Para 2021, las perspectivas de la OCDE apuntan hacia un crecimiento del PIB mundial del 5.8%, según su revisión de expectativas del pasado 31 de mayo y habrá que recalibrar las prospectivas de cara al final del primer semestre del año.
Hay cierta alegría en parte porque avanza la vacunación a nivel mundial. Hasta el momento, han sido inoculadas 3 mil 253 millones de personas, de acuerdo con datos de la OMS.
Es verdad, falta más de la mitad de la población global en ser inmunizada porque hay países que no han recibido ninguna sola dosis… me parece lamentable la falta de egoísmo y la insolidaridad imperante. Homo homini lupus.
En buena medida mucha de la recuperación económica descansa en las vacunas, en la capacidad de gestión y también en su eficacia ante una serie de variantes del SARS-CoV-2 que amenazan con reproducirse a mayor velocidad antes de que sea inmunizada más población.
Y además con tantas interrogantes de por medio, la principal es si habrá o no la deseada inmunidad de grupo porque, tampoco podemos dejar de lado que hay gente que simplemente no quiere suministrarse la vacuna; y se ignora la verdadera eficacia de la inmunización y su duración en el tiempo.
Ya hay médicos que alertan de la necesidad de suministrar una tercera dosis para robustecer la capacidad inmunogénica de las dosis, sobre todo ante las mutaciones del virus que empiezan a provocar nuevas preocupaciones.
Mientras tanto, la gente intenta volver a su normalidad, al menos en Europa los planes estivales incluyen nuevamente viajar para una población como la europea acostumbradísima a hacer turismo fuera de sus fronteras, primordialmente todo el mes de agosto al completo.
El turismo es la rueca de reactivación para muchos países, la industria sin chimeneas tiene una relevancia importantísima en la generación de la riqueza de buena parte de las economías que no están dotadas con recursos ni energéticos, ni minerometalúrgicos, ni áureos de forma considerable.
Siempre se había mencionado lo que el turismo en sí mismo representa para América Latina obviando que hay continentes enteros que sobreviven gracias a él y no me refiero solo a África, sino igualmente a Europa.
El turismo es una actividad mucho más significativa de lo que se aprecia dentro del propio continente europeo. Un montón de ciudades del viejo continente llevan más de un año soportando el dolor de no tener turistas; de no tener ingresos por esas deseables divisas que, en su ausencia, dejan grises las ciudades con los hoteles cerrados, la hostelería quebrada, los museos vacíos y muchísimos subsectores en bancarrota.
Ahora la gente empieza a moverse más, a viajar otra vez a pesar del riesgo, digamos que se ha creado una sensación de seguridad con las vacunas como si la pandemia fuese una pesadilla ya disipada.
A COLACIÓN
Otra de las grandes preguntas, sin una respuesta fiable hasta el momento, tiene que ver con el tema de si la recuperación económica será sostenible o bien este rebote en uve se convertirá en un par de años en un camino hacia otra recesión global.
De hecho, la propia OCDE estima el tiempo que demorará recuperarse los niveles del PIB per cápita prepandemia y señala a un grupo de países como los más atrasados en hacerlo: Argentina dilatará más allá de 2025; igualmente Sudáfrica se espera que lo repondrá hacia finales de 2024, mientras que Arabia Saudita acontecerá después de 2023 y México, un poco después de 2022 al igual que España. Solo China y Turquía han salido casi indemnes de la pandemia y la mayor parte de los países recobrarán su PIB per cápita entre 2021 y 2022.
Me parece que, sostener el crecimiento en el tiempo dependerá de una serie de factores y no todos son positivos, comenzando porque el cambio climático ya juega en contra; y, hay además, un daño colateral de la pandemia en casi todas las economías sin distinción alguna: un fuerte crecimiento del endeudamiento. Desde mi perspectiva ambas variables condicionarán esa sostenibilidad de la recuperación económica en el tiempo que puede ser solo humo…
@claudialunapale