“Divide y vencerás”: la polarización de la derecha y el triunfo presidencial

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Gerardo Lozada Morales

Decía Aristóteles que la política es un rasgo natural de los seres humanos y que muchos nacen para gobernar y otros para ser gobernados dependiendo del desarrollo de sus virtudes. Aunque la antigüedad peque de clasismo al mirarla desde lo contemporáneo, nos proporciona claves para comprender estrategias políticas que llevan al éxito. El mundo judaico-cristiano posee también dichas características, Moisés es el referente de la Torá o también conocido como antiguo testamento, por ser el personaje que impulsó un sistema religioso de valores reglamentados, y cimentado en el monoteísmo, el cual, sirvió para liberar a un pueblo condenado a la esclavitud. La cultura general nos hace recordar el momento cumbre donde divide a las aguas del mar rojo para culminar dicha hazaña. Referencia importante atribuida a Maquiavelo en El Príncipe: “divide y vencerás”.

El gobierno liderado por el presidente López Obrador logró dar dos duros golpes sobre la actual oposición (PRI-PAN-PRD), con la Revocación de mandato y el triunfo sobre la regulación exclusiva del Estado del litio —en plena semana santa—. La estrategia política consolidó el objetivo mayor con el realineamiento a dicho sector de Movimiento Ciudadano (MC), al quitarle el disfraz de “demócratas, progresistas y ciudadanos” y  evidenciar su vasta inclinación por el extremismo de derecha que los conocedores en materia política lo encuentran mirando el interior del mismo partido y a sus referentes directos como: su dirigente Dante Delgado, o los gobernadores como Samuel García de Nuevo León y Enrique Alfaro de Jalisco, los cuales, se han dado a conocer más por sus escándalos mediáticos y el gusto por sus tendencias neofascistas. Esto sin olvidar que, hace algunos meses, el descalabro de MC comenzó con la declinación para la aspiración de la gubernatura de Quintana Roo por parte del actor y “empresario” Roberto Palazuelos. Luego de revelarse sus vínculos con sectores del narcotráfico y de auto exponerse en viejas entrevistas como un matón sin escrúpulos. Hoy ridículamente intentan impulsar al hijo de Colosio para despertar un fantasma político del que ellos mismos fueron responsables de su muerte.

El presidente siempre supo que la estrategia era poner una trampa para “dividir las aguas políticas” y exponer a la luz pública al sector conservador que opera únicamente por la ambición de poder y movido hipócritamente por intereses económicos; así como en 2013 aprobaron la reforma energética de Peña Nieto a través de sobornos operados por Ricardo Anaya. Develar que el priismo se ha convertido en un partido político manejado por el vulgo servil al servicio del panismo, de manera similar a lo que desde 2018 es el occiso PRD. Anunciar como líder triunfante a su partido y sus simpatizantes que está conquistando batallas que se reflejarán en los próximos procesos de elección y principalmente en el triunfo presidencial del 2024, donde expuso que su sucesor tendrá que consolidar el rescate del sector energético del país, y que deberá contar con las mismas virtudes para continuar encabezando la causa de su lucha. Hoy la aceptación presidencial ha aumentado y da muestra significativa de los triunfos que encabeza el presidente, pero se incrementa la exigencia para el perfil del candidato que continuará con la consolidación de la cuarta transformación. Es un hecho que la oposición está vapuleada.

El autor es catedrático de la UDLAP y miembro colaborador del Observatorio ciudadano de cultura y prácticas de un buen gobierno A.C.