‘Marchanta, lleve su marihuana… barata’

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Imaginen entrar a un mercado público donde en área ex profeso se encuentren campesinos y campesinas vendiendo plantitas de marihuana, exhibidas sobre el suelo; y ellas y ellos sentados en banquitos de madera, ofreciendo:

“Marchanta, lleve su marihuana; barata, mire”.  

Sería lo ideal para quienes buscan la planta para echarla en un bote con alcohol con fines medicinales, porque se untan ese concentrado en partes del cuerpo para aminorar dolores musculares; la usan sobre todo adultos mayores.

Recuerdo que mi bisabuela, una señora fuerte a pesar de su edad, de andar firme, trenzas blancas blancas y enaguas almidonadas, guardaba celosamente en su baúl una botellita con alcohol y una yerba verde, muy parecida a una planta silvestre conocida en mi tierra como “grilla”.

Ella se sentaba justo en la puerta de su casita de adobe a rezar su rosario, después leía una o dos páginas de un pequeño libro y luego se frotaba su rodilla con ese alcohol; y volvía a guardar la botellita como si se tratara de una joya de gran valor.

Para ella lo era, porque se trataba de la única ‘medicina’ que le quitaba el dolor de rodilla;  le costaba cara y mucho trabajo conseguirla.

Y así como mi bisabuela, personas de todos los tiempos han usado la marihuana con fines medicinales a riesgo de terminar en la cárcel por las prohibiciones legales.

Bueno, pues ayer la Cámara de Senadores aprobó la Ley Federal para la Regulación del Cannabis y otras disposiciones, enviando las minutas a la Cámara de Diputados para continuar con su proceso legislativo, y así entre en vigor la despenalización del uso de la marihuana.

Aunque según lo establecido en el dictamen, no es a libre mercado.  Verán: Mediante el dictamen avalado por los senadores se amplía de cinco a 28 gramos la posesión para autoconsumo, y el número de plantas de cannabis en casa para consumo personal: Seis para quienes viven solos y hasta ocho si viven más de dos consumidores en una misma casa.

Lo demás ameritará alguna sanción. Por ejemplo: De 28 a 200 gramos será posesión simple con sanción administrativa; de 201 gramos a 28 kilos, será narcomenudeo y de 28 kilos en adelante, narcotráfico.

Seguramente una ley reglamentaria establecerá los cómos para adquirir los permisos para tener plantas en casa o si no se necesitan. Imagínense, ¡en el jardín podrá haber marihuana! ¿O se necesita un especio específico?

Lo que sí se elimina es exigir a los consumidores tener barreras físicas en su casa para evitar que quienes no consumen aspiren el humo. Ups. No debieron eliminarlo, porque es necesario respetar el derecho de las personas a no oler algo que no quieren consumir.

Tampoco debieron eliminar la facultad del Ministerio Público para hacer revisiones domiciliarias a consumidores registrados.  Tanta libertad es riesgosa…¿o de qué manera se vigilará el respeto a lo ordenado por la ley?

Una vez que la Cámara de Diputados dé el aval, las instancias competentes deberán implementar una intensa campaña de difusión para enterar a la población sobre los pros y los contras legales de la regulación del cannabis.

Algo de lo bueno, es la propuesta de liberar a personas procesadas o sentenciadas por posesión simple, y la correspondiente eliminación de los antecedentes penales.

Es una realidad terrible, cruel, que pululen personas encarceladas por posesión simple, mientras los grandes capos gozan de libertad y hasta protección de autoridades en los tres órdenes de gobierno; incluso, en ocasiones los meros jefes de las bandas criminales se encuentran bajo el amparo de cargos públicos.

También quien no conoce a algún servidor público o legislador adicto. Conocido es cuando, por ejemplo, conviviendo se pasan de copitas, entran al baño y salen como si nada. Como si un mago o una hada les quitara en un segundo los efectos etílicos.

Por otra parte, el aval del senado a la legislación en la materia prevé que una vez en vigor, a más tardar en seis meses se desarrollará un programa nacional de prevención y tratamiento de adicciones.

Lógico.

La regulación del uso del cannabis hasta chocaría con los anuncios que promueven que el consumo de drogas “no tiene un final feliz”. 

¡Urge un programa nacional de prevención y tratamiento de adicciones! Integral, además, que contemple la construcción de Clínicas de Rehabilitación a cargo del gobierno. ¡No las hay!

Las personas con algún familiar adicto termina llevándolo a centros particulares, llamados “anexos”, donde (con sus excepciones) tratan mal a las personas en “rehabilitación”, los golpean y les dan de comer desperdicio.

No todas las persona cuentan (y menos en tiempos de pandemias) con recursos económicos para llevarlos a clínicas de tratamientos de adicciones lujosos y caros.

Entonces, el gobierno tiene la obligación de crear, de construir, clínicas ex profeso. A duras penas hay hospitales psiquiátricos, donde muchas veces terminan las personas con adicciones.

EN EL CAMPO 

El Pleno del senado respaldó la propuesta de la senadora Beatriz Paredes Rangel, del PRI, a efecto de establecer en el artículo 47 de la nueva ley que, en el caso de licencias que se expidan para ejidatarios o comuneros, se requerirá la autorización de la asamblea ejidal o comunal de que se trate. 

La legisladora explicó que este cambio tiene el objetivo de cuidar la unidad del ejido y de la comunidad indígena ante cualquier conflicto que pueda generar la siembra de cannabis.

Bueno, ojalá se logre. Porque pululan los conflictos entre ejidos, entre comunidades, debido a la siembra de enervantes; conflictos que se dicen agrarios, pero no lo son.  

En fin, de avalarse por la Cámara de Diputados, ojalá en verdad sea para beneficiar a la población y no a las grandes industrias.

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