Presupuesto 2022. Engañifa opositora, avance y el sueldazo de Lencho

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El monto del presupuesto de egresos 2022 asciende a 7 billones, 88, 000 millones de pesos. Esa en sí misma es la nota, al ser el más grande aprobado. Que lo mismo favorece una loable, necesaria redistribución de montos al gasto público –acción soberana del Legislativo– en alarde de los pesos y contrapesos y que no lo olvide Lorenzo Córdova, si es que no lo desconoce o no termina de entenderlo, él y sus simpatizantes;  y en dado caso, la oposición con sus 2000 intentonas dilatorias para meterlo en una hora inconstitucional de aprobación y de ahí agarrarse, ha fracasado en la maroma y no impidió su aprobación. La Cámara Baja procedió conforme a Derecho. Y si su resultado no agrada, ese es otro cantar.

¿Qué sin cambiarle una coma? Bueno ¿acaso los opositores realmente proponían cambios favorables al pueblo de México, que así lo ameritaran? A juzgar por el desechamiento del 100% de sus propuestas, nos quedan severas dudas por no decir que constataciones de que no proponían cosas de fondo y sensatas. ¿Qué se muere la reforma eléctrica? Ya veremos. No adelantemos vísperas. ¿Qué sacarla con alianzas es condenable si aquella saliera adelante con alianzas de Morena con el PRI? Bueno, antes de condenar alianzas nuevas como la referida, por elemental congruencia debería condenarse otras previas, como la alianza Sí por México. ¿O es que solo vale lo que yo hago y no lo que tú hagas? Suena muy priista y sería incongruente ese proceder y carente de todo valor cívico.

Como puede ver, sí hay muchas lecturas de una realidad y aquí tiene otra.

Lo importante a destacar es que los opositores conformadores de la Alianza por México –PRI, PAN, PRD– han mentido a sus electores. En efecto: le mintieron a los electores diciéndoles la noche del 6 de junio pasado que tenían mayoría en la Cámara Baja gracias a su extraviado voto que dio respiración al moribundo PRI sin enaltecer ni dignificar al PAN; y les mintieron desde ese momento diciéndoles durante todo el otoño que detendrían el presupuesto de López y con la cantaleta de su presupuesto alternativo que abandonaron (puro jarabe de pico) y con el que frenarían el lopezobradorismo.  No es malo no tener los votos suficientes para emprender esos castillos en el aire, lo deplorable es su mentira digna de ser desmentida y desenmascarada. Ambas acciones sí son muy loables. Sobre todo cuando a la fecha hay tantos de sus electores que no se enteran del estercolero que votaron el 6 de junio y que ese, su voto antiMorena cargado de odio, no es mayoría como les cuentearon ni impulsa sus aspiraciones y no es que eso sea malo o bueno, simplemente han vivido engañados y despiertan un poco de pena. Ya vieron que no eran mayoría como les mintieron.

Ahora, si el presupuesto 2022 es un ariete para estrellarle en la cara a Lorenzo Córdova su sueldazo insostenible e injustificable –no al INE, no a México, no nos revolvamos ni mezclemos cosas–  que amén de estar obligado a cumplir con sus obligaciones constitucionales, tendrá que hacer más con menos; ergo, quizás ha llegado así el momento de que deje su caprichito y se baje el sueldazo insultante que se carga. Cobra como si diario hubiera elecciones, reclama presupuesto como si cada año las hubiera generales y como si estuviéramos en bonanza; esa de la que no hay y de la que se autoasigna un sueldazo inaceptable. Lorenzo Córdova es un negativo para nuestra democracia. ¿Podemos recordar sus insultos racistas a indígenas y sus mofas al legislador el día que se dignó a ir al Congreso? Es un impresentable en toda regla.

Este bajón de presupuesto orilla a Córdova a pensárselo y a pasar por esa humillación de bajárselo o a dejar las cosas como están. ¿Qué quiere impugnar? Será interesante ver su argumento, que sabe más a defender su sueldazo que a velar por la democracia que tiene tan descuidada al desdeñar la consulta popular este año y la revocación de mandato del siguiente. A Lorenzo Córdova, parcial e impresentable, le ha quedado grande, muy grande el puesto que el muy jefazo cobra inmerecidamente tanto por los méritos no mostrados, como por su circunstancia.

En tanto se evidencia que el INE sí es caro –y desde luego que ello obedece a las trapacerías priistas que propiciaron fraudes justificadores de un blindaje caro contra sus fraudes– también demuestra que sí se puede redireccionar presupuesto a otros menesteres y que si escasearan los recursos, se incrementará el papelón de cobrar el sueldazo de su presidente mientras escasean dineros. Podrá seguirse amparando, seguir haciendo es papelón que no merecen ni los ciudadanos ni la democracia mexicana y para lo poco que le importa hacerlo como lo evidencia el sujeto, pero el sujeto impresentable, con sus antecedentes de comentarios discriminadores y racistas, con sus burlas al orador el día que puso el pie en la Cámara de Diputados, ya tendrá motivos para seguirse riendo. Al menos sus mofas y despropósitos nos saldrán más baratos en su conjunto y eso ya es de celebrarse.

Que no se olvide antes de interponer las controversias que amaga con interponer, que el Congreso no está obligado ni a darle lo pedido ni a repetir el monto asignado el año anterior. Olvida que la Constitución lo faculta al Legislativo a ponderar y a redistribuir el presupuesto valorando lo que a su soberano juicio atañe –y hubo en su seno discusión y confrontación de ideas como en toda democracia, más la correspondiente votación por mayorías como mandata la ley–  y le toca definir lo prioritario (y 2022 no es año de elecciones federales ni generales, que no se entera el sujeto) y el peregrino argumento de que el Legislativo lo invade y le obstruye sus funciones recortándole el dinero, es falaz e impreciso. No nos confundamos. El INE puede proponer, estimar su presupuesto, mas nada obliga al Congreso y en concreto a los diputados, a otorgarle lo pedido y hay que recordarle algo: que ni es el único ni el más importante ni prioritario.

Si eso consigue entenderlo Córdova y quien sea, estamos del otro lado. ¿Qué no? Tiene un severo problema por resolver, que no es endosable a nadie.

Pues ha llegado el feliz momento de tararear la cantaleta: Si mi ine nos une, mi Lencho nos desune. Su chulería y su rapacidad son deleznables como la de ciertos consejeros cuya imparcialidad y decoro con los que deberían de conducirse, brillan por su ausencia. Sí, me refiero a gente como Murayama.

El presupuesto 2022 bien puede acorralar a Lencho en su laberinto sueldístico. Acaso sea hora de que por motu proprio acepte que nadie debería de ganar por encima del jefe de Estado, que su sueldazo no se justifica, que es mucha necedad y mucha insensatez andarse amparado para sostenerlo, que ese dinero sí que puede ahorrarse en pro del propio INE que se las verá negras en 2022 si se mantiene la acertada idea de que ya lleva años queriéndose ponerle freno y qué mejor que suceda en años que no mueven a elecciones generales. Y acaso ya debería de renunciar Córdova para dejar de mancillar la democracia. Y que no le lloriquee tanto conque se pone en riesgo la revocación de mandato, que de todas formas tanto le disgusta, no porque suponga un riesgo de que López no se vaya, sino porque le quita argumentos de ilegalidad si es por mandato constitucional. O sea que lo ponen a trabajar, a desquitar su insultante sueldazo.

Porque tampoco se le veía muchas ganas de impulsar ambos ejercicios más democráticos que su sueldazo, o más que las escasas ganitas que le pudo poner a la consulta popular de agosto pasado. Enhorabuena que se retiren ingresos al INE. Es hora de someterlo a escrutinio. Cuando un funcionario falla tanto como es el caso, y compromete al INE, ponerlo a escrutinio público procede y revisarle las cuentas, también y eso implica limitarlas. Es el caso, aplica y qué bien que por fin suceda.

@marcosmarindice