Banxico: inflación fuera de rango y perspectivas al alza

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  • INEGI: nivel inflacionario septiembre 6%
  • Alza de precios por incrementos de energéticos y alimentos
  • Perspectivas inflacionarias elevadas, que se extenderán al 2022

El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubicó en un nivel de 6% a tasa anual durante septiembre, conforme al informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), su nivel más elevado desde abril del 2021; que superó los pronósticos de la mayoría de los analistas institucionales.

Lo anterior significa que el nivel inflacionario suma su séptimo mes consecutivo fuera del rango objetivo fijado por el Banco de México (Banxico) >de 3%, +/- 1%< pero de acuerdo al INEGI, este resultado significa una aceleración, ya que en agosto se ubicó en 5.59%; debido a la presión por el incremento en los precios de energéticos y alimentos.

Estos datos son malas noticias para la economía mexicana, cuyos pronósticos de crecimiento para este año se ubican, según la Secretaría de Hacienda (SHCP) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en alrededor de 6.3% del PIB, aunque señalaban, con perspectivas de revisión a la baja; por lo que la inflación a septiembre de 6%, con tendencia al alza, nos lleva a otro año sin crecimiento y con condiciones negativas, con altos riesgos.

Esta gráfica muestra claramente como las presiones de los precios al consumidor se incrementaron significativamente en septiembre, registrando su mayor umbral desde el pasado abril; generando una tendencia al alza. En este sentido, el índice de precios subyacente (1), tuvo una variación de 4.92%, la más alta desde agosto de 2017, cuando registró 5%.

 

Los datos

Los precios de los servicios se ubicaron en 3.43% a tasa anual, prácticamente igual que el mes anterior, cuando se ubicó 4.43%.

Por otra parte, el incremento en los precios de las mercancías fue de 6.26% a tasa anual, alcanzando su mayor variación desde agosto del 2017, en dicha ocasión fue de 6.51%.

En el caso de la balanza no subyacente, que contabiliza los precios de los combustibles o los productos agrícolas, tuvo un incremento y se ubicó en 9.37%, que significa una marcada aceleración respecto a agosto.

De manera desagregada, los precios de los productos agropecuarios se ubicaron en 10.41%, mientras que los de los energéticos y tarifas autorizadas por el Gobierno presentaron un alza de 8.55%, esto respecto al mismo periodo del año pasado.

Conforme a los resultados del INEGI, a tasa mensual, la inflación presentó una variación de 0.62% durante dicho periodo, mientras el consenso de analistas consultados por Citibanamex estimó una inflación mensual de 0.59%, y de 5.97% a tasa anual; la explicación es que fueron determinantes los incrementos en los energéticos, que a su vez impactaron los precios en los alimentos.

Por todos los datos ofrecidos, se espera que la tendencia del índice inflacionario siga con una tendencia ascendente en los siguientes meses, incluso diversos grupos financieros y empresariales, revisaron al alza sus estimaciones para el cierre de este año, situándola en 6,1% >que él que suscribe la considera optimista< y mantendrá sus efectos al alza hasta el 2022.

Vale la pena destacar que a escala global hay un incremento del índice inflacionario, pero que en México será más acentuado por el alza de los energéticos, vinculados a una coyuntura de alto nivel de incertidumbre y polarización, causada por la iniciativa de reforma constitucional sobre la energía eléctrica y para el 2022, que se agudicen las crisis sectoriales >economía, salud, seguridad, educación y de gobernabilidad, así como el próximo aumento de los salarios mínimos.

Hay varias instituciones financieras que describen esta situación, como un choque inflacionario, con tendencia al alza, que no se daba por lo menos en una década y mucho menos, en un contexto de bajo crecimiento económico; generado por varios factores, entre los que destacan:

  • La reapertura económica >moderada o escalonada< después de enfrentar la pandemia
  • Discontinuidad en las cadenas de valor
  • Alza en los precios de los comodities
  • Falta de suministros para las manufacturas
  • Una demanda que muestra distorsión en la distribución de producto
  • Aumento de precios de los energéticos

Ante los resultados actuales de una inflación de 6% y los datos que muestran las altas posibilidades de que se acelere en los próximos meses, es previsible que el Banco de México tenga que tomar acciones para contenerla, mediante la estrategia de continuar subiendo las tasas de interés, para que no se salga de parámetros aceptables; la mayoría de expertos e instituciones, calculan que la inflación podría llegar a 7.1% al cierre de este año.

 

Pronósticos al alza de la inflación

Los analistas y expertos de instituciones coinciden en señalar que las presiones inflacionarias que se están desarrollando, son más fuertes de lo que se había previsto y por ello, consideran que se van a extender hasta el 2022 >por lo menos al tercer trimestre< por lo que han ajustado sus pronósticos para el cierre de este año y el próximo:

  • Banorte considera para el cierre de este año, de 6.1 a 6.6% y de 4.7 a 5.2%, para el 2022
  • Monex lo calcula desde 6.05 hasta 6.50%, para este cierre de año; pero apuntando que el balance de riesgos se encuentra al alza
  • Banco Base plantea una inflación anual de 6.60%
  • Citibanamex elevó su estimación de 6.1 a 6.4% para 2021 y de 3.7 a 3.8% para el próximo año.
  • Un sondeo de Reuters, en el mercado pronosticó una inflación de 5.99% durante el noveno mes del año, luego del registro de 5.59% anual de agosto.

También hay que considerar, que los precios al productor aumentaron 7.09% a tasa anual, su nivel más elevado en tres meses, ante mayores efectos de los cuellos de botella en las cadenas globales de valor, así como altos precios de materias primas.

 

Por sector

  • Actividades primarias el alza fue de 11.95%
  • La Industria fue de 9.14% y las manufacturas en 6.27%
  • Los servicios fueron de 2.55%

Al arranque del 4to trimestre de este año, el tema de la alta inflación ha prendido los focos rojos de los bancos centrales a nivel mundial ya que, pese a que en un inicio se pensó que sería un efecto temporal por la pandemia del Covid-19, ésta ha perdurado, se han sumado otros factores económicos, de producción, suministros y aumento precios al consumidor, por lo que sus efectos van con un pronóstico al alza y se considera que continúe.

Por su parte, el Banco de México prevé que la inflación regrese a su objetivo hasta el 2023, por lo que sus analistas esperan que la autoridad monetaria, en su próxima reunión vuelva a aumentar la tasa de interés >Se ubica en 4.75% y el consenso del mercado ha calculado, al menos un alza de 25 puntos base<.

 

Reflexiones finales

Vale la pena destacar, que el INEGI en su informe sobre la inflación en septiembre, subraya que el incremento del gas LP >pese al control de precios del presidente López Obrador< fue el mayor detonante inflacionario; y hay que tomar en cuenta >en su comparación anual< que la inflación subyacente se ubicó en 4.92%, un nivel no visto desde agosto de 2017, mostrando una marcada tendencia alcista.

Por lo planteado en el texto de este artículo, este incremento de la inflación y sus proyecciones al alza, han prendido las alertas, así como focos rojos, sobre el desempeño de la economía mexicana, en especial de las políticas públicas que en esta materia ha venido tomando la administración del presidente López Obrador, que no han generado certidumbre y confianza en los factores productivos, financieros y empresariales.

Al final tenemos una expectativa de crecimiento de 6.3% del PIB >con revisiones a la baja< y proyecciones para el cierre de este año, de una inflación por arriba del 7%, es decir, volveríamos a tener un saldo negativo para el 2021, expresado de otra manera, la mitad de la administración del presidente López Obrador tendría el siguiente saldo:

2019             0.1% del PIB

2020             – 8.5% del PIB

2021             – 2.7% del PIB >estimado<

Termino señalando que la inflación se convierte >de manera perversa< en un impuesto, que afecta mayormente a los más pobres del país, donde sus raquíticos ingresos, no les alcanzan para pagar una canasta básica o los alimentos más indispensables; generando hacia fin de este año y principios del próximo, escenarios que nunca pensamos ver en México, de aumento brutal de la pobreza extrema y hasta hambre.

El autor es coordinador de investigaciones políticas de La Crisis, Zona Cero e Indicador Político

[email protected]

@rabascal

Notas:

  1. La inflación subyacente, es aquella que excluye de su contabilidad los productos de alta volatilidad de precios