Ricardo Anaya: “el as bajo la manga” para el debilitamiento de la oposición

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Gerardo Lozada Morales

El pasado 31 de enero Ricardo Anaya volvió a exentar el citatorio —por cuarta ocasión— para la audiencia judicial ante la FGR debido al contagio de covid19 del juez encargado de su caso. Sin embargo, parece que su situación se agrava mucho más, puesto que medios de comunicación señalan el inminente vínculo de complicidad que mantiene con su madre y esposa para ocultar los sobornos del caso de Odebretch y lavado de dinero, los cuales ascienden a la cantidad de 6.8 millones de pesos.

El año pasado comunicó que se iría del país por una “presunta persecución política”, pero cabe rememorar un poco sobre la trayectoria que lo llevó a vivir este escenario. Tras su consolidación dentro del PAN, fue el responsable directo de las disputas internas que fraccionaron a su partido y que no han tenido conciliación, se impuso por encima de la institucionalidad para competir en la candidatura presidencial del 2018, donde terminó traicionando a sus progenitores políticos como Gustavo Madero, el propio Felipe Calderón y Santiago Creel, y culminó con la alianza partidista ideológicamente inconsistente o contra natura junto al PRD, traicionando los cimientos identitarios de acción nacional.

Actualmente, sigue apareciendo como candidato para la elección presidencial del 2024 en encuestas, y esto asegura que un sector del panismo lo respalda, pese a que en escenarios futuros se libere una orden de aprensión en su contra y hasta la ficha roja en la INTERPOL, pues se asegura que posiblemente se encuentre en Nueva York, Canadá o Israel.

Como pionero de la crisis de Acción Nacional, el debilitamiento de las fuerzas partidistas dominantes ha cambiado desde 2018 hasta el presente. La política actual se construye y se lee en los buenos términos de Maquiavelo y de Sun Tzu; mediante estrategias no tan visibles a la luz pública, donde la utilización de las debilidades de los enemigos ha alimentado el empoderamiento del gobierno federal y que lleva detrás a la consolidación de un partido predominante.

¿Pero por qué el caso Anaya es tan importante en el presente 2022 y rumbo al 2024?, porque entre más tiempo se extiendan sus averiguaciones, mayor será el impacto negativo sobre el panismo y su posible alianza opositora con el PRI y el PRD, ya que desde el año pasado registró una pérdida significativa de representación popular en las 15 gubernaturas disputadas, pasando del 20.06% a un 18.44%, y de un total de 2,469 municipios del país, solo gobierna 137 de manera autónoma y 427 en alianza.

El caso Anaya será crucial para mirar el debilitamiento del panismo y la oposición que logre conformar. Estará sonando en la voz de quienes radican en la microfísica del poder; es decir, en la ciudadanía, porque alimenta el discurso de la lucha en contra de la corrupción política y porque es el arquetipo idóneo de todos los males que ya no se quieren en México. El panismo sigue sin entender la importancia del respaldo ciudadano.

El autor es doctor en ciencias de gobierno y política por el ICGDE-BUAP y catedrático de la UDLAP.