Derby Sexenal

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  • Después de las derrotas por la consulta y la ley eléctrica, el presidente López Obrador regresó a manejar de manera pública la agenda de la sucesión presidencial de 2024. Y por si hiciera falta, sólo tres personalidades siguen vigentes: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López Hernández. Los tres aparecieron en público en la visita a la réplica de la Capilla Sixtina en el zócalo, junto al secretario de Estado vaticano.
  • Lo que pocos se enteraron fue que el prelado, cardenal Pietro Parolin, se había reunido por separado con Ricardo Monreal, jefe político del Senado y excluido de la lista lopezobradorista. En ese tiempo político, Monreal hizo una aparición para señalar que su propuesta como candidato –por Morena o, a lo mejor, por otro partido– será rehabilitar la política y “unir a México”.
  • La semana pasada fue significativa por mensajes. El expresidente Trump hizo declaraciones tronantes sobre el conflicto de las caravanas en 2019 y su amenaza de aplicar aranceles a México si no usaba militares para contenerlas, y de paso le dio un raspón al canciller Marcelo Ebrard. Y como en política todo se vale, esas afirmaciones se usaron para afectar a Ebrard, aunque el presidente López Obrador asumió la responsabilidad.
  • Lo de Trump fue muy interesante porque podría darse el caso de que sea el candidato presidencial republicano en 2024 y Ebrard pudiera aparecer como candidato presidencial en México. Y está visto que la agenda migratoria será más central para Estados Unidos que para México. Un tirito entre esas dos personalidades tronantes le pondría un poco de salsa a las campañas presidenciales que serían coincidentes, aunque la de México se resolvería en junio y la de EU en noviembre. Y si los dos ganan, las relaciones bilaterales echarán chispas de 1924-1930.
  • Las elecciones de gobernador en seis estados este año tendrán un fuerte tufo a sucesión presidencial. Morena podría tener seguras cuatro, una adicional y el PAN sólo Aguascalientes. La expansión territorial de Morena le daría 24 gobernadores seguros en 2024 –el 75% de la República– y con ello una plataforma de manejo de recursos y candidaturas legislativas favorables.
  • De las gubernaturas pendientes para los dos últimos años del sexenio sólo serían importantes Estado de México y Coahuila, los últimos bastiones del PRI, puesto que son entidades donde no se ha dado la alternancia partidista y en donde el PRI ha ido perdiendo votos y base electoral frente a la popularidad local del presidente López Obrador. Si morena se engulle al Edomex del grupo Atlacomulco, las posibilidades de mantener la presidencia con cualquier candidato serían muy amplias, sobre todo porque el jefe de las campañas sería el presidente de la República.
  • Morena no ha sido un verdadero partido político, pero la fuerza presidencial lo ha mantenido como la primera formación partidista casi el doble de su principal seguidor, el PAN, en tanto que el PRI está a un paso de perder todas las gubernaturas.