Ricardo Salinas. El Muro Oligárquico

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Xóchitl Patricia Campos López

Aunque no es la primera vez que personajes de la iniciativa privada y ciudadanos independientes apuestan por participar en los procesos políticos del país, cada vez más se advierte que Ricardo Salinas Pliego se dispone a encabezar una candidatura que puede colocar en torno suyo al PRIANRD y la coalición empresarial que se siente agraviada por el triunfo de MORENA y el estilo de gobernar de López Obrador. El Grupo Salinas ha sabido beneficiarse del injerencismo norteamericano, vaticano y oligárquico; pero, sobre todo, ha sabido expoliar los recursos públicos durante la época neoliberal para ser la fachada del Club político empresarial configurado durante la época tecnocrática.

El PRIANRD es una red de cristal que no parece articular una candidatura viable, sus apuestas son frágiles y, no obstante que resulta temprano para configurar un equipo sucesorio, ha decidido sumarse al juego presidencial de las corcholatas para desarrollar un abanico de posibles aspirantes que terminará por perjudicar más su ya de por sí alicaída propuesta político electoral.

Ricardo Salinas Pliego ha patrocinado una bancada legislativa y una camarilla política anti populista, conservadora y oligárquica neoliberal, pero ahora parece decidido a ser el Comandante en jefe de una ruta neo salinista. Los vínculos en el exterior que Salinas Pliego ha desarrollado con el libertarismo, el liberalismo social y el anti castrismo de Miami, le brindan los recursos económicos y geopolíticos suficientes para colocarse en el centro de la oposición política. Además de los intelectuales orgánicos que trabajan para él con su retórica liberal individualista, posee también los canales noticiosos, deportivos, de opinión, de entretenimiento y económicos para alienar a una buena parte de la población, tal como lo hizo el sultán italiano Silvio Berlusconi.

A diferencia de los González Torres, los Aspe, los Slim e incluso los Leaño, el Grupo Salinas parece no conformarse sólo con el poder económico y la colaboración en políticas públicas. Hugo Salinas Price mantuvo un profundo anhelo por ser parte de la clase dirigente que anhelaba para México un orden socio económico capitalista aunado al proyecto de la sociedad cristiana perfecta; esas controvertidas herencias no pueden rechazarse.

Ricardo Salinas Pliego tiene los recursos y la personalidad para construir una candidatura ciudadana frente a la incompetencia de la oposición y sus propuestas políticas que no terminan por entusiasmar, o bien que siendo llamativas no son apoyadas por los jefes reales. De ahí la razón por la que el sector empresarial debe hacerse manifiesto y competir abiertamente por la presidencia de la República.

Forma parte del ambiente democrático de una sociedad el que los jerarcas económicos expresen sus ideas políticas y se comprometan a gobernar. Pueden no ganar, pero tal como Ross Perot en Estados Unidos, contribuyen al debate plural y la competencia honesta. El sector empresarial no debe seguir agazapado ni ocultarse tras la fachada de los partidos políticos; la democracia requiere valor y los empresarios pueden ser demócratas si juegan abierto.