- Las expectativas del “rebote” para el 2021, de alrededor del 6.5% del PIB
- No hay recuperación ni crecimiento sostenible
- Se requiere confianza e impulsar la inversión
Uno de los problemas más relevantes para explicar la caída de la economía mexicana, antes de la pandemia >cuatro trimestres del 2019 y el primero del 2020, con PIB negativos< y durante ella, es que las políticas públicas del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y los intentos de proteger a Pemex y a CFE, para que funcionen como monopolios, a generado un ambiente creciente de incertidumbre entre el empresariado >nacional y/o extranjero< que perciben que el gobierno federal trata de cambiar las reglas del juego y provocando una inseguridad jurídica.
Todo ello, ha provocado una caída de la inversión privada, profundizando la caída en la economía mexicana, en todos los sectores, especialmente en el energético, donde se han generado inconformidades por parte de legisladores y el Departamento de Estado estadounidenses, la American Chamber off Commerce, que piensan recurrir a lo establecido en el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (TMEC) en el apartado de controversias.
La percepción generalizada de incertidumbre, impulsada por el Ejecutivo Federal se ha diversificado y ampliado ante las crisis de salud, educación, empleo, ingresos, oportunidades, inseguridad y violencia, así como de gobernabilidad, afectando seriamente el ambiente de negocios, que se reflejan en las cifras negativas prácticamente en todos los sectores; son emblemáticos que más de 11 millones de mexicanos de clases medias han ingresado a niveles de pobreza (INEGI) y 11.5 millones padecen pobreza de ingresos (Coneval).
Hay mucho optimismo sobre el “rebote” de la economía mexicana, la Secretaria de Hacienda y Crédito Publico (SHCP) y en Banco de México (BM), subieron las expectativas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para este año, del 2021, en alrededor del 6% [1], pero que no será suficiente para compensar la caída del año pasado >ni en productividad, recuperación de empleo, ni en mejorar el ingreso de las familias, entre otros factores.
Esta alza del pronóstico del PIB de 2021 ocurrirá después de que en 2020 se registró una contracción de 8.5%, la peor caída desde 1932, según datos del INEGI, donde la expansión de la economía mexicana, estará impulsada por la demanda de productos de EU y por una reactivación del consumo interno, derivada de los apoyos contracíclicos gubernamentales y por los niveles muy altos de la vacunación contra el Covid-19.
También hay que considerar, que el Banxico también elevó el pronóstico de la inflación para el cierre del año hasta 4.8%, por encima del rango objetivo, establecido entre dos y cuatro por ciento; pero hay que resaltar, que este indicador tocó su punto más alto en tres años en abril, al ubicarse en 6.08%.
La mayor parte de los especialistas coinciden en señalar que este “rebote” en México, se debe a la recuperación de la economía de Estados Unidos, que en los últimos 10 meses, las presidencias de Donald Trump y Joe Biden hay invertido, más de seis trillones de dólares en programas compensatorios para mantener e impulsar su economía, jalando en nuestro país únicamente al sector exportador; pero vale la pena destacar, que esto no implica una recuperación de la economía mexicana, ya que es necesario que su crecimiento sea sostenible, con capacidad para sostenerse.
Los datos con los que se están comparando los indicadores, son muy bajos, porque la economía mexicana de ha hecho más chica; por lo que son altas las cifras actuales.
Hay que determinar, cuando realmente se hace referencia a rebote o si se trata de una recuperación económica, ya que en determinadas circunstancias, puede darse una tiene supuesta mejoría coyuntural o se trata de una verdadera recuperación económica; en el periodo de crisis provocada por la pandemia produjo en 2020 la caída abrupta, casi vertical, de -8.5% del PIB, y en el primer trimestre del 2021, se registra un ligero aumento de la economía que formalmente, es un rebote, pero no garantiza una recuperación económica.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó que a lo largo del actual sexenio México promediaría crecimiento anual de 0.6%, mientras que en el caso de Estados Unidos sería de 1.9% en el mismo periodo; por lo que los expertos consideran que podría impulsar a nuestra economía; por su parte, la SHCP estimó un crecimiento económico >acumulado< para el periodo 2022-2024 de 6.55% y para el 2022 será de 3.5% para 2022, y de 2.5% en 2023 y 2024 respectivamente.
