impuesto de sociedades y también vemos una erosión en la recaudación de la renta de las personas en la parte más alta de la escala de riqueza”, aseveró.
A COLACIÓN
Para el técnico, hay que echar mano de introducir un suplemento ya sea en el impuesto de sociedades, en el impuesto sobre el patrimonio o el de sucesiones o bien inclusive en el de la renta para aquellas que son las más elevadas.
“Una contribución para la recuperación del Covid-19 que podría tomar la forma de un suplemento en el impuesto de la renta o en el impuesto de sociedades dado que algunas empresas lo han hecho muy bien en cuanto a su valoración de mercado y allí habría una oportunidad”, según Mauro.
Hay países que ni siquiera tienen dinero para hacer frente al inesperado gasto de comprar millones de vacunas anticovid, el Banco Mundial informa que cada semana reciben de media diez solicitudes de financiamiento en torno a las vacunas por parte de gobiernos que no tienen recursos suficientes; hay al menos 4 billones de dólares disponibles para 50 países.
¿Quién y cómo va a terminar pagando todo ese endeudamiento inmediato? En momentos en que las cuentas públicas están torcidas con un incremento en el déficit, caída en la recaudación, gasto público presionado a la alza y una macroeconomía también afectada por la disrupción en las cadenas de producción ante los confinamientos y cuarentenas.
Los técnicos del FMI y del Banco Mundial argumentan que deben asumirlo “las rentas más altas” aunque sea de forma temporal pero aducen es una cuestión de “solidaridad”.
El consejo inmediato de los organismos internacionales pasa por implementar una rápida reforma fiscal que dé cierto alivio a las finanzas públicas; la idea es recaudar, recaudar y recaudar…