La famosa historia de las dos cubetas de cangrejos, una tapada, la de los gringos porque se salen y otra destapada de los mexicanos, porque entre ellos no se dejan salir, como maldición se repite cotidianamente.
Parafraseando a Bertolt Brecht o al pastor Martin Niemöller, a gusto del lector, lo que ha estado sucediendo en México, se adecua al poema original.
“Primero se llevaron a los fifis, pero a mí no me importó porque yo no soy fifi.
Luego dejaron sin empleo a los trabajadores del nuevo aeropuerto de Texcoco, como yo no trabajo en aeropuertos ni viajo en avión, no me importó.
Luego se burlaron, atacaron y mandaron porros contra los miembros de la Suprema Corte. Pero como yo no trabajo en la Suprema Corte no me importó.
Luego se fueron contra investigadores y estudiantes del CONACYT, pero como yo no tengo nada que ver con el CONACYT, tampoco me importó. Más adelante dejaron sin trabajo a los trabajadores de guarderías, pero como no era trabajador de guarderías, y mis hijos están grandes o no necesitan guarderías, tampoco me importó. Después dejaron sin empleo a los trabajadores de Fideicomisos, yo no se ni que es un fideicomiso así que, tampoco me importó. Luego la CONADE canceló las becas del equipo de natación, pero como yo no soy del equipo, ni se nadar, voy cada semana santa a las albercas de Oaxtepec o del Rollo, en excursión, así que tampoco me importó. Después cancelaron la Financiera Agrícola, como yo no soy campesino tampoco dije nada. Luego dejaron sin medicinas a los enfermos de cáncer y yo, no era enfermo de cáncer, después a los de enfermedades terminales y yo no tengo a nadie con enfermedades terminales, así que no me importó. Finalmente corrieron a los trabajadores especializados del INE, ahí si tenía un pariente, pero lejano y no me llevaba con el, además de que yo nunca he trabajado en el INE, así que tampoco me importó.
Hoy he visto como bloquean al INAI para no proporcionar información, pero como a mi, no me importa la información del INAI ni se para que sirve, no me interesa que lo congelen.
Ahora me quedo sin trabajo yo y nadie se interesa por lo que me pases a mi.
El poema en el fondo se adapta al México de hoy. No se entiende todavía al ser humano mexicano, la única justificación pudiera ser el hartazgo, sí, pero cuando ahora vemos los errores o no los ven o no quieren verlos, hacen dudar si es por ignorancia o por naturaleza.
Con todo lo que ha estado sucediendo, el fenómeno del Estado de México cuestiona la realidad de los mexicanos.
Las nuevas generaciones son incapaces de comprender lo que pase en su Patria y actuar en consecuencia, no es culpa de ellos, es en mucho, de los adultos y del sistema educativo que no hemos logrado consolidar, generaciones de responsables de sus actos, con capacidad crítica.
No es culpar a la sociedad excusando a los partidos políticos, al final la sociedad y los partidos los conforman todos los mexicanos.
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