Desde el inicio de su gestión AMLO ha confundido reportes, conferencias de prensas, declaraciones callejeras con Informes de gobierno. El despliegue millonario de su promoción personal más no del gobierno ha sido insultante y extraordinaria. Según sus ciclos él va ofreciendo “sus datos” lo mismo en Palacio Nacional que en alamedas o el zócalo.
Cree que es lo mismo su presidencia “legítima” a la Constitucional. Evade el cumplimiento legal de informar a la nación sobre el estado que guarda la administración pública y se dedica a la arenga política y acusaciones infundadas.
Esta semana no será la excepción. Debo recordar que Vicente Fox, no pudo rendir su cuarto informe en San Lázaro debido a que mayoría parlamentaria radical se lo impidió.
Se vinieron modificaciones obligadas y ahora constitucionalmente un mensajero puede entregar por escrito el Informe. Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto estuvieron ausentes en la sesión solemne del Congreso y manifestaron un documento político en Palacio Nacional dejando la evaluación y calificación de la administración pública a los legisladores. Ahora las sensaciones y realidades son dramáticamente diferentes.
La brusca y enconada rivalidad legislativa se vive entre la sociedad porque en cuatro años AMLO ha radicalizado y confrontado al país. Además, la violencia, inflación, corrupción, muertes y el mediocre crecimiento del PIB marcan un sexenio de retroceso.
Se rodea de los suyos, de sus incondicionales porque no soportaría un debate público con los miembros de la oposición y analistas, reprobaría la auditoría social, política y económica. No hay forma de defender sus mega obras ni el fracaso en Educación, Salud y Seguridad Pública.
La Pandemia fue un periodo que según él le “vino como anillo al dedo” para hacer demagogia mientras al desaparecía al Seguro Popular y destrozaba al sistema de abasto de medicamentos. Estamos reprobados en aeronáutica y nuestro espacio aéreo es un peligro. La diplomacia y los nombramientos de embajadores han caído en el ridículo y descrédito. Llega al cuarto Informe salpicado por acusaciones y señalamientos de ilícitos de su propia familia. Pero estaremos expuestos a un Informe (?) triunfalista, lleno de argumentos contra los corruptos de otros años.
Para él no habrá fracasos ni disculpas. Nos dirá que vivimos como Dinamarca, que los médicos cubanos son mejores que los nuestros y que seguirá en el empeño por derribar a la Estatua de la Libertad. Emprenderá la promesa de continuidad de “su” transformación siempre y cuando se respete y aplique su herencia política.
Cuatro años y está enredado con definir a sus corcholatas y en tratar de administrar las mentiras mediáticas sobre Ayotzinapa en donde el crimen organizado y gente cercana a él están comprometidos. Pero habrá aplausos a rabiar de los que antes reprobaban a la militarización y hoy la defienden.
Un Informe cargado de “reservación” de información de casos incómodos. Pero al final de cuentas un documento que tratará de convencernos que Benito Juárez resucitó.
Conductor del programa VaEnSerio mexiquense tv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio
@cramospadilla