Es decir, el promedio anual para el sexenio del presidente López Obrador en general sería de tan sólo 1.5% y una inflación de alrededor del 6% anual; lo que muestra el tamaño de la crisis económica, donde no recuperamos lo perdido, ni siquiera al 2024. Expresado de otra manera, lo que sucede después de un episodio de fuerte contracción del PIB es un aparente rebote en la economía, al comparar con cifras muy bajas por la caída del PIB de manera drástica.
En el primer semestre de 2021 se mantiene la estabilidad del tipo de cambio debido a la recuperación económica de Estados Unidos, no existe un endeudamiento externo, se cuenta con finanzas más o menos saludables, así como un superávit en el comercio exterior, lo cual vaticina, de alguna manera, una recuperación en el comercio exterior, además del crecimiento de las reservas para hacer frente a circunstancias difíciles, a pesar de la grave caída económica de 2020; pero hay que señalar, que sólo está funcionando un solo motor >el exportador< en la economía mexicana.
Lo que es real, es que la economía mexicana, se ha hecho más chica y con enormes factores de incertidumbre; que podemos apreciar en esta gráfica, donde el PIB per cápita, llego a su nivel más bajo en nueve años.
La mayoría de las organizaciones empresariales mexicanas y la American Chamber of México (AmCham) estadounidense, plantearon que si bien la economía mexicana podría crecer 5.4% para el cierre del presente año, en el 2022 apenas se alcanzaría 1.52%, ante la ausencia de medidas por parte del ejecutivo federal que incentiven la recuperación económica, de manera sostenida.
Desde su punto de vista, si la administración del presidente López Obrador no impulsa un programa de estímulos fiscales para estimular la recuperación económica post Covid-19, México está condenado a crecer sólo 1.5% para el 2022, apuntó la American Chamber of México, al igual, que las organizaciones empresariales nacionales; en este sentido comentaron que Estados Unidos crece al 6.4% por la aplicación de estímulos fiscales.
El sector privado considera que es prioritario que se creen las bases para una reactivación económica para recuperar al menos parte de los empleos perdidos, durante la fase más aguda de la pandemia el año pasado, también están trabajando con la Secretaria de Economía (SE) para proteger los salarios y ellos están preparando un plan de reactivación, para generar inversiones, que son fundamentales para que el país avance.
Por lo que México aún tiene un largo camino por delante, ya que los indicadores macroeconómicos reportan cifras >aunque relativamente bajas< positivas, pero es indispensable que exista un soporte del lado gubernamental para sostener y en su caso repuntar la actividad económica. En el primer trimestre de 2021, la economía mexicana registró un aumento en el PIB del 0.8% respecto al trimestre previo, pero en comparación con el mismo periodo del año pasado, aún se percibe una caída del 2.8%.
En el entorno actual predomina la percepción de enorme incertidumbre por la falta de apoyo del ejecutivo federal para sostener durante la fase más critica de la pandemia en año pasado, el empleo, el ingreso, la planta productiva y a las micro empresas, generando pobreza y desigualdad, así mismo arrancó una confrontación con los empresarios, cambio de reglas del juego, políticas de gobierno erráticas que polarizaron y generaron una desconfianza como nunca antes.
El presidente López Obrador en su mensaje de festejo de tres años de haber obtenido su triunfo electoral, dijo que la economía iba muy bien y que estábamos creciendo, nada más falso, ya que si crecemos el PIB en 6% como apuntan los especialistas; que la inflación esperada también estará alrededor del 6%, lo que aparentemente nos deja en cero, pero el año pasado perdimos 8.5% del PIB y también habrá que sumar a la población de llega a la edad económicamente activa, alrededor de 1 millón 500 mil mexicanos.
Estamos muy lejos de lo perdido y no se ve ninguna señal por parte del presidente López Obrador de cambiar el rumbo, estamos en una pendiente muy peligrosa, sin inversión privada significativa en el 2022 llegáramos si acaso al 1.5% del PIB; desgraciadamente apunta a un sexenio perdido y el mandatario pasará a la historia por la debacle económica, con los mayores niveles de pobreza y desigualdad.
El autor es coordinador de investigaciones políticas, de La Crisis e Indicador Político.
@rafabascal
[1] Desde un 4.2% del PIB 2021, de hace tres meses