Habré de recuperar las reflexiones publicadas por dos periodistas que favorecen con su análisis a la opinión pública, me refiero a Eduardo Sadot y a Pablo Hiriart.
El primero, Eduardo, escribió: “Revocación, ¿ejercicio para quién? Para MORENA, porque probó su capacidad de movilización, de operación en urnas, de manipulación de voto o de relleno de urnas como ensayo de elecciones venideras, evidenció cuántos son y de qué están hechos, de los 30 millones que presumía nada más le quedan 15”.
Por su parte Pablo difundió: “Leo, también, comparaciones absurdas con Anaya y Meade. Hoy no estuvieron en la boleta. El hecho es uno y es fuerte: hoy AMLO corrió solo y llegó segundo”. Y aun cuando AMLO aseguró que los mexicanos volvimos a hacer historia el hecho real es que en este acontecimiento no ganó el que votó, ganó el que no votó en un abstencionismo apabullante.
Así como de manera inédita fue presidencia quien motivó la consulta de Revocación, la sociedad es la que anuló el proceso guardando silencio. De acuerdo a Ciro Murayama: “Participación, entre 17% y 18.2% por ciento. Más de 8 de cada 10 ciudadanos consideraron no votar en este ejercicio de revocación de mandato”.
AMLO presume públicamente que la gente pidió que se quedara y manejo cifras que considera excepcionales de participación. ¡No es así! Morena con todas sus irregularidades y excesiva propaganda no logró mostrar músculo electoral y lo que si se ganó en beneficio para el país es el fortalecimiento del INE que mostró una vez más su capacidad de organización y confiabilidad. En Morena ahora si deben de estar muy preocupados. Las movilizaciones que intentaron en todo el país se redujeron a un resultado pírrico en las urnas.
Así como se desplomó a la mitad la confianza en la CDMX al gobierno o de Sheinbaum, así en el país completo de 30 millones cayó a 15 el respaldo a AMLO sumado a que en las últimas encuestas se manifiesta que el 51% desaprueba su gestión. Se dieron cuenta que apoyaron al tabasqueño únicamente aquellos que recibieron “aportaciones” económicas fuera de la ley o con programas asistencialistas.
El gran grupo que integran las mujeres y los jóvenes no decidieron aplaudir al mandatario además de que la alta jerarquía católica desmintió aparentes mensajes convocando a la participación de los fieles. ¿Y una pregunta clave, en este ejercicio electoral donde quedó la voluntad de las Fuerzas Armadas? Grave equivocación de Marcelo Ebrard anticipando que votar es un “deber”, con esta afirmación demostró que hacen obligatorio el voto a todos aquellos que son comprados o presionados por el sistema, llámese sindicalizados, trabajadores del gobierno o acarreados.
El resto de la población, el “aspiracionista” no sucumbió ante las tentaciones de un billetito de 500 pesos. Bien señala Pablo Hiriart, organizó una carrera para presentarse solo y aun así la perdió.
Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2 izzi 135
@cramospadila
