El primer priista de Oaxaca y la sucesión

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Alejandro Murat Hinojosa encabezó un festejo masivo de Rosca de Reyes en la sede del Comité Directivo Estatal del PRI en Oaxaca. ¿Cuál sería la razón?
 
En condiciones políticas “normales” sería lógico, porque su calidad de Gobernador de Oaxaca en la praxis política le otorga el nombramiento fáctico de “primer priista” de la entidad. 
 
Pero en condiciones sui géneris, la presencia de Alejandro Murat en la sede priista despierta cierta curiosidad, primero porque ha sido un mandatario distanciado del PRI.
 
Sin embargo, no se trata exactamente de una sana distancia para evitar beneficiar al partido con el gobierno, sino de un alejamiento sentido en carne propia por la militancia. Vaya, ni una palmadita en la espalda. 
 
Incluso, algunos candidatos a diputaciones locales y federales de las elecciones 2021 se quejaron de la frialdad del “primer” priista de Oaxaca, de dejarlos solos. Ni siquiera puso el hombro para llorar la derrota. El PRI perdió todas, salvo una local.
 
En fin. ¿Por qué se puso bello con la Rosca de Reyes? Porque Alejandro Murat la llevó, ¿verdad? ¿O fue de “traje”? ¿O la compró el Comité Directivo Estatal del PRI con todo y banca rota? Éste es otro punto: Nunca como ahora el “partidazo” en Oaxaca sufre porque el financiamiento público local no le alcanza.
 
Y si el Revolucionario Institucional juega a los “candidatitos” a la gubernatura de Oaxaca, pronto vivirá de la caridad, porque perderá el financiamiento si no alcanza el umbral de votación exigido para conservar las prerrogativas.
Es evidente que la presencia de Alejandro Murat en la sede del PRI estatal tuvo otros fines, más que la partida de la Rosca de Reyes en una convivencia masiva con la militancia priista. Quizá fines como los siguientes:
Taparle la boca a quienes dudan de tener la camiseta bien puesta como priista; o sea, reafirmar su militancia en el PRI frente a las voces que han cuestionado su cercanía con el Presidente de la República y jefe político de Morena, Andrés Manuel López Obrador.
Opacar cualquier pensamiento de tener entregada la gubernatura precisamente a Morena. Aunque de todos modos el PRI perderá las elecciones de junio próximo, pues en números el Movimiento Regeneración Nacional le aventaja dos a uno. 
 
Aplacar cualquier indicio de rebeldía en el priismo oaxaqueño por la selección interna de la candidatura a la gubernatura. El presidente del PRI estatal, Eviel Pérez Magaña, hasta sacó un perfil en redes sociales sin el logo del partido y con la leyenda “En la ruta correcta” en medio del rumor sobre la posibilidad de irse a Movimiento Ciudadano.
 
(Rumor que, por cierto, se aplacó cuando el partido naranja dio a conocer a su virtual candidata a la gubernatura oaxaqueña: Alejandra García Morlan, quien acaba de renunciar al PAN para aceptar la precandidatura por MC).
 
Proyectar unidad del priismo local.
 
Y convivir ahí, en el evento de la Rosca de Reyes, con las personas aspirantes a la candidatura del PRI para sucederlo en el gobierno de Oaxaca: Francisco Villareal, Germán Espinoza, Eufrosina Cruz y el propio Eviel. 
 
Incluso, la semana pasada trascendió que Villareal, Espinoza y Eufrosina tienen la venia para solicitar el registro como precandidatos el próximo 20 de enero, plazo marcado por la convocatoria recién emitida por el Comité Nacional del PRI. 
 
La cúpula priista ¿ya le daría la venía a Eviel? ¿O llegaron a un acuerdo? Por ejemplo, darle un nombramiento en el CEN o en el gabinete estatal. ¿Y por eso todos aparecieron felices y contentos en la partida de Rosca de Reyes?
 
Aunque algunos priistas piensan que en Oaxaca puede darse el caso de declarar desierta la candidatura la cual debe salir el 10 de febrero por el método de Convención de Delegados ¿Desierta? Sí, para de plano designar de manera directa previo al registro ante el OPLE.
 
En fin, qué bueno que Alejandro Murat fue a la sede estatal del partido que hace seis años lo llevó a la gubernatura de Oaxaca. Así nadie le achacará ingratitud, y habrá menos quejas sobre haber dejado en manos de don Pepe la sucesión oaxaqueña, por lo menos por lo que toca al PRI.
Ah, y fue acompañado de su esposa, Ivette Morán de Murat, quien, por cierto, siempre ha salido muy bien posicionada en las encuestas; con más aceptación, incluso, que el propio Alejandro.