Carta a Enrique Graue

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Dr. Enrique Graue

Rector

Universidad Nacional Autónoma de México

 

Sr. Rector

A puñaladas iguales castigos iguales. Decidí parafrasear el dicho popular para decirle que una de las bases de la democracia es la igualdad ante la ley y el castigo del delito debe ser igual.

Me llamó la atención la enorme atención que usted le ha prestado a la acusación de plagio de tesis por parte de la Dra. Yasmín Esquivel, sin duda que un factor esencial es que es ministra de la Suprema Corte de Justicia. La respuesta de la UNAM tiene en este y otros casos similares, repercusiones éticas, jurídicas y políticas.

Es destacable que hayan decidió cesar a la directora de tesis Martha Rodríguez Ortiz, ella debe explicar mucho sobre ese plagio y por lo menos otros 4 que se han mencionado. También deben explicar las autoridades que permitieron que dirigiera más de una tesis mensual considerando vacaciones, durante varias décadas. ¿Sería el mecanismo fast track de titulación de los abogados?

A cuentas deben ser llamados los sinodales que no se dieron cuenta del plagio. Se supone que un sinodal es un experto en el tema. ¿Cuántos de ellos participaron en los exámenes de los plagiarios?

No le escribo para repetir lo que se menciona en los medios y que seguramente consideró con sus asesores.

Hace unos años me dirigí al Consejo Técnico de la Facultad de Filosofía y Letras para reclamar acción sobre el plagio de mi libro Humor en Serio por Boris Berenzon. La directora de la Facultad intentó ocultar la carta y que el Consejo no se enterara.

El caso de Boris Berenzon fue abordado en los medios nacionales y aunque se comprobó el plagio las autoridades de la facultad lo protegían, tal vez porque Gloria Villegas la directora de la facultad era la directora de la tesis.

Me permito indicarle que el libro Humor en Serio es el único publicado sobre chiste político en México, es citado con frecuencia, y sorprende que en el sínodo formado por historiadores distinguidos, ninguno haya registrado el plagio, lo que llama la atención ya que de expertos se debe tratar para ser sinodales de tesis doctoral. La Universidad de Guadalajara retiró de la circulación el libro de Berenzon que es casi copia del mío, porque Berenzon plagio a otros autores.

Los estudiantes reaccionaron formando un grupo de facebook llamado “yo (también) quiero un trabajo como el de Boris Berenzon”, dónde expresaron sus quejas y denuncias ante el plagio y de paso, sobre la pobre calidad docente del plagiario.

Después de mucha presión la Universidad suspendió al docente Berenzon por deficiencias sin reconocer que la sanción era por plagiario, tal vez por la protección de las autoridades de la Facultad. Solicité la intervención del rector José Narro quién simplemente guardó silencio, al parecer no quería afectar los equilibrios de poder en esa facultad; posteriormente le solicité a usted que interviniera y como respuesta recibí un galimatías legal similar a los que ha emitido respecto a la Ministra Esquivel.

Vuelvo a las puñaladas. Me parece que los plagios, TODOS, deben ser sancionados de la misma manera. Si la directora de tesis de Esquivel fue suspendida de la UNAM, lo mismo debe suceder con la directora de tesis de Berenzon, ambas violentaron normas éticas y valores esenciales. Con el agravante de que la señora Villegas es cómplice al intentar ocultar las pruebas y reclamos del fraude avalado por ella.

Todas las acciones que se tomen respecto a la tesis de Esquivel deben tomarse respecto a la tesis de Berenzon y de cualquier otra queja; le solicitó que le turne el expediente de Berenzon a la comisión del Consejo Universitario o cualquier otra comisión que atienda los casos de fraude.

Berenzon ha sido contratado en la Comisión Nacional de Derechos Humanos ostentándose como doctor en historia, lo que tiene consecuencias políticas para el país.

Evadir la acción es de facto una protección a los plagiarios, refuerza la impunidad, atropella el Estado de derecho porque el plagio es un delito, arruina la acción de las instituciones encargadas de velar por la honestidad y corrección de los procedimientos, y convierte a las instituciones en una burla por parte de los que se ocupan de violar normas. Por ejemplo los que venden tesis.

En el respeto a la ley, de paso conviene que revise usted los casos de irregularidad administrativa que ponen en entredicho la honestidad que debe imperar en una casa de estudios. Le menciono los casos de los innumerables permisos que ha recibido Guillermo Sheridan por más de 20 años; la manipulación de la plaza de Lorenzo Córdova para ausentarse más de una década de la institución y las concesiones a José Woldenberg para que imparta solamente 4 horas de clase semanales. Esos son solamente unos muy pocos casos.

Sr. Rector. La ley no se hizo para violarla como opinan los cínicos. La ley es la base de la democracia. Nadie debe estar por encima de ella, si dejamos de ser iguales ante la ley, condenamos a la democracia a ser un juego de simulaciones. La universidad debe ceñirse al respeto de la ley, a final de cuentas es la cuna desde donde se estudian las bases del derecho y la democracia.

Quedo de usted atentamente

Dr. Samuel Schmidt

Ccp. Presidencia de la República

Ccp. Secretaría de Educación Pública

Ccp. Opinión Pública