La salud es un derecho fundamental, en consecuencia es obligación del Gobierno Federal hacer todo los necesario para garantizarla a mexicanos y mexicanas en general.
¿Lo ha hecho?
Parece que no, aunque en las mañaneras y en las vespertinas se asegure que sí. Un millón 688 mil 944 casos confirmados y 144 mil 371 fallecidos por Covid-19 hasta el día de ayer hablan por sí mismos.
Incluso, desde antes de la pandemia la salud era lo menos importante: En algunas instituciones de salud suministraban paracetamol para todo; mientras, la autoridad se daba vuelo en el pleito por desbaratar el monopolio de la venta de medicinas al gobierno.
Invirtió –por no decir, perdió— prácticamente un año en el pleito aunado a la tarea de crear sus propias instituciones clientelares…perdón, asistenciales, como el Instituto de Salud para el Bienestar.
La pandemia agarró desprevenido a México, donde ha sido más fácil culpar al pasado que ‘tomar el toro por los cuernos’ y predicar con el ejemplo. Ningún ex presidente a “caído” por el daño a la salud a los gobernados; y en vez de iniciarles carpetas de investigación, los morenistas optaron por hacer proselitismo haciendo uso de la consulta popular.
Para Morena es más importante defender la libertad del presidente Andrés Manuel López Obrador de hablar en sus mañaneras de temas político-electorales, que defender el derecho fundamental de la salud de mexicanas y mexicanos, empezando por la vacunación universal contra el virus.
Es entendible la razón de vacunar primero al personal médico tanto de hospitales públicos como privados porque son quienes dan la batalla en la lucha contra la Covid-19, entonces es necesario frenar las muertes de quienes se han convertido en soldados de la salud.
También es entendible la prioridad de vacunar en seguida a los adultos mayores. ¿Pero por qué se dijo que primero a las personas en este rango de comunidades rurales? ¿Por qué no en general? Los adultos mayores lo son en cualquier parte del país y tienen derecho a ser vacunados al mismo tiempo. ¿O acaso pretende proteger al voto cautivo de manera preferente?
Se entiende la preponderancia de vacunar a los sectores vulnerables. Entonces, la niñez debe ir a la par. Pero como la vacuna es universal, el Gobierno Federal debería vacunar a toda la población sin mayor dilación.
Cierto, hay determinado problema de abastecimiento. Sin embargo, no fue previsor.
No hace, ni deja hacer. Porque eso sí, previó acaparar toda facultad en materia de salud, y a las entidades federativas (con todo y gobernadores) las tiene de ejecutoras y lacayas; con sus honrosas y dignas excepciones.
Justamente ayer se armó polémica en ese sentido en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, la cual exhortó a la Secretaría de Salud para que, a través del Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia, garantice el abasto, cobertura y aplicación de las vacunas contenidas en el Programa de Vacunación Universal.
El dictamen de la Segunda Comisión, aprobado en votación económica, resalta que a pesar de la concentración de esfuerzos para frenar la pandemia de Covid-19, se debe procurar el abasto de las vacunas para las niñas y niños, cumpliendo con el programa ordinario de vacunación.
Y miren, en el comunicado se dice que la senadora Antares Guadalupe Vázquez Alatorre (de Morena) “señaló que en el ámbito mundial ha habido escasez de vacunas; varios laboratorios cerraron porque no obtuvieron muchos insumos. Por eso, dijo, se hace este exhorto para tratar de recuperar lo que no se ha podido hacer. Destacó la importancia de la fortaleza en el sistema de salud que no se tenía con anterioridad.”
Bien, reconoce la necesidad de recuperar lo no hecho.
Mientras la senadora Alejandra Noemí Reynoso Sánchez (del PAN) “resaltó que el problema de la vacunación se viene arrastrando desde 2019 y ‘se viene padeciendo de un desabasto por no hacer las compras correctas’”, además de comentar que la propia OMS ha identificado el bajo nivel de vacunación que tiene nuestro país y el retroceso en el Programa Nacional de Vacunación.
En otro momento, diputadas y diputados del PAN, encabezados por su coordinador Juan Carlos Romero Hicks, rechazaron la manera en que el Gobierno Federal lleva a cabo la vacunación contra la Covid 19, al señalar que se está inmunizando a los llamados “Servidores de la Nación” con fines electorales, antes que al personal médico y de enfermería, y a grupos vulnerables, lo cual calificaron como “ruin y abominable”.
Y sentenciaron en presentan un punto de acuerdo para exhortar al Gobierno Federal a retirar a los “Servidores de la Nación” de las brigadas de vacunación, toda vez que, afirmaron, hay intenciones electorales.
Claro, también es evidente que todo mundo intenta sacar raja política en año electoral, pues nada menos y nada más se renovará un órgano garante del contra-peso al Ejecutivo: La Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, además de cargos en las 32 entidades federativas, incluidas 15 gubernaturas.
No obstante, como dice la vox populi: “Cuando el río suena, agua lleva”.
Entonces si el Gobierno Federal no quiere que la oposición capitalice los errores, que transparente todo lo relacionado en materia de salud, empezando por la adquisición y aplicación de vacunas, y siguiendo con lo concerniente a ventiladores, camas de hospital y construcción de infraestructura hospitalaria.
Además debe invertir lo necesario (cancelando obras que no son prioritarias) en la compra de vacunas.
Caso contrario, al gobierno de Morena no le importa la salud de mexicanos y mexicanas; solo le importa ganar elecciones a cualquier costo.
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