Xóchilt Patricia Campos López¡
El presidente de la Suprema Corte de Justicia Arturo Zaldívar se perfila como un candidato emergente de la Cuarta Transformación, así como el canal de intermediación para implantar una reforma legal del Poder Judicial, e incluso la probable Reforma Constitucional a nuestro sistema de gobierno. Además de contener el acoso jurídico al presidente de la república, a veces con la razón jurídica fundamentada, la exposición que ha hecho el ministro Zaldívar respecto de las complicaciones de implementar las reformas del Lopezobradorismo, puede constituirse como una retórica de campaña política que prolongaría el apoyo de los simpatizantes de Morena, así como los electores que buscan una profundización del progresismo.
En la retórica de los nacionalistas, los cambios se han detenido por el bloqueo jurídico y legislativo que los poderes fácticos -así como la influencia externa- implementan. Y no están errados. Desde la emergencia de los gobiernos postrevolucionarios, el Estado de Derecho ha tenido que violentarse por quien gobierna hasta llegar al límite del autoritarismo. La constitución es más un proyecto moral de justicia social que un marco jurídico para imponer el orden entre los mexicanos. Durante la época neoliberal, las reformas estructurales consistieron en encadenar al Estado Mexicano frente a los intereses de los sectores privados y extranjeros. Esto ocurre desde los Tratados de Bucareli, pero ha sido más grave en los tiempos contemporáneos.
La anomia jurídica en nuestro país, o debilidad institucional del poder judicial, estructura un poder judicial que se somete al presidente de la república en turno y/o la nomenklatura oligárquica. ¿De qué forma conseguir una justicia que se acople a la transición democrática? El General Lázaro Cárdenas gobernó mediante los decretos presidenciales para favorecer las reformas sociales y el presidente Carlos Salinas también violentó la legalidad de la constitución para desmantelar el sector público. Al nivel de la ciudadanía, el actuar de los jueces y funcionarios fiscales resulta más que oprobioso. ¿Hasta cuándo la igualdad jurídica formará parte de la consolidación democrática?
Zaldívar tiene la capacidad para desarrollar propuestas concretas al Poder Judicial y exponer a la sociedad los obstáculos de ejecutar la constitución. Hay casos increíbles de imposibilidad factual en los artículos que trataban de representar los anhelos de la revolución mexicana. Un ministro de la Corte como precandidato presidencial, permitiría conocer la imposibilidad legal del presidencialismo y la esclerosis que vive la estructura legal en el país. Un discurso jurídico que muestre la inconstitucionalidad de la oposición y sus actores, puede llevar la bandera de una nueva Carta Magna. En Chile se ha mostrado la necesidad de refundar el aparato legal para establecer mecanismos adecuados de gobernabilidad a los tiempos postmodernos. México enfrenta una desincronización de su Poder Judicial, Constitución y Gobernabilidad.
Inclusive se puede ponderar la necesidad de una nueva forma de gobierno desde la perspectiva de quienes son los arcontes de la ley suprema. Los actores subalternos podrían establecer metas sociopolíticas que trasciendan la movilización anárquica y busquen el litigio jurídico para reconfigurar nuestro régimen. El discurso jurídico nacionalista brindaría dividendos importantes en la trascendencia de la 4T.