Inicio Torre de Babel En enero la economía mexicana se cae a 0.5% del PIB

En enero la economía mexicana se cae a 0.5% del PIB

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  • Se mantiene la tendencia recesiva
  • Pérdida de confianza empresarial y aumento de la incertidumbre de negocios
  • La falta de inversión privada, es un factor determinante para la inercia en la economía

Todos los nuevos indicadores sobre el desempeño de la economía mexicana, muestran que no hay dinamismo hacia una recuperación, se mantiene la tendencia recesiva del segundo semestre del 2021, es decir, que llevamos siete meses con resultados negativos en el Producto Interno Bruto (PIB); donde la falta de inversión privada en los tres años del gobierno del presidente López Obrador, están cobrando facturas, en un ambiente de incertidumbre y pérdida de confianza.

De acuerdo con los resultados en el nuevo Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE), se estima una variación mensual del Indicador Global de Actividad Económica (IGAE) que muestra una disminución de 0.15% a tasa mensual en el mes de enero del 2022; esta cifra significa la primera caída desde octubre del 2021, cuando retrocedió 0.17% a tasa mensual.

Lo anteriormente expuesto, muestra que la actividad económica en México ha perdido la fuerza de sus principales motores, donde impera un estadio de inercia de la producción, falta de inversiones y sin políticas públicas de las secretarias de Hacienda y Economía, que nos permitan prever que habrá una recuperación; con una inflación al alza, que ronda el 7% que afecta en nivel de ingreso de los trabajadores y la economía familiar.

Esta grafica con datos del INEGI, nos muestran que después de la estrepitosa caída de principios del 2020, se generó un incremento de la actividad económica, para iniciar una tendencia a la baja, con leves rebotes en el primer semestre del 2021; para tener una desaceleración de las actividades productivas en los dos últimos trimestres del año pasado, arrancando el año con una disminución del menos 0.15% de acuerdo al IGAE.

Los sectores productivos han presentado diferentes ritmos e importancia en las entidades de la República mexicana, afectados por la coyuntura internacional y los factores internos, de estar en medio de una recesión económica.

En esta gráfica, observamos que se estima un descenso mensual de 0.44% en la industria, y de 0.04% en las actividades relacionadas con los servicios, donde si los calculamos a una tasa anual, se estima un crecimiento de apenas 0.73%; prácticamente igual al 0.72% que se reportó en diciembre. En el caso de las actividades terciarias, se espera que presenten un aumento ligero durante enero del año en curso, de 0.1%; lo que representa un pequeño avance después de dos meses consecutivos de resultados negativos.

Vale la pena señalar, que los datos e indicadores que hemos presentado, confirman el estancamiento y debilitamiento que enfrenta México en materia de crecimiento económico, lo que ha generado las constantes revisiones a la baja, por parte de instituciones financieras y calificadoras, en las expectativas de crecimiento.

Por lo que el inicio de este año, este marcado por grandes desafíos y retos, por lo que se refiere a las posibilidades de recuperación económica, no sólo por las cifras negativas, que miden el desempeño de esta actividad, sino por la perdida significativa de la confianza empresarial, en el ambiente de negocios y la confianza del consumidor; así como los indicadores del Instituto Mexicano de Ejecutivos en Finanzas (IMEF), tanto en el sector manufacturero como el industrial.

En cuanto a la economía de Estados Unidos (EU), hay que señalar los riesgos de la pandemia del Covid-19, en especial la variante Ómicron, donde el gobierno de Biden está planteando el retiro de los estímulos fiscales, para contener la inflación, aunque cause una desaceleración a su economía; lo que implica para México, menores exportaciones e importaciones más caras.

Destacando también, una desaceleración global, tanto por la pandemia, como por la falta de materias primas y la desarticulación en las cadenas productivas.

Al haber transcurrido más de tres años del gobierno del presidente López Obrador, con saldos negativos en el PIB, en recesión y sin motores que puedan vislumbrar una recuperación económica, podríamos estar hablando de un sexenio perdido, a menos que el gobierno impulsara medidas de políticas públicas espectaculares, ya que los cálculos de los econometrístas estiman que el crecimiento sexenal se ubicaría en alrededor del 0.6%; sólo comparable con la cifra catastrófica de 0.2% de la administración de Miguel de la Madrid.

 

Esta gráfica nos muestra la evolución del PIB desde el 2009, hasta el 2021, estimando las cifras para el 2022 y 2023, versus el crecimiento potencial, donde podemos observar, la desaceleración que se da con el inicio de la administración de López Obrador, que en 2019 dejamos de crecer >cuando recibió el gobierno creciendo al 2.3%< y tuvimos un saldo negativo, la caída del 2020 >sólo comparable con la de 1929-34<, en 2021 un rebote del primer semestre; con cálculos para este año y el próximo de 1.5% y 1.6% anual, respectivamente.

En este sentido, tenemos que la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) recortó el pronóstico del Producto Interno Bruto (PIB) de México para 2022 y señaló que el potencial de crecimiento ha caído en los últimos años, y para elevarlo es necesario reactivar la inversión e implementar una serie de reformas de carácter fiscal.

La institución a 2.3% su expectativa de crecimiento para este año, desde el 3.3% previsto en diciembre, y para 2023 lo revisó a 2.6%, más que el 2.5% previo, considerando que en los últimos años el crecimiento potencial del país, que mide la velocidad a la que puede crecer el PIB de forma sostenible, bajó desde un 3% en 2015, a 2.0% en 2019 y a solo 1.5% para el presente año (ver la línea sepia de la gráfica).

 

Reflexión final

  • La economía mexicana esta en recesión al tener un segundo semestre del 2021 con un PIB negativo; en enero del año en curso, con los nuevos indicadores se reporta una caída del 0.5%.
  • Los análisis de los sectores productivos muestran una marcada desaceleración, no hay moteres que prevean una recuperación, sólo hay atonía y debilidad económica.
  • La falta de inversión privada en los tres años del gobierno del presidente López Obrador, están cobrando facturas, en un ambiente creciente de incertidumbre y pérdida de confianza.
  • Los datos e indicadores con que contamos en la actualidad, así como las perspectivas de los especialistas, nos muestran las posibilidades de un sexenio perdido, con la administración del presidente López Obrador, con un crecimiento para sus seis años, de tan sólo 0.6% del PIB.

El autor es coordinador de investigaciones políticas de La Crisis, Zona Zero e Indicador Político.

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@rabascal