Porque va a ganar Anabell Ávalos; Morena en un callejón sin salida

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Tan pronto el presidente Obrador se apropió del escenario político,  al día siguiente de su toma de posesión comenzó la desgracia de Morena pero también la del país. Con sus desplantes autoritarios y su blasfemia injuriosa al llegarse a compararse con Jesucristo, Obrador llevó a México a un callejón sin salida.

Amparado en la impunidad que le confiere la representación que ostenta como titular del Ejecutivo empezó a pelear contra molinos de viento, muy al inicio de su mandato llegó a exclamar que a su alrededor se preparaba una conjura para deponerlo del poder mediante un golpe de Estado.

Desde el principio Obrador no supo estar a la altura de las circunstancias que le exigía la historia y como el mítico Saturno terminó devorando a su partido el cual terminó como su gobierno sucumbido por la corrupción.

En medio de la impunidad de una presidencia sin contrapesos, asedió al Congreso y llegó imponer su poder como en los viejos tiempos del porfiriato: “a las iniciativas de leyes presidenciales no les cambia ni una coma”.  Lo mismo hizo con el Poder Judicial al avalar la ampliación ilegal del presidente de la Suprema Corte.

Y por si eso no fuera suficiente, con sus atropellos pretendió acabar con la prensa a la que endilgó los bajos y soeces calificativos. En tanto a los gobernadores los convocó a un acuerdo nacional para la democracia donde simplemente fueron invitados de piedra: sin voz ni voto.

A los gobiernos de los estados les impuso representantes con atribuciones extra legales al conferirles más poder que los propios gobernadores, al hacerlos nombrar “súper delegados”, con un uso discrecional de recursos infinitos con el único propósito de corromper las estructuras sociales para captar el voto mediante dádivas en un falso y no menos aparente “acto de justicia”.

En ese escenario comenzaron a irrumpir los liderazgos regionales que derivaron en una inusual alianza entre distintas fuerzas políticas que antaño habían estado confrontadas por su diversidad ideológica, en tanto el partido en el gobierno dejó de tener atractivo para la mayoría de la sociedad.

Con una estructura política basada en la irresponsabilidad y un presidente que resultó pequeño para los grandes problemas del país. Un hombre que buscó a toda costa apoderarse de los reflectores políticos las 24 horas del día, provocó el desencanto de sus propios colaboradores a los que prohibió hablar, excepto cuando él lo autorizara, de ahí que los medios comenzaron a llamar a sus colaboradores como los “floreros”. Algunos de los más importantes de su primer círculo le renunciaron, lo abandonaron dejó de tener atractivo para ellos, incluso el desencanto llegó hasta el hombre que le entregó la banda presidencial el día de la toma de su posesión.

La sociedad en su conjunto se polarizó. Se dividió. El objetivo del discurso del odio tenía como propósito atomizar a la sociedad para impedirle participar en política, salvo los espasmos del descontento desorganizado y canalizado como válvula de escape en las redes sociales.

Morena que obtuvo un triunfo aplastante, que resultó engañoso, perdió pronto su atractivo entre la mayoría de la sociedad. El gobierno comenzó a ser percibido como algo ajeno y la gente cada vez comenzó a sentirse más frustrada y desencantada con su situación y la del país.

En ese escenario irrumpió en el estado más pequeño del país una mujer con un liderazgo natural. Una persona de origen humilde que venía tejiendo en los últimos veinte años un liderazgo propio y fiel a sus principios.

Anabell Ávalos en una abierta competencia por la candidatura logró aglutinar el respaldo de tres diferentes partidos nacionales y dos organizaciones locales que la acogieron y le brindaron su apoyo incondicional. Tlaxcala se convirtió así en una especie de laboratorio político para el país. Anabell sabía que con la suma de esas fuerzas tenía la “medicina” para combatir el veneno político de Morena, cuyo gobierno ha estado destruyendo al país.

Mientras Obrador impuso a una candidata a su imagen y semejanza, cometió un gran error, Lorena Cuéllar representaba desde hacía mucho tiempo, lo peor de la burocracia política y de la corrupción.

En cambio Anabell la candidata de la coalición Unidos por Tlaxcala (PRI-PAN-PRD-PAC Y PS) confió desde el principio que con esa alianza podría tener el método, los hombres y la capacidad para lograrlo.

De inmediato junto con su equipo instrumentó un plan de acción y fue la única que se presentó a los debates con propuestas de gobiernos bien definidas en todos los ámbitos de la administración pública.

El programa y la candidata resultaron una alianza esencial por su naturaleza y sus características intrínsecas que va más allá de las promesas sino de un proyecto de gobierno de buenos propósitos sustentados en el prestigio de su trayectoria política.

Anabell está consciente del reto que tiene por delante, sabe de la crisis y de los problemas del estado a los que planteó ante la sociedad como un tema de interés social.

La diferencia entre un político que está preparado para gobernar es evidente. El poder no se construye de arriba hacia abajo como lo hace el gobierno de Obrador sino de abajo hacia arriba.

A lo largo de la campaña por la gubernatura Anabell Ávalos le dio una lección a su contrincante de Morena. Las diferencias fueron notables. Anabell se desenvolvió con acierto, Lorena se sumió en el error; Anabell entre la congruencia, Lorena en la contradicción; Anabell entre propuestas democráticas, Lorena entre el populismo; Anabell, entre lo nuevo y lo moderno, Lorena entre lo caduco y lo viejo; Anabell, entre la confianza y Lorena en la desconfianza; Anabell entre la aceptación y lo bueno y Lorena ante el rechazo, lo malo y lo feo.

Anabell le devolvió a la alianza Unidos por Tlaxcala una frescura que atrajo lo mismo a mujeres que ancianos y jóvenes que le brindaron respaldo a lo largo de las jornadas de su campaña.

Anabell tuvo muy claro que cuando se ahonda la desigualdad, se margina al grueso de la población y se condena a la mayoría de los ciudadanos a la desesperanza.

En eso consiste su inminente triunfo electoral próximo 6 de junio.

Esperemos, pues el cierre de las campañas de Tlaxcala el próximo miércoles, con la mitin y el discurso de Anabell Ávalos.