Esperemos que AMLO no esté equivocado y su decisión de llevar a Delfina Gómez al sitio que ocupará alguna vez José Vasconcelos sea en beneficio para el país. Para el presidente lo relevante de éste nombramiento es que es probable que, antes de Delfina, ningún otro maestro o maestra de primaria haya ocupado la titularidad de la SEP y que con su designación ya hay nueve mujeres en el gabinete presidencial.
Eso es lo importante no su capacidad, no su experiencia, tampoco sus proyectos y planes en el sector, en pocas palabras un registro estadístico y anecdótico de la 4aT. Antes de iniciar su carrera política, Delfina Gómez se desempeñó como profesora de Nivel Primaria en la Secretaría de Educación del Estado de México de 1982 a 1999, como subdirectora auxiliar de proyectos de la misma dependencia de 1998 a 2012 y como directora escolar de 2002 a 2012. Gómez Álvarez es egresada de la licenciatura en Educación Básica por la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), cuenta con una maestría en Pedagogía y otra en Educación con especialidad en Administración de Instituciones Educativas por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.
Tuvimos, varios periodistas académicos de convivir con ella cuando aspirante a gobernar el Estado de México, posición que le quedó muy grande aún cuando en todo momento presumía su cercanía con AMLO y descansaba su imagen en fotografías con el tabasqueño. En ese evento, la maestra se hizo acompañar de un nutrido grupo de asesores que con imágenes en una pantalla intentaban convencer sobre las propuestas de gobierno de la candidata.
Varios periodistas interrumpieron la sesión argumentando que la idea era escuchar a la mujer y no a su equipo. Se notó que la maestra no estaba preparada y difícilmente articulaba expresiones o ideas en concreto, eso sí sobresalía porque había colocado en la memoria mediática la frase “vamos requetebién”.
Me da la impresión con este nombramiento que sólo están llegando los verdaderamente incondicionales al presidente, aquellos que son marcadamente sumisos y que no se atreven a contradecir al Ejecutivo.
Por cierto la tan criticada práctica del PRI de condecorar y promover a los perdedores se hace más manifiesta en el ejercicio de mando de AMLO, van dos ejemplo, cuando Ebrard fue despedido por el Presidente de la República por los linchamientos en Tláhuac, AMLO lo rescató, lo defendió, lo promovió y lo llevó a su gabinete para prepararlo para la jefatura de gobierno. Hoy es su secretario de relaciones exteriores.
A Delfina le ocurrió algo similar. No ganó en las urnas del Estado de México pero eso es lo menos importante, se le premia con una del dependencia federal por cuota y cuata. El perfil es muy similar a la titular de la CNDH y al tiempo me darán la razón.
Llegar a la SEP no únicamente tiene injerencia en los planes de estudio sino en la capacitación al magisterio, el conocimiento a movimientos sindicales, a enfrentar mediante la tecnología a la pandemia, revisar los contenidos de los libros de texto, mantener abierta relación con rectores y directores de casas de estudio con prestigio nacional y en el extranjero, ser culta, manejar Tveducativa y la estaciones de radio que dependen de la SEP, sería vital presentarse como políglota, no permitir que las aulas se conviertan en centros de adoctrinamiento, buscar en fondo y forma que los mexicanos no estemos reprobados en el contexto internacional, promover la exención se impuestos a las familias que pagan por educación privada, generar el impulso a la excelencia y la superación social a través de el cumplimiento de los créditos académicos, en fin, no es llegar para congraciarse con quien la nombró.
En educación estamos muy retrasados, inclusive debe vigilar, supervisar y atender cientos de inmuebles donde se pretende dar clases que no cuentan con agua corriente, energía eléctrica, piso de concreto y baños.
Además deberá atender las necesidades de quienes en este tiempo aún no hablan el español. Sería por demás interesante observar un debate sobre instrucción pública y sindicalismo entre Defina Gómez y Elba Esther Gordillo, digo sólo para saber de qué lado masca la iguana.
Me gustaría creer que Delfina tiene los tamaños para este reto pero aún cuando así sea tiene que continuar tolerando las ocurrencias presidenciales como por ejemplo los pésimos mensajes que manda al pueblo en relación a la pandemia o quizá decirle al oído al presidente que México no se fundó hace 10 mil años y que la esposa de Juárez no era la esposa de Porfirio Díaz.
También creo que una orientada no le vendría mal a la pareja del presidente que asegura que el Sol gira alrededor de la Tierra. Es nuestro planeta el que rota y se traslada.
Conductor del programa Va En Serio MexiquenseTV canal 34.2