Como dicen en mi barrio: éramos muchos… y parió la abuela. ¡El colmo, pues!. Así andamos hoy en México, con un programa de vacunación “agresivísimo” sin vacunas, en el pico de la pandemia, con cientos de miles de muertos por ello, y con Andrés Manuel López Obrador y con Carlos Slim -y millones más- infectados por el Covid.
¡Ufff!
Ahora sí que ni contamos con el: ¡Detente satanás, hijo del demonio, que el Corazón de Jesús está conmigo!
Ya sé cómo se siente cuanto te abandona el Chapulín Colorado. Totalmente desamparado.
Si el momento no fuese tan desesperante nos podríamos seguir dentro de esta línea. El caso es que bajo la presidencia de López Obrador no llegan las tan ansiadas vacunas. Pero así andan en prácticamente todo el mundo, menos en Estados Unidos y otros pocos países donde los programas de inmunización sí se están cumpliendo como lo previeron.
Y parece que ahí está la explicación de que aquí y en otros lados se haya dejado de recibir las vacunas.
Navegamos entre la mala suerte, la falta de previsión y la pobreza. Así quienes acaparan la vacuna son los países ricos.
Todos asumimos como un logro espectacular el que Joe Biden haya anunciado apenas llegó a la Presidencia de los EEUU que, su primera promesa, era vacunar un millón de norteamericanos al día para tener en sus primeros 100 días de gobierno -de aquí a marzo, abril-, a 100 millones de estadounidenses inmunizados.
Y que a fines del primer año estarían vacunados todos los 328.2 millones habitantes de ese país.
Pocos advirtieron que eso significaría que EEUU absorbería prácticamente toda la producción de vacunas de los tres principales productores: Pfizer, Asttra-Zeneca y Moderna.
Si a eso le sumamos los compromisos de esas tres empresas con Alemania (83.02 millones de habitantes), Francia (66.99 millones de habitantes), Reino Unido (66.65 millones de habitantes), Canadá (37.59 millones habitantes) y, bueno, para no hacerle mucho al cuento todos los de la Unión Europea que suman en conjunto los 446 millones de habitantes, entenderemos que las 3 empresas están saturadas en su demanda de vacunas.
En este contexto México y el resto del mundo pasan a la cola. Quienes saben, afirma que esto lo debió haber previsto AMLO y su equipo, con Marcelo Ebrard en la otra punta. Y pedirle a Estados Unidos ampliar su demanda para incluir las vacunas esenciales para los mexicanos. Esto sería una razón de Estado para Biden porque de la buena salud de los mexicanos depende relazar a la región a la recuperación económica.
Pero no. No se hizo. No se ha hecho, y al parecer no se hará.
Como en EEUU sí funciona la campaña de vacunación -allá vacunan a todo el que se apunte hasta en Wallmart, nada de que los “siervos de la Nación” te vigilan-, entonces muchos mexicanos de clase media alta y alta, se están yendo a inmunizar allá.
Toman un avión, se ubican con algún pariente, un amigo o en un Airbnb, se inscriben vía paginas de internet y ¡zaz!, ya está. Sin pagar un solo centavo.
Los demás nos quedamos acá, esperando a que, a falta de las de Pfizer, Asttra-Zeneca y Moderna, Putin nos envíe las 24 millones de Sputniks, que son -dicen los especialistas- vacunas patito, sin respaldo científico, y con efectos y reacciones por verse. O las chinas, más o menos iguales que las rusas.
Así las cosas, la mala conducción de la pandemia y la vacunación, profundiza la brecha entre fifis (ricos) y la masa pobretona y desinformada. Los pudientes están yendo a la segura, a inmunizarse en EEUU. No se arriesgan a un programa de vacunación tuti-fruti como el anunciado por AMLO y su fiel escudero López Gatell.
En fin, apenas una de las vertientes de este desastre.
AMLO, INFECTADO
Por lo demás nuestra tragedia se profundiza con la infección de AMLO por el Covid.
Seguro que el presidente tendrá la mejor de las asistencias médicas. Y acceso a los más avanzados medicamentos. Muy bien.
Pero todo eso no lo salva de ser una persona de 67 años, con uno o dos infartos a cuestas, con obesidad, malos hábitos alimenticios, presión alta y fuertes presiones y tensiones por el cargo que ocupa.
Y el virus ha demostrado ser impredecible. Aquí es donde puede entrar en escena la famosa Ley de Murphy, esa que advierte que: “si algo tiene que salir mal, saldrá mal”.
¿Está previendo algo así AMLO? ¿Su equipo?
En fin, pobre México.
MONREAL, EN LA PELEA
Si algo caracteriza a Ricardo Monreal, líder de la mayoría de Morena en el Senado y presidente de la Junta de Coordinación Política es el carácter. No se “arruga” dicen los políticos.
Y hoy, como siempre, va por la mayor apuesta durante la conducción de la Plenaria de su grupo a realizarse vía digital. Los temas para el siguiente período legislativo -febrero a abril-, son: reforma al Sistema Integral de Justicia, que expondrán los senadores Cruz Pérez y Germán Martínez; reforma a los Ordenamientos que Regulan el Financiamiento Público de los partidos políticos, a cargo de la senadora Mónica Fernández Balboa; la Reforma a la Ley de Banco de México que expondrán los senadores Alejandro Armenta, Freyda Maribel Villegas y Casimiro Méndez. El paquete incluye la Ley de la Fiscalía General de la República, que explicará el senador hidalguense Julio Menchaca; la creación de la Ley de la Economía Circular, a cargo de los senadores José Ramón Enríquez y Gilberto Herrera Ruíz; reformas a la Ley de Remuneraciones de los Servidores Públicos, que presentará la senadora Ana Lilia Rivera y la reforma a la Ley de subcontratación, mejor conocida como outsourcing cuyo expositor será el senador Napoleón Gómez Urrutia.
A las senadoras y senadores Imelda Castro Castro; Primo Dothé Mata y Antares Vázquez les tocará disertar sobre la aprobación de las leyes secundarias y las adecuaciones normativas derivadas de la reforma Educativa; Ley de Educación Superior y la Ley General de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Para cerrar los senadores de Morena debatirán sobre a quien se dará este año la Medalla Belisario Domínguez.
Hay que destacar que esta agenda pretender ser tramitada por Monreal en uno de los momentos más complejos de México: en medio de la atroz pandemia del Covid, la más cruenta polarización política-electoral, y una de las peores crisis económicas y sociales del país. Ya veremos cuantas logra sacar adelante. Puro carácter y capacidad de negociación.
¿LOGRAREMOS SER ESCUCHADOS?
Ya sé. El siguiente drama es apenas uno de los miles que ocurren en este momento en México, en el mundo.
Mire: Glen Gallardo Jordan y su esposa -francesa ella-, Cristiane Vuillerminaz se infectaron por el Covid. El murió el domingo anterior en el hospital general de Ticomán, de la CDMX y ella, de 72 años, internada en el Instituto Ramón de la Fuente está en vías de ser dada de alta.
Ahora viuda, sin familiares en México, en proceso de rehabilitación, sin mayores apoyos ni recursos económicos, su futuro es incierto. Su primer reto es rescatar el cuerpo de su marido, y entrar en el angustioso el proceso de incineración.
Su única hija, Diane Mathe, intenta ayudarla desde Francia. Pero no encuentra ser atendida ni por la embajada ni por el Consulado en México.
¿Logrará llegar esta pequeña nota al embajador Jean-Pierre Asvazadourian para que Cristiane sea rescatada en lo que su hija puede llegar a la ciudad de México para auxiliar a su madre?
Ojalá.
…[email protected] / Twitter: @_Vizcaino / Facebook / https://www.facebook.com/