- El líder senatorial Ricardo Monreal Ávila está atravesando cada día obstáculos acumulados que le están dando señales en el sentido de que no tendría ninguna posibilidad de obtener la candidatura presidencial por Morena. Pero el problema sería otro: el político zacatecano no quiere romper con Morena porque disminuiría sus expectativas sucesorias, pero tampoco ha querido entender los mensajes de Palacio Nacional que lo colocan fuera del escenario competitivo a nivel de la candidatura presidencial que el presidente López Obrador va a decidir vamos solo entre Claudia Sheinbaum Pardo, Marcelo Ebrard Casaubón y Adán Augusto López Hernández.
- Los tiempos políticos son muy claros: las elecciones presidenciales serán en junio de 2024, pero las movilizaciones de aspirantes señalan la necesidad de tener candidaturas en el primer trimestre de ese año. Ello quiere decir que a la competencia presidencial le resta año y medio de acomodamiento de candidaturas y de posicionamiento mediático, demasiado tiempo para las circunstancias políticas mexicanas que plantean desgastes de corto plazo para los aspirantes y las luchas entre ellos.
- La oposición está enfrentando conflictos en la coalición legislativa, sobre todo por rebeliones en el PRI y en el PAN que están afectando la fortaleza de sus dirigentes. El problema más fuerte se localiza en el PRI, donde su dirigente Alejandro Moreno Cárdenas encara la ofensiva de la gobernadora de Campeche a través de audios semanales que no estarían generando expedientes judiciales, pero que sí lo están enfrentando a sectores aliados por los estilos atrabancados de su verbo político agresivo.
- En el PRI, por razones del desgaste de su dirigente Moreno Cárdenas, se están adelantando los tiempos políticos y el exsecretario de Gobernación peñista, Miguel Ángel Osorio Chong, ya destapó como precandidatas presidenciales a Beatriz Paredes Rangel, que tendría 71 años en 2024, y a la expresidenta priista Claudia Ruiz Massieu, sobrina del expresidente Salinas de Gortari. El problema del PRI se localiza en su muy escasa base electoral y en la circunstancia política de que en las elecciones de 2018 quedó en tercer lugar.
- El partido que se encuentra en una situación de penuria política es el PRD, cuyo dirigente Jesús Zambrano no encuentra espacios políticos para consolidar una fuerza inexistente en las urnas. Por reacomodo final de algunos votos, el PRD apenas pudo acreditar el 3% de los votos que le mantuvieron el registro electoral, pero en todas las encuestas solo puede mostrar una tendencia máxima de 1%. De todos modos, Zambrano está apostando aquel PRD como membrete pudiera aportarle cierto tipo de pluralidad a la alianza opositora, pero desde ahora con indicios de que no tendrá espacio para poner candidaturas coalicionistas.
- Aunque todos permanecen a la expectativa de la posibilidad de que Movimiento Ciudadano se sume a la coalición de tres partidos, el propietario de MC, el senador Dante Delgado Rannauro, está apostando a un objetivo electoral de 10% que le permita mantener sus posiciones en Jalisco y Nuevo León y de alguna manera a avanzar en el Estado de México, pero con la certeza de que no convertirá a su partido en la cola de león que estaría dominado sobre todo por el PAN y de alguna manera por el PRI.