Algunas de estas ideas las publique en 2005 en el libro Las grandes Soluciones Nacionales, y siguen siendo válidas no obstante el tiempo pasado porque muchas de las condiciones abordadas empeoraron, la más relevante es el fraude electoral en 2006.
Para salir del círculo vicioso del gatopardismo, donde se reforma todo para no cambiar nada, se debe pensar en la reforma política como una gran reingeniería política, así que doy paso a detalles concretos:
El objetivo fundamental e ineludible de la reforma es el fortalecimiento de la sociedad y mejoramiento de la gobernación. Entre los valores centrales esta asegurar el fin de la impunidad y arbitrariedad en los procesos políticos y de representación
Reforma a la ley electoral. Simplificar los procedimientos y requisitos para los procesos políticos para facilitar el surgimiento de nuevos partidos y otras instancias de participación para asegurarle a la sociedad amplias opciones de representación.
Anular el financiamiento público a los partidos para evitar que se conviertan en negocios privados y familiares; establecer controles fiscales para garantizar la transparencia de los donantes y el manejo de los fondos recibidos por los partidos, la sociedad necesita saber quién invierte en política y como se gasta el dinero. Los institutos políticos no deben ser franquicias para delinquir, realizar malos manejos financieros o comprar influencia en las decisiones políticas.
Facilitar la filantropía para que la sociedad financie a las distintas formas de organización societaria, incluidos los partidos políticos. Simplificar el procedimiento para que las entidades puedan recibir donativos libres de impuestos, supervisando los donativos con justicia, equidad y sin prejuicio. Esto facilitará el financiamiento de las ONG que tendrán acceso a fondos sociales, reduciendo su dependencia de los fondos públicos o del exterior, y ayudará a eliminar la simulación de los partidos políticos que disfrazan como organizaciones sociales iniciativas partidistas.
Simplificar los requisitos para el registro de candidatos independientes para fomentar las opciones políticas que no están interesadas en los partidos, esto ayudará a politizar a la sociedad.
Eliminar a los legisladores plurinominales y pensar en redistritar el país reconsiderando el número de personas por legislador. Ahora tenemos alrededor de 425,333 personas por diputado, se puede mantener estable el número de distritos o reducir a 400,000 los ciudadanos por distrito con lo que se aumentaría a 319 el número de distritos. Debe mantenerse dos senadores por Estado.
Se ha establecido la reelección de legisladores y presidentes municipales, hay que simplificar el proceso vigilando que no se usen recursos públicos para la reelección.
Hay que reelegir gobernadores y presidente de la republica, recortando el período a cuatro años.
Darle toda la libertad a los Estados para que adopten su propia legislación electoral incluyendo los límites a la reelección de sus gobernantes y las fechas de elección.
Introducir, reglamentar y simplificar el plebiscito, la revocación de mandato y la consulta popular. Las cantidades excesivas para tramitar esos instrumentos y su aplicación se pensaron para proteger a los políticos.
Preparar nuevas élites es clave para asegurar una buena gobernación y conducción sana de la sociedad y la política. Nuestras élites son egoístas, autocomplacientes, corruptas y carecen de miras. Crear una escuela para élites, a donde debe asistir cualquier persona que quiera asumir una posición de liderazgo, ya sea social o político, entre las asignaturas de la escuela se debe incluir: ética, gobierno y honestidad, manejo de paradigmas con interés social, el uso de las nuevas tecnologías para gobernar, como eliminar las disparidades sociales, el arte de gobernar con orientación social, geografía y economía, el estado actual de la nación y como mejorarlo, el interés general y como mejorarlo. Existen suficientes académicos independientes de la política que pueden fungir como catedráticos en esta escuela y ser rotados con frecuencia para evitar asociaciones dudosas. Para ganar una plaza en la escuela el individuo deberá ganar una elección (comunitaria o política) y aprobar un examen socialmente sancionado. Esto mejorara la representación social y creara condiciones para fortalecer a la sociedad.
Participación ciudadana. No es suficiente contar con una mejoría de la calidad de los políticos sino que se requiere crear contrapesos societarios que garanticen la rendición de cuentas, la eliminación del abuso, y la corrección de las desviaciones. Es impostergable eliminar la simulación que ha penetrado y destrozado el tejido político generando complicidades perversas entre criminales y políticos.
La sociedad debe tomar en sus manos las distintas instancias de supervisión y control de la política.
Se debe cerrar el Instituto Nacional Electoral por su partidización e ineficacia manifiesta para vigilar que no se cometan fraudes ni la penetración de dinero sucio a los procesos políticos. Es una institución pesada y onerosa, de hecho el proceso electoral mexicano es posiblemente el más caro del mundo y no porque la democracia sea cara, lo es el autoritarismo, los políticos tramposos y los consejeros endeudados políticamente con quién los puso. La supervisión de las elecciones debe ponerse en manos de la sociedad, de los jubilados por ejemplo.
La credencial de elector debe convertirse en cédula de identidad.
Se debe cerrar el Tribunal Electoral y asignar la resolución de disputas electorales a instancias judiciales en los tres niveles de gobierno. A final de cuentas defraudar elecciones o procesos políticos es una violación a la ley.
La reforma política de gran calado repercute en un gran cambio cultural y requiere que el mexicano deje de verse como objeto para convertirse en sujeto de la política, eso sin duda, nos acercará a la democracia.
@shmil50