Freddy Darino
El 21 de mayo de 2017 registré una entrada en mi Blog personal: www.pasoapasoaproximandome.blogspot.com a la que le puse por título el mismo que figura en este aporte de hoy…
Han pasado cuatro años y por ello, ya no soy el mismo, aunque siga considerando válido su contenido en lo fundamental.
No obstante, las diversas circunstancias que inciden en nuestro acontecer, la permanente observación y análisis de la realidad, me proponen hoy incursionar en él para actualizarlo e incorporarle nuevos conceptos que me convocan…
Y por allí, por el influjo y conjuro de las circunstancias, muchas veces imprevistas, sin que nos las propongamos en forma expresa, me encontré en un mismo caminar, en la presentación del libro “Respira tu vida”, en el que Luisa María García de Lucio, una persona profesionalmente sensibilizada en su vivir de sanitaria en actividad, ha ido recogiendo múltiples experiencias positivas, renovadoras de vida y salud, generadas con sus pacientes y las ha plasmado desde su óptica personal, compartiéndolas generosamente para ayudar a quienes lo desean a tener una vida mejor, más sana, mental y físicamente.
Este acontecer me llevó a pensar una vez más que soy hoy, el resultado de lo que se me ha permitido “ser y hacer” en mi ya largo vivir y considero que todo aquello positivo que recibimos en aras del bien de nuestros semejantes, no debe ser guardado para nosotros, sino que se nos da para que lo ofrezcamos compartiéndolo….
Considero que si esta actitud de generosa entrega se extendiera por los diferentes colectivos sociales, si lo aprendido desde el sacrificio, desde la abnegación, desde el desprendimiento y hasta en tantos casos desde la postergación personal en aras de ser útiles a nuestros semejantes, si todo esto lo proyectáramos conjuntamente con lo mucho que hemos recibido en las aulas de la Universidad de la Vida, que son las que más y mejor enseñan, este mundo no estaría tan enfermo ni tan contagiado por las pandemias sociales causadas por dirigentes inescrupulosos y enfermos de orgullo, que nos envuelven hoy con sus virus deformantes causando violencias, rupturas, enfrentamientos, notorio oscurantismo cultural, manipulaciones insultantes, indiferencias, injusticias, odios, mezquindades y humillantes discriminaciones sociales…
Cuán necesario se hace “respirar la propia vida”, oxigenarse por dentro, derretir el hielo que pueda estar congelado en el alma, y propiciar que el resplandor del Amor penetre por las rendijas de nuestro ser, para que de ese modo cada individuo pueda enaltecer una actitud que permita proyectar en el colectivo social del que formemos parte, cuanto esté a nuestro alcance para combatir y desterrar las mediocridades, las miserias y las trampas, que los engendros del mal nos diseminan por doquier, subestimándonos, para embriagarnos primero, y someternos después…
Así, no permitiremos a quienes nos faltan el respeto, considerarnos como meras marionetas manejables a sus antojos, ni haremos “el caldo cada vez más gordo” a los dictadores, a los soberbios absolutistas, a los amanuenses que los secundan, vengan de donde vengan, haciéndoles frente con determinación y coraje.
Es imprescindible desterrar esos miedos que a tantos arrugan y silencian para que quienes se comportan subestimando a un muy numeroso colectivo de esta gran nación que es España, comprendan que no podrán con quienes somos más, mucho más que ellos en todos los sentidos, y que más pronto que tarde, los pondremos ante los Tribunales para que respondan por sus miserables felonías…, sus injurias, sus amenazas y sus chantajes, que cada vez nos engañan menos con sus reiteradas mentiras y cobardes comportamientos…
Tienen que saber que nuestra “resistencia” no se rendirá ante nadie ni ante ninguna circunstancia, porque somos sencillos ejemplares que no tienen miedo ni desfallecen nunca, que “respiramos nuestra vida” ante los imperios del Amor, la Justicia y la Libertad, sin la que no es posible alcanzar la Dignidad que nuestra especie se merece, sin olvidar que la debemos conquistar paso a paso aproximándonos cada día hacia nuestro destino…
Escritor
Publicado originalmente en elimparcial.es