Dra. Marcela Maldonado Bodart
En los últimos días, y de manera inevitable, hemos estado siendo testigos de la invasión rusa a Ucrania. Independientemente de las diferentes causas, o posiciones políticas e históricas internacionales que se han manifestado frente al conflicto, también estamos siendo testigos de la forma en que la sociedad civil ucraniana, así como de su jefe de Estado, están haciendo frente al conflicto desde diferentes ámbitos.
Y es que, por una parte, las características de la sociedad civil internacional de la cual estamos transitando dentro de nuestra “aldea global”, ya está de alguna forma, organizada bajo varios esquemas dinámicos, como un resultado de distintos factores y procesos históricos que dan vida a la actual 4ta. Revolución Industrial en proceso.
En este sentido, Heinz Dieterich (1) conceptualizó a la actual sociedad civil global como una realidad en la que el mercado nacional deja de ser el eje principal de reproducción de capital, y en la que, los medios electrónicos de “imágenes” se convierten en globales y hegemónicos frente a un conjunto de sociedades con rasgos nacionales o “domésticos”, conceptualizándola entonces como una sociedad del “cyberspace”, en donde la tecnología móvil internacional, a través de smartphones y tablets, requieren estándares para su funcionamiento, así como para transmitir los datos a una velocidad máxima por segundo, como la cuarta generación de estándares de comunicaciones móviles, también conocida como “4G”.
Dentro de esta lógica, para cualquier sociedad civil, la “modernización” es importante, en especial para las sociedades con características transnacionales, en donde la tecnología y las redes sociales se convierten en un eje fundamental para la planeación y la toma decisiones, ya sea para identificar en qué punto geográfico está avanzando el enemigo dentro de una guerra, o hasta para realizar donaciones a los afectados dentro de la misma guerra.
Por otra parte, dentro de la sociedad del “cyberspace” de la 4G, que actualmente damos vida, la acción política toma sentido, pues es en base a la modernización de la acción política a través de la tecnología, que los partidos políticos pueden organizar a la sociedad civil desde un espacio “nacional”, pero con una perspectiva innovadora y con impacto “glocal”. Asimismo, la figura del jefe de Estado moderniza los espacios de difusión y comunicación con la sociedad civil del “cyberspace”, organizando su agenda y dando a conocer sus actividades políticas que, dicho sea de paso, también las del partido político en el poder, generando con ello una ventaja de recursos de tipo “softpower”, frente a los otros partidos políticos, pero a su vez trascendiendo más allá de la sociedad civil doméstica o nacional, generando una comunicación y acción política con impactos globales, es decir, contribuyendo en el proceso y construcción de una sociedad civil global del “cyberspace”, bajo diferentes esquemas de interacción.
De ahí que la comunicación directa con el “pueblo”, a través de la modernización de la misma, se convierta en una de las principales acciones, herramientas y preocupaciones políticas de los gobiernos en la actualidad, empezando desde el nivel local, pues es mediante éstas que se pueden generar percepciones dirigidas, hacia una sociedad civil global cada vez más plural, diversa e informada, que está en una constante dialéctica, frente a diversos regímenes de tipo “4G”.
@MarcelaBodart
Notas:
1. Dieterich, H. (2003). Socialización en Cyberspace (homo oeconomicus). En N. Choamsky y N. y H. Dieterich. La Sociedad Global. Educación, Mercado y Democracia. (pp. 135-149). Segunda reimpresión. Editorial Planeta.
