El proyecto económico entregado por Hacienda al Congreso se puede resumir en una frase de Miguel de la Madrid cuando presentó el Plan Global de Desarrollo 1980-1982: “un país crece como puede, no como debe”.
Los Criterios Generales de Política Económica para 2022 dibujan, en cifras el panorama de sexenio y medio 2019-2027: una tasa promedio de PIB anual de 1.7%, contra el 2.2% del ciclo neoliberal 1982-2018 y el 6% del ciclo populista 1934-1982.
El otro dato que revela Hacienda es también inquietante: el crecimiento económico de EU no será la locomotora que jale los vagones de la economía mexicana: en 2020-2027, EU crecerá a una tasa promedio anual de 2.1% y México apenas 1.7%. Ello quiere decir que las cadenas productivas del Tratado de Comercio Libre no funcionarán porque México no apoyó la planta productiva y el empleo en la pandemia y Estados Unidos sí lo hizo.
El escenario dibujado por el documento del nuevo secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, no revela ningún golpe de timón para pasar de una política económica para los planes presidenciales a una nueva política económica para alcanzar el compromiso presidencial de una tasa promedio anual de PIB de 4% en el sexenio 2019-2024 y de 6% a partir de 2025.
El problema del crecimiento económico y productivo mexicano se localiza en un opunto de sobra conocido: el actual modelo de desarrollo y su correlativa política económica estabilizadora no permitirán aumentos del PIB mayores a 2.5% porque despertarían presiones inflacionarias. El desafío, por ello, radicaba en replantear el desarrollo, reconstruir y modernizar la planta productiva y crear mecanismos mejores de distribución de la riqueza. Pero nada de ello ha llegado en estos tres años y no llegará en los próximos tres.
Por lo tanto, México crecerá como pueda y como se lo permitan los candados estabilizadores neoliberales. Habrá que esperar el próximo sexenio 2024-2030 para ver si hay alguna propuesta de reforma del desarrollo.
@carlosramirezh