Tienen razón los especialistas que califican como “absurda”, “inaudita” y “alarmante” la propuesta de reforma del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, de elegir mediante voto universal a las consejerías del Instituto Nacional Electoral (INE) y magistraturas del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Es como claramente expresó el expresidente del otrora Instituto Federal Electoral (IFE), José Woldenberg Karakowski: “Es lo peor que he escuchado en todos estos 30 o 40 años …”. Y Como también dio a entender, sería como volver a los órganos electorales sometidos a un poder absoluto (o sea, al partido gobernante).
Pero también hay otra cara de la moneda, como lo manifestó José Antonio Carrera, experto en sistemas electorales: Aunque es una iniciativa controversial, “en el fondo hay una preocupación legítima del Presidente”, porque en el esquema vigente “hay resquicios y grietas de intervención de grupos fácticos”.
Y en que: “La Junta de Coordinación Política en la Cámara de Diputados y la de Senadores actúan con discrecionalidad, invitan a los futuros consejeros y magistrados con una postura política ya definida”.
Cierto.
La Jucopo de la Cámara Baja decide la lista final de aspirantes a las consejerías del Consejo General del INE. Y la Jucopo de la Cámara Alta interviene políticamente en la selección de las magistraturas, aún cuando éstas son a propuesta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; en ambos casos la elección pasa por el respectivo Pleno cameral.
Hay dos posturas opuestas: La del presidente AMLO, y la representada por quienes la ven como “absurda”, “inaudita” y “alarmante”.
Habrá que encontrar el punto medio.
Porque si bien los expertos ven en la propuesta del mandatario riesgo de partidización de los órganos electorales, igualmente es verdad que con el actual esquema también se da, aunque en menor medida por los equilibrios propios de la pluralidad cameral, la cual, por cierto, es distinta en cada Legislatura.
Los grupos parlamentarios con mayor número de legisladores, influyen determinantemente en la elección de los integrantes de los órganos electorales. Y ahí empieza la partidización, sino es que antes, pues los partidos políticos impulsan aspirantes.
Claro, han existido aspirantes sin padrinazgos, pero por lo mismo se quedan en el camino a pesar de los filtros existentes en el procedimiento vigente.
Pero elegirlos por el voto popular, abre la puerta a una partidización más abierta, máxime cuando el planteamiento es que cada Poder (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) postulen candidaturas para elegir las consejerías del Consejo General del INE.
Además, la elección por voto ciudadano conllevaría más gasto y requeriría un órgano que exprofeso organice el proceso electivo. ¿O lo organizaría el INE como paso previo para su desaparición? Sería contradictorio, pues Morena desconfía del Instituto; que es uno de los argumentos políticos de su propuesta de reforma electoral.
Todos los partidos políticos que han detentado la Presidencia de la República han pretendido controlar los órganos electorales; unos con mesura, otros abiertamente.
Marcia Checa Gutiérrez, activista y defensora de derechos humanos, en uno de los foros de parlamento abierto, lo dijo con claridad: “Apelamos a que encontremos mayores controles y menos discrecionalidad, pero no ir a un proceso por elección popular de consejeros y magistrados electorales”.
Está en desacuerdo con la propuesta presidencial, pero coincide en la necesidad de mejorar el procedimiento de elección de los integrantes de los órganos electorales para evitar lo que se tenga que evitar: Partidización, intromisión de grupos fácticos, favoritismos, etc.
A ver en qué queda la integración de los órganos electorales.
Y miren, no hace falta darle tantas vueltas: En cuanto a las consejerías del Consejo General del INE, debería retomarse como único procedimiento electivo la insaculación de finalistas, que la Constitución ya establece como opción. Y que sea igual respecto de la elección de magistraturas.
ÓRGANOS LOCALES
Hasta ahora se ha hablado de la integración de los órganos centrales del INE y del TEPJF. Pero el Instituto también tiene consejos locales y distritales, y el Tribunal, Salas Regionales. ¿Cuál sería el procedimiento para integrarlos?
¿También por voto popular?
¿Y la integración de los Institutos Estatales Electorales –los OPL– y Tribunales Estatales Electorales? ¿Igual por voto ciudadano?
Imagínense cuántos procesos electivos y cuánto gasto.
Aunque hay la propuesta de la desaparición de los OPL, lo cual es tema aparte.
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