- El mercado interno es el principal motor
- La industria y las manufacturas se desaceleran
- Se frena el intercambio comercial de México
La economía mexicana pasa por tiempos de alta incertidumbre, de impulsos desiguales y sin una estrategia por parte del gobierno federal que vislumbre estímulos a los sectores productivos, al ingreso y el empleo, así como de promoción de las inversiones privadas, ya sean nacionales o extranjeras; por lo que no hay elementos que permitan vislumbrar en el corto y mediano plazos, bases de una recuperación sostenida.
Hay que sumar a los serios problemas en nuestra economía, las crisis paralelas que van creciendo y complicándose, en materia de salud >enfrentando la 3era ola< de seguridad >índices sin precedentes de crímenes dolosos y violencia< de educación >sin adecuar las escuelas para que los alumnos acudan seguros ante la pandemia< y la infraestructura publica >muy por debajo de lo mínimo indispensable<;
que muestran claramente el fracaso del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
En la actual coyuntura económica los sectores secundario y terciario muestran una trayectoria de desaceleración en abril, mayo y junio a tasas mensuales, siendo notable que esta perdiendo dinamismo la manufactura exportadora, el motor por excelencia que nos había estado jalando; por su parte el sector servicios se mantiene en niveles positivos, debido al flujo de remesas, ya que el empleo y el crédito al consumo están con cifras negativas.
Para la mayoría de los expertos la perdida de dinamismo en la actividad económica, la explican por el incremento de los contagios de Covid-19, al grado de que ya estamos enfrentando una 3era ola; sin restar importancia a lo anterior, considero que esta desaceleración se debe a las políticas erráticas del presidente AMLO, que al tratar de proteger a Pemex y CFE esta desincentivando las inversiones en el sector energético, generando incertidumbre y violando el T-MEC.
No hay políticas económicas encaminadas a impulsar la inversión productiva y las organizaciones empresariales le hacen un nuevo llamado al Ejecutivo Federal para arrancar los 1 mil 500 proyectos de inversión >que requiere urgentemente el país< que ya habían acordado; predominan en el mandatario los factores ideológicos-políticos, más que los económicos y de un jefe de Estado.
Los datos
El nuevo Indicador Oportuno del Instituto Nacional Estadística Geografía e Informática (INEGI), permite realizar una estimación del IGAE con cinco semanas de anticipación a que se publiquen los datos oficiales, junto con los servicios y la actividad industrial; que nos muestra un cambio de la mayor importancia, donde el mercado interno es el que está jalando la economía y por otra parte, muy preocupante, es que se han desacelerado las actividades industriales e inclusive las manufacturas presentan un retroceso.
Para el mes de junio el INEGI señala:
- Un crecimiento de 0.3% respecto a mayo
- Un crecimiento de 2% respecto al primer trimestre y de 20.2% respecto al segundo trimestre del año pasado.
Rumbo de la economía mexicana
Aunque este último dato es positivo >como se tenia previsto< hay que mesurar las cosas, ya que su nivel es inferior en 2.2% al mismo periodo de 2019 y 2.3% por abajo del 2018, sin ni siquiera ser comparable a los niveles de la economía en 2017; es decir, un estancamiento de cuatro años.
De las cifras que nos da el INEGI, hay datos que deben preocuparnos, por ejemplo, la producción industrial en junio, fue la más baja de todo este año y se ubica 5% por debajo del mismo mes del 2019, ya que este sector era uno de los motores, que estaba siendo impulsado por la potente recuperación de Estados Unidos; asimismo, en el mes de junio hay una caída de la producción automotriz de 3.15% respecto a mayo y en el 2do trimestre del año hubo un significativo retroceso de 15.7% respecto al 4to trimestre del año pasado; por lo que hay datos que nos muestran un freno de la producción de autos.
Hay fenómenos globales económicos que contribuyen a explicar este problema, como es la problemática de las cadenas de suministro, como es el de la escasez de chips o semi conductores y el acero, que están vinculados a esta actividad y toda la industria manufacturera; así como el crecimiento acelerado de contagios del Covid-19 >y sus variantes< que amenazan nuevamente, con el cierre de actividades productivas.
Vale la pena destacar, que si no aumentan las manufacturas >importante motor del crecimiento< habrá un debilitamiento de la economía mexicana; aunque el mercado interno pueda seguir ampliándose, estas cifras nos muestran, que lo hará a tasas más lentas.
En este mismo sentido, los problemas derivados del avance de la pandemia pueden frenar de nueva cuenta a la actividad comercial y de servicios, independientemente de que el gobierno federal decida no limitar la movilidad; la ciudadanía va a ser más cautelosa ante el aumento de los contagios, lo que indudablemente va a debilitar el crecimiento del mercado interno.
El crecimiento del PIB en el sector terciario fue de 2.5% en el segundo trimestre respecto al primero, pero hay una caída de 1.9% si nos comparamos con el mismo periodo de 2019, que, a diferencia de las manufacturas, puede ser impulsado por las exportaciones; en cambio, el sector terciario depende fundamentalmente del movimiento de la economía interna.
Sector externo
Las exportaciones mexicanas presentan resultados mixtos, menores significativamente al mismo mes del 2020, que estábamos en medio de la pandemia, por lo que las que aparecen en la gráfica, son relativas, ya que en ese año tuvimos una caída del PIB de -8.5%; las petroleras y extractivas se ubican alrededor del 20%; pero las agropecuarias tienen una fuerte caída, así como el desplome de las manufactureras.
Pero lo más preocupante de las exportaciones, es el freno y retroceso del sector Automotriz, hasta en un -6.0% que era uno de los principales motores de la economía mexicana; apoyada por la fortaleza de esta actividad en EEUU.
Las cifras del INEGI nos muestran que pierde dinamismo la economía mexicana, mayo (0.6%) y junio (0.3%) de este año, lo que complica las perspectivas internas y hay que observar los riesgos globales.
En lo que se refiere a la balanza comercial de México, al comparar el primer semestre del año 2020 con el de este año, observamos una caída brutal, tanto de importaciones como exportaciones, cuyos valores absolutos se han desplomado, en aproximadamente cinco veces; hay una verdadera atonía.
Reflexión final
La economía mexicana esta en camino de una zona de muchos riesgos con altos niveles de incertidumbre y resultados, tanto internos como externos sumamente preocupantes, que nos muestran que no hay bases mínimas de un crecimiento sostenido, situación que se puede agravar por la falta de inversiones en sectores estratégicos >energía, infraestructura, tecnología, etcétera< y confianza en el estado de derecho.
Las proyecciones de crecimiento para México en el 2021, se sitúan en alrededor del 6% del PIB, que la administración del presidente López Obrador lo festina y celebra como un logró de su gobierno, sin soportes de políticas publicas para lograrlo; pero hay otros datos que no ofrece, por ejemplo, la inflación de coloca cerca del 6% anual >la subyacente es mucho más alta< lo cual nulifica este supuesto “crecimiento”.
Habrá para el 2021, poco más de 10.7 millones de pobres, es decir, clases medias que pasan a este nivel, porque no tuvieron ningún apoyo gubernamental, en medio de la pandemia, como si lo hicieron la mayoría de los gobiernos de otros países.
Según los últimos datos del INEGI, el ingreso de los hogares mexicanos ha caído en general en 9%, es decir, hay más desigualdad y pobreza.
Todas las crisis en curso en México, representan retos y desafíos inmensos, por cada una y en su conjunto, muestran un rostro descarnado del país:
- La de inseguridad y violencia
- Economía, ingresos y empleo
- Salud
- Educación
- Falta de servicios gubernamentales y descoordinación, con omisiones
- Ingobernabilidad
Coordinador de investigaciones políticas de La Crisis e Indicador Político
@rafabascal