Existe la noción de que los dos factores que inclinan elecciones son los jóvenes y las mujeres, idea derivada de la noción de que tradicionalmente no votaban, pero esa noción ha quedado atrás, por lo menos en el caso de las mujeres.
Las mujeres son mayoría a nivel nacional y también a la hora de votar, pero eso no quiere decir que sea un segmento social homogéneo y que sea fácilmente manipulable.
Muchas mujeres son Burócratas de calle, o sea, personas que gestionan servicios y favores de los políticos y gobiernos a cambio de organizar a la sociedad para votar y hasta articulan la compra de votos. Esta estructura fue central para el control del PRI y el PAN no la entendió ni pudo manejarla a su favor. Ahí está un reto para MORENA si quiere ganar la elección, aunque muchos crean que esa estructura se reemplaza con las becas y apoyos económicos.
Ha habido dos mujeres candidatas a la presidencia, Rosario Ibarra de Piedra que uso la política para llamar la atención sobre la guerra sucia y la represión, pero cuyo discurso no atraía al voto convencional, la otra fue Josefina Vázquez que tuvo que competir contra la misoginia de su partido y después tratar de convencer que su candidatura era creíble. Ahora hay la posibilidad de que una mujer pueda ganar la elección presidencial.
Ya se ha vencido la supuesta resistencia a que las mujeres gobiernen, tenemos un número creciente de mujeres gobernantes en todos los niveles y en todos los poderes, pero queda la pregunta de siempre: ¿mujer vota por mujer? Y si así fuera, ¿será suficiente el voto de la mujer para que una mujer sea presidenta?
No hay una sola agenda de mujer. La mayoría de las marchas se concentran en frenar el feminicidio, eliminar la violencia contra la mujer, apoyar el aborto, pero todavía está pendiente de romperse el techo de cristal reconociendo remuneración igual para trabajo igual, y el sistema requiere de leyes de equidad para asegurar romper los diques a la participación y derechos de las mujeres y endurecer la lucha contra la violencia.
El gran reto nacional ineludible e inaplazable consiste en romper el patrón cultural que sostiene la narrativa patriarcal o el discurso y cultura machista.
Hoy la derecha trata de apoderarse de una agenda feminista que nunca ha apoyado y contra la que ha luchado, siguen sosteniendo su oposición a la educación sexual y al derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo.
Mucho afectan la agenda feminista las expresiones violentas vandálicas que tratan de distraer la atención sobre los temas centrales del feminismo. ¿qué tanto pesará esto en la selección de candidata o en la elección?
Es difícil contestar estas preguntas, pero seguramente estarán en la mente de los actores políticos y en el ánimo de las votantes.
Expreso mi Solidaridad a la mujer en este su día internacional y todos los días.
@shmil50
