Si en estos momentos se zanjara la sucesión por la gubernatura, el problema que enfrentaría el régimen tabasqueño sería más bien en lo interno, pues por fuera carece de contrincantes capaces de plantarse enfrente.
La fuerza descomunal mostrada por Morena en las elecciones del mes pasado terminó por virtualmente borrar del mapa a rivales como PRI y PRD.
Es cierto que la fibra del partido en el gobierno es producto de la popularidad del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero esto no le resta puntos al vinotinto, sino al contrario.
En anteriores sexenios, justo a la mitad, en la oposición ya había prospectos que se estaban abriendo brecha en preparación de la pelea por Plaza de Armas. Más cuando el PRI tenía el poder y la izquierda –por muchos años alojada en el PRD– era aguerrida como su máximo líder oriundo de Tepetitán.
Hoy el único antagonista que ha redoblado el paso en el territorio estatal en busca del voto para 2024 es el experredista Gerardo Gaudiano Rovirosa, diputado electo por Movimiento Ciudadano, una fuerza liliputiense.
¿Se imagina usted el estado de desastre en que se encuentra la oposición que en el PRI, que quedó en segundo lugar en las elecciones intermedias del 6 de junio, están hablando de que el exgobernador Andrés Granier Melo se “reactivará” para poner “en movimiento” al otrora partidazo?
Al sol azteca lo salva de la evaporación que posea una senaduría, aunque su dueño, Juan Manuel Fócil Pérez, ha pasado a ser uno más en la estela de muertos políticos que dejó la victoria lopezobradorista.
Acaso el músculo mostrado por Morena ha provocado que muchos de sus cuadros ya estén peleando por la candidatura que viene, en el entendido de que, según ellos, el triunfo volverá a ser automático por la participación del jefe del Ejecutivo federal.
Esto es, quien sea nominado por la ‘Cuarta transformación’ tiene garantizada la dicha de residir seis años en la Quinta Grijalva.
De ahí que la lucha por la gubernatura se advierta más descarnada entre los propios morenistas que en el choque con la oposición.
Una vez más políticos de siempre como Oscar Cantón Zetina y Jesús Alí, que hoy visten de guinda porque es el color de moda, estarán pataleando para lograr la cartera que siempre les ha negado la sociedad.
Tenga usted por seguro que ninguno de ellos será abanderado de Morena, pero volverán a encontrar la fórmula para asegurar la nómina gubernamental en el siguiente período.
Aunque el partido en el poder perdiera fuerza y surgiera otra formación política –es un decir–, Cantón y Alí hallarán la manera de irse a donde los lleve el soplido del poder.
En realidad, la disputa en Morena no será tal: el abanderado va a ser el cuadro que decida quien ya sabe usted quien. Y esta baraja es de solo dos cartas: el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, y el secretario del Bienestar, Javier May Rodríguez.
Hasta ahí nada más.
Eso de que la senadora Mónica Fernández Balboa y el diputado federal Manuel Rodríguez González forman parte del primer círculo de los colaboradores del presidente, es pura propaganda.
PARA SU INFORMACIÓN…
MOLESTO SE ENCUENTRA el alcalde electo de Tacotalpa, Ricky Arcos Pérez, ya que entre Gerardo Gaudiano y Pedro Jiménez León, dirigente de MC, se quieren quedar con el gabinete municipal. Al expriísta le quieren vender la idea de que el triunfo se lo debe al instituto del veracruzano Dante Delgado, cuando en realidad fue su popularidad la que hizo la diferencia.
@RodulfoReyes